“El Método del Discurso…”
Los sueldos de la inmensa mayoría de los venezolanos rondan la miseria, si se considera el valor real del dólar o el costo de la vida. Los buenos sueldos de la empresa privada han desaparecido, el Gobierno le ha declarado guerra a muerte al sector privado. Tenemos en realidad el salario mínimo menor del continente, sólo superior al de Haití, a pesar de la propaganda oficial que manipula los tipos de cambio para afirmar lo contrario. Un maestro gana 1.700 bolívares, los ingresos de un profesional, un médico, un ingeniero, no llegan a los 3.000 bolívares, al cabo de varios años no ganará mucho más. ¿Cómo garantizar una policía honesta con ingresos con los que no mantienen a sus familias? En países más pobres de América Latina los policías ganan un sueldo 3 o 5 veces mayor.
Esta realidad explica el éxito de la huelga de hambre de los estudiantes, la simpatía que despertaron brotó de algo más que de una simple solidaridad. A profesores, obreros, empleados, y a los mismos estudiantes no les alcanza el dinero. Los más audaces emigran, dejan vacíos los hospitales. Venezuela es un polvorín.
Por eso Chávez prefiere un debate ideológico, discutir en las nubes, comparar las ventajas teóricas del socialismo con las del capitalismo.
Las promesas del socialismo, la igualdad, el fin de la alienación, la aparición de un supuesto hombre nuevo generoso, siempre serán tentadoras, parecerán superiores a las virtudes del capitalismo que justifica las diferencias sociales con el argumento de que las empresas necesitan ganar dinero, contar con un capital para así crear empleo y cumplir su función social. El socialismo del siglo XXI provoca que los venezolanos por primera vez en su historia salgan del país en masa.
¿A dónde van los recursos del petróleo? El clásico ¿dónde están los reales?, no el debate sobre socialismo y capitalismo. Asombrosamente, los dólares se evaporan, no ingresan nunca al Banco Central.
A Chávez lo ayuda la atomización del movimiento obrero, la proliferación de sindicatos del magisterio, y el que la oposición no le haya dado prioridad a los temas de la exclusión, el hambre, la miseria. No es demagogia, a pocas semanas del Primero de Mayo, pedir que les dupliquen el sueldo a los empleados públicos y a los trabajadores de las empresas estatizadas. ¿Esto provoca inflación? No, si se disminuyeran otros gastos, si se administraran mejor esos reales, si se suspendieran las compras militares, si no se le regalaran 10 millones de dólares a una universidad uruguaya.
A los estudiantes la población los apoyó porque hizo suyos sus reclamos. O mejoran los sueldos en Venezuela o nos quedaremos sin médicos, carpinteros de primera, enfermeros, ingenieros…
Venezuela se parece cada vez más a un país centroamericano de los años sesenta, no de estos tiempos. En la actualidad, un médico, un plomero, un policía ganan mucho más en Guatemala o Costa Rica que en nuestro país.
Los recursos han sido mal administrados y Jorge Giordani es el peor enemigo de Hugo Chávez. Nos han vuelto limosneros, esa es la realidad. Además, nos estamos quedando sin luz ni agua potable, y el Metro se convierte en una trampa para los propios pasajeros.
A Chávez le costará que el país lo apoye en 2012, pedir que a los 14 años que llevará en el poder se le sumen otros 6 para un total de ¡20 años en Miraflores!
Por: FAUSTO MASÓ
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