“El asunto del tirano es mantenerse el poder.
Así tenga que asesinar a medio país…”
Estadísticas que preocupan: los cuerpos de seguridad del régimen venezolano son responsables de una de cada tres muertes violentas en el país, una cifra coherente con la actuación de un Estado criminal…”.
■ Venezuela no puede ser igual después de la violencia de este año que ha finalizado. Aterra la posibilidad de que el comportamiento chavista que hemos enfrentado haya contagiado al país. En es manera de actuar han muerto la sonrisa y la solidaridad.
Y no es que antes la dictadura no se haya manchado de sangre, pero haber presenciado casi en vivo, la ejecución de siete personas, como sucedió con Oscar Pérez y seis de sus compañeros de lucha, marcó la psiquis de muchos. Ocurrió arrancando el año, el 15 de enero de 2018. La llamada Operación Gedeón movilizó más de 500 funcionarios junto a equipos de alta potencia (incluido un lanzacohetes ruso), fusiles y un arsenal de tanquetas. Los enviados del oficialismo burlaron la palabra para el acuerdo de rendición y bombardearon la humilde casa donde los rebeldes se encontraban en El Junquito. El piloto tenía más de seis meses viviendo en la clandestinidad y ese reto no lo soporta una dictadura. Los miembros del grupo fueron ejecutados. Pérez tenía 36 años y una hoja de servicio intachable.
Después Maduro reiteró su amenaza: “A cada grupo que armen y financien para traer el terrorismo, le va a tocar el mismo destino”. Es evidente que a Maduro no le interesa cumplir con la ley o respetar los derechos humanos. El asunto para el tirano es mantenerse el poder. Así tenga que asesinar a medio país.
Lo está haciendo.
El 8 de octubre, el cuerpo del concejal Fernando Albán fue lanzado del décimo piso del edificio de la policía política, SEBIN, ubicada en Plaza Venezuela. Albán había sido detenido de manera irregular. Los antecedentes conocidos por testimonios de presos políticos y las circunstancias del hecho, llevan a la certeza de que el concejal fue salvajemente torturado y que durante ese proceso, falleció.
Los representantes oficiales se enredaron en sus propias mentiras. Tarek William Saab, en su carrera por desplazar del Tribunal Supremo de Justicia a Maikel Moreno, se mostró dispuesto a inventar cualquier historia que justificara la hipótesis de suicidio, pero no pudo. El desprecio hasta de sus militantes lo calló. El régimen optó por cercar la información y silenciar el caso. Después saldría de su cargo Gustavo González López, jefe del SEBIN.
Fue muy rudo para los venezolanos constatar la manera despiadada como son torturados los presos políticos en el país. Eso demuestra mucha violencia.
Este diciembre el Observatorio Venezolano de Violencia presentó su informe anual que confirma estadísticas que preocupan. Y lo más terrible es que la situación es generada por los cuerpos de seguridad del mismo Estado, responsables de una de cada tres muertes violentas. Coherente con la actuación de un Estado criminal.
En Venezuela mueren 63 personas diariamente como consecuencia de la violencia.
Precisa Roberto Briceño León director del OVV, que de acuerdo a los parámetros de la Organización Mundial de la Salud, puede afirmarse con claridad que una epidemia de violencia se expande en el territorio nacional.
Otro rasgo que inquieta de esta situación, es el registro de un nuevo rostro de la violencia: el del empobrecimiento, que a su vez lleva a cambiar las formas del delito y a incorporar nuevos actores.
Destacan los expertos, las señales de actos despiadados cometidos en asesinatos múltiples originados en enfrentamientos entre bandas delictivas a distinto nivel, desde el control del sector en un barrio hasta el de las minas de oro. En los hechos se evidencia saña en las ejecuciones. Se trata de mostrar quién detenta el poder, quién maneja el negocio.
Las muertes de menores de edad, deberían alarmar. Niños víctimas de la violencia pero además, niños actores de la violencia. Se trata de una realidad sostenida en cifras, que apuñala la esperanza. Las bandas de muchachitos son una bofetada tan contundente como las aulas vacías.
La violencia en nuestras almas, eso es muy triste. Atormenta que ese comportamiento, la utilización constante de la fuerza, pareciera haberse incorporado a la cotidianidad del venezolano donde lo natural es la respuesta agresiva y la reacción ruda, aniquilando el debate, cancelando la procura de un acuerdo. Aterra la posibilidad de que el comportamiento chavista que hemos enfrentado haya contagiado al país. En es manera de actuar han muerto la sonrisa y la solidaridad.
El régimen de Maduro maltrata y humilla a los ciudadanos. Promete perniles y no cumple (y si lo hace, los entrega podridos). Mantiene a los ciudadanos pasando hambre, sin medicinas, sin servicios básicos. La dictadura de Maduro ejecuta violencia.
En el 2018 el odio venció sobre los venezolanos. Ruego porque en el 2019 se produzca un reacomodo que cambie eso. Que devuelva a Venezuela la bondad y la generosidad para alcanzar la justicia, la paz y la libertad.
*Ibéyise Pacheco. Periodista y escritora. Ciudadana de la libertad. Destaca como una de las escritoras con mayor agudeza en el periodismo de investigación, con casos que han sacudido Venezuela. Es autora del libro Sangre en el diván, uno de los más vendidos en el país en la última década, versionado para el teatro y tv en EEUU. También publicó Bajo la sotana y El grito ignorado. Con Las muñecas de la corona, escrita desde el exilio, la periodista trasciende hacia la novela. Logra una narración cargada de suspenso, escándalos e ilegalidades en casi dos décadas en Venezuela y donde es difícil diferenciar entre la realidad y la ficción.
Por: Ibéyise Pacheco
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Caracas, miercoles 02 de enero de 2019
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Tener dólares ya no es tan
gran negocio en Venezuela
“Hace no mucho tiempo con 20 dólares en el bolsillo te sentías multimillonario en Venezuela”, dice en conversación con BBC Mundo Henkel García, analista y director de la consultora Econométrica…”.
■ Toro Hardy: Estamos ante un verdadero terremoto económico.
■ El dólar está perdiendo poder de compra en Venezuela a un ritmo acelerado.
■ El dólar Dicom explotó este año, pasando de 10 a 63.818.000 de bolívares fuertes.
■ La crisis ha partido en dos a la Venezuela socialista. Pero la brecha no separa tanto a chavistas y opositores como a los que tienen dólares y a los que no.
■ Oscar Meza (Cendas): Tenemos una dolarización de facto porque nadie cree en el bolívar. Una familia requiere de al menos un salario mínimo diario para sobrevivir en Venezuela.
Caracas.- La divisa estadounidense está perdiendo su poder de compra a ritmo acelerado. Según estima Alejandro Grisanti, director de Ecoanalítica, otra de las firmas que se dedican a analizar el comportamiento de la economía venezolana, “el dólar compra hoy 10 veces menos que hace solo un año”.
Venezuela vive hoy una grave decadencia económica y muchos aspectos claves de la economía del país —lo que los economistas llaman variables macroeconómicas— sufren graves desequilibrios.
El más destacado es la hiperinflación. Las autoridades llevan tiempo sin publicar las estadísticas de la evolución de los precios, pero a pie de calle se siente una constante y vertiginosa subida de los mismos. El Fondo Monetario Internacional prevé que llegará a un estratosférico 10.000.000% en 2019.
La hiperinflación está deteriorando el poder adquisitivo de los venezolanos y, en consecuencia, sus condiciones de vida.
En el contexto de la hiperinflación la moneda local, el bolívar, sufre una imparable pérdida de valor y, pese a los intentos del gobierno, cada vez menos personas y empresas confían en él.
Maduro y su equipo económico culpan de los problemas del bolívar a una “guerra económica” orquestada por especuladores internacionales enemigos de la llamada revolución bolivariana.
Para Maduro, las sanciones contra Venezuela impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros, son “ilegales” y una prueba de esa campaña hostil.
Sea como sea, el dólar es mucho más apreciado que el bolívar como única forma de ahorro seguro y, cada vez más, también como medio de pago, especialmente de los bienes y servicios a los que solo pueden acceder las minorías más pudientes, como billetes de avión, restaurantes o suscripciones a gimnasios y centros de belleza.
Por eso cómo evolucione es tan importante para muchos en Venezuela.
Por qué el dólar está perdiendo poder de compra:
Pero si el bolívar pierde valor y cada vez pesa más el dólar, ¿por qué la divisa estadounidense cada vez compra menos?
Hay un culpable: la hiperinflación.
No es que el dólar esté bajando, sino que los precios suben a un ritmo tan vertiginoso que han superado incluso el ritmo al que el dólar gana valor frente al bolívar.
O sea, los precios ya suben más que el dólar, con lo que el billete verde pierde poder de compra.
Guillermo Arcay, experto de Ecoanalítica y coautor del informe “El dólar en el ojo del huracán cambiario”, señala que esta tendencia comenzó hace un año, “en noviembre de 2017, cuando Venezuela entra en hiperinflación y se ve ya un choque”.
Ahí empezó el proceso que los economistas conocen como la apreciación del tipo de cambio real. Significa, en palabras de Arcay, que “la vida en dólares se encarece”.
Según Arcay, “en los últimos tiempos los precios aumentaban un 25% semanal, mientras que el dólar lo hacía un 8%”.
Son varias las razones que le están restando poder al dólar.
Henkel García detecta que “los actores económicos están ajustando más rápido los precios y trasladando los cambios en el mercado paralelo”, el de referencia en el país pese a su clandestinidad.
Ahora cuando sube el dólar, eso se refleja mucho más rápido en los precios.
Otras causas son resultado del empobrecimiento general.
“La demanda de dólares para el ahorro está cayendo porque la gente no tiene cómo ahorrar”, señala Arcay.
No solo se ahorra menos.
“El consumidor está muy empobrecido y sujeto a fuertes restricciones presupuestarias, por lo que consume mucho menos, lo que lleva también a una caída de las importaciones”.
Como nadie fuera de Venezuela acepta pagos en bolívares, las importaciones se han de pagar en dólares.
Al reducirse lo que Venezuela importa, lo hace también la demanda de dólares para pagarlo. Y cuando cae la demanda de algo, cae también su valor.
¿Es normal lo que está pasando?
Los expertos encuentran difícil hablar de normalidad en la economía venezolana.
Pero que el dólar vea rebajado su enorme poder de compra es, de alguna manera, normal.
“Lo que habíamos vivido entre 2015 y 2017, cuando compró mucho más de lo que históricamente había venido comprando, es lo que podemos considerar una locura. Aquello era lo anormal”, indica García.
En los tiempos de esa “locura” uno podía cenar en el mejor restaurante de Caracas con apenas US$2 o pasar un mes de vacaciones en el país por apenas US$100.
La fiebre del dólar, coinciden los analistas, empezó a gestarse a finales de 2012.
Según García, crítico con el gobierno, “por razones fundamentalmente políticas, empezaron entonces a deteriorarse todas las variables macroeconómicas”.
“El chavismo hizo todo lo posible porque pareciera que tenía una economía normal y agotó sus reservas internacionales”.
En aquel año, un Hugo Chávez enfermo le ganó sus últimas elecciones presidenciales a Henrique Capriles.
Ya antes de fallecer el presidente en 2013, los problemas latentes se hicieron evidentes.
Las webs que “distorsionan”
Para Pasqualina Curcio, economista de la Universidad Simón Bolívar y cercana a las ideas del gobierno, empezó antes y tuvo otras causas:
“A partir de 2006 comenzaron a posicionarse una serie de páginas web que establecían a diario una supuesta cotización del bolívar con respecto al dólar, pero esa cotización no tenía ninguna correspondencia con las condiciones de la economía ni real, ni monetaria, ni financiera”.
Según Curcio, sitios como Dólar Today buscaban” distorsionar la economía y los mercados en el marco de la guerra económica contra el pueblo venezolano”.
Ella cree que se trató de una ataque deliberado contra el bolívar lanzado por razones políticas desde los países capitalistas enemigos de la revolución bolivariana.
Arcay, en cambio, sostiene que todo se debió a que el gobierno se quedó sin dólares.
En Venezuela “el mercado cambiario siempre ha estado regulado y antes el gobierno hacía política cambiaria ofertando y demandando dólares en el mercado formal e informal”.
“Cuando el gobierno dejó de tener suficientes para cubrir la cantidad que tradicionalmente venía aportando, se dio una escasez de divisas en el mercado paralelo y el dólar se disparó”.
Como resultado de aquel colapso, afirma García, hubo una gran cantidad de operaciones de permuta de divisas que ya habían sido aprobadas y que nunca se cancelaron.
“Compañías aéreas, farmacéuticas, telefónicas, etc. se quedaron con su dinero atrapado en Venezuela”.
Muchas decidieron marcharse.
Con ellas, también los dólares que aportaban, agravando la escasez de la divisa.
Y el petróleo cayó:
En 2014 empezó a caer también el precio del petróleo, cuya exportación supone la principal fuente de ingreso de dólares a Venezuela.
Fruto de todo ello, el dólar subía como la espuma, alcanzando en el verano de 2015 sus niveles máximos.
Arcay asegura que entonces “quienes tenían dólares para cambiar en el mercado paralelo tenían un poder de compra absurdamente alto”.
Pero aquel era, cree Arcay, “un país de mentira” y la burbuja del dólar, “la consecuencia directa de una distorsión” provocada por la política cambiaria del gobierno.
García dice que es ahora cuando “se tiende de nuevo a la normalidad”.
¿Qué pasará en el futuro?
Arcay prevé un fuerte repunte de la capacidad del dólar en los últimos meses del año.
Pero será un fenómeno estacional vinculado al pago de bonos a empleados y otras prácticas habituales de la Navidad.
La tendencia a medio y largo plazo es a que el dólar se estabilice.
García pronostica: “No debemos esperar más brincos como los de los últimos años”.
El analista cree que los distintos actores se están adaptando a la nueva realidad de la economía venezolana, mucho más pequeña y con menos actividad, y que en ese nuevo contexto el dólar tendrá un comportamiento más estable.
Los que tienen dólares y los que no:
La crisis ha partido en dos a la Venezuela socialista. Pero la brecha no separa tanto a chavistas y opositores como a los que tienen dólares y a los que no.
En un país de gobierno bolivariano y nacionalista y de control cambiario desde 2003, casi todos prefieren los papeles con la cara de los presidentes Washington, Grant, Jackson o Franklin a los que tienen la efigie de Simón Bolívar u otros próceres de la patria.
Y es que tener los primeros marca la diferencia entre resistir la crisis o no; incluso entre sobrevivir o no.
En las elecciones presidenciales del 20 de mayo el candidato Henri Falcón proponía dolarizar la economía venezolana como medida rápida y efectiva para acabar con la hiperinflación que devora los salarios y bolsillos de los venezolanos.
Falcón no ganó y no hay dolarización, pero aunque oficialmente sólo se puede cobrar en bolívares, cada vez más el dólar y su cambio en el mercado negro se convierten en la referencia de una economía en la que conviven de hecho dos monedas.
“Quien tiene unos pocos dólares vive bien y su realidad es muy distinta de quien no los tiene”, afirma a BBC Mundo el economista Asdrúbal Oliveros.
Eso se ve claramente en la zona de clase media y alta de Chacao, en Caracas, por ejemplo.
Por un lado, gente pudiente llena restaurantes elegantes; por otro, jóvenes con ropa sucia rebuscan alimentos en la basura. Unos y otros separados apenas por unos pocos metros. Y por los dólares que los primeros ganan con su trabajo, tienen ahorrados por un pasado que fue próspero o reciben desde el exterior.
Los siguientes son perfiles que ilustran la profunda brecha que separa a los que tienen dólares en Venezuela de los que no tienen.
“No puedo mejorar mi calidad de vida”:
Rafael Acendra vive con sus dos hijos en lo alto de un barrio popular de Caracas. El piso de su vivienda es puro cemento. Desde hace meses, como todos en este cerro de Brisas de Propatria, no dispone de agua.
Recuerda con nostalgia su pasado como empleado de una empresa de asesoría técnica automotriz donde era comercial de pintura para vehículos.
Tiene a su cargo dos hijos, uno de 11 y otro de 8 años. La mamá de ambos se fue a Colombia hace unos meses y aún no es capaz de enviar dinero para la familia.
“A mí me va bien”, me dice Rafael, pese a que su nevera está casi vacía. En el congelador hay más escarcha que pollo.
Puede ganar de bolívares a la semana, como entre US$15 y US$30 aproximadamente al cambio en el mercado negro. Un lujo para muchos.
Con eso es capaz de hacer una compra completa. El problema, dice, es que todo lo que gana lo gasta en comida para él y sus dos muchachos.
Rafael aspira a más. Lo que una vez tuvo.
“Si quiero comprarme un vehículo, tener un apartamento, una nevera nueva… No puedo mejorar mi calidad de vida”, se queja. Por eso piensa en emigrar a Perú para que pueda regresar la madre de los niños.
Dos años sin zapatos:
Su hijo menor gana un sueldo mínimo de 2,5 millones de bolívares mensuales en un restaurante de comida rápida. Si no fuera por su madre, ese salario no les permitiría vivir.
Luego hay otro porcentaje de gente en Venezuela que es dependiente del gobierno, tanto de la caja de alimentos que entrega a un precio muy bajo y que llega con irregularidad, como de los bonos que concede regularmente.
“Hay comida cuando viene”, me dice un joven padre en Petare en referencia a la caja de alimentos que vende el gobierno. Resuelve sobre todo con el dinero que envía desde Colombia su suegra.
75% vs. 25%:
En esta situación de ingresos en bolívares y ciertas ayudas vive con más o menos ahogo aproximadamente el 75% de los venezolanos, según similares cálculos de los economistas Asdrúbal Oliveros y Luis Vicente León.
El mundo cambia para el 25% al que le llegan dólares. Ellos resisten la crisis y una parte aún acude con regularidad a restaurantes y cines, hace turismo, va a la peluquería y compra libros.
Lucía Suárez, una señora colombiana que vive en el populoso barrio caraqueño de Petare desde hace décadas, también vive en bolívares.
Siempre se dedicó a limpiar en casas de clase media y alta. No pasa hambre, pero ahora, como Rafael, todo lo que ingresa es para su comida y la de su hijo adolescente.
“Hace dos años que no me compro ropa ni zapatos”, dice. Y recuerda también un pasado más próspero en el que tenía comodidades y hasta enviaba dinero a otro hijo que vive en Colombia. Ahora es él quien se lo manda cuando ella lo necesita.
Gana unos 12 millones de bolívares a la semana, mucho más que otras empleadas del hogar en Caracas. Pero unos zapatos pueden costar 35 millones.
El dólar Dicom:
El precio del dólar aumentó su valor en Venezuela unas 6.381.800 veces este 2018, al pasar desde los 10 bolívares por unidad en que se cotizaba en el mercado oficial el pasado enero a los 638,18 -o 63.818.000 antes de la reconversión monetaria que suprimió cinco ceros al signo local- en que se ubica hoy.
El Banco Central de Venezuela informó de esta tasa, producto de la pasada subasta de divisas, que tendrá valor hasta el próximo miércoles 2 de enero de 2019, cuando una nueva puja designe un nuevo valor.
El notable incremento de la cotización del dólar es otra confirmación de la acuciante crisis económica que padece Venezuela, que se expresa en escasez generalizada, hiperinflación y una caída del PIB superior al 50 % en los últimos 5 años, según cálculos del Parlamento.
La actual tasa oficial, además, casi se iguala con la que marca el ilegal mercado paralelo de divisas, uno que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro ha prometido destruir al acusarlo de los males de la economía del país suramericano.
Asimismo, el salario mínimo vigente en Venezuela, de 4.500 bolívares, la norma en la administración pública y que perciben unos 4.000.000 de trabajadores, pasó a solo 7,05 dólares mensuales luego de la subasta.
En Venezuela rige desde 2003 un férreo control de cambios que reserva al Estado la asignación de las divisas, necesarias para la importación de la mayoría de los bienes que consume la población.
Este sistema de cambios, criticado por empresarios y opositores, ha sufrido varias modificaciones en sus 15 años de operación, pero nunca ha suavizado sus mecanismos.
En la actualidad, los venezolanos acceden a las divisas a través de un engorroso sistema de subastas conocido como Dicom, que sin embargo no garantiza la asignación de las mismas.
El Dicom fue relanzado en agosto pasado en el marco del programa de recuperación económica de Maduro, y entonces su tasa fue de 60 bolívares por dólar. (EFE).
Dolarización de facto:
Para el director del Cendas, Oscar Meza, una familia requiere de al menos un salario mínimo diario para sobrevivir en Venezuela.
“Por lo menos”, dijo este lunes en Primera Página, por Globovisión. “Pero con eso no completas las necesidades básicas. Eso muy fácil, se puede comprobar con solo salir a la calle y ver los precios de los productos”.
Recordó el último informe presentado por este centro de investigación en el que reportan que la canasta alimentaria en noviembre alcanzó los 121.719 bolívares.
“Una familia de cinco miembros requiere de 300 dólares para vivir, solo para comprar alimentos. Y esta cifra la multiplicaríamos por dos si busca cubrir sus necesidades básicas”, acotó Meza.
En la canasta básica –dijo- no están incluido gastos como: cauchos, baterías para carro, juguetes para los niños o ropa y calzado.
Meza también se refirió a la “dolarización de facto” que, a su juicio, se está dando en Venezuela. “Ya la gente no tiene confianza en la moneda nacional”, expresó.
Sobre las proyecciones del Cendas para el 2019, adelantó que la canasta alimentaria podría estar rondando los 500 mil bolívares al millón de bolívares; prevé un incremento de salario mínimo a 10 mil bolívares y una canasta básica en más de dos millones de bolívares.
Terremoto económico:
El economista y ex-directivo de Petróleos de Venezuela, José Toro Hardy, se refirió este jueves a la economía venezolana como un “verdadero terremoto” pues, desde su punto de vista, el gobierno de Nicolás Maduro ha “destruido” la poca producción petrolera que se venía registrando en los últimos años, lo que ha generado que crezca la hiperinflación.
“El problema es que se ha destruido la producción petrolera lo que ha generado un déficit fiscal importante; si la forma de atender esto es imprimiendo dinero inorgánico, entonces lo que haces es que crezca la hiperinflación que, vale acotar, es la más alta del mundo. Ese excedente de moneda se desvía a la compra de dólares en el mercado paralelo y ocasiona tres fenómenos: hiperinflación, escasez de bienes muy grave y una devaluación. Esto ya no es un temblor, sino un verdadero terremoto”, expresó Toro Hardy en Primera Página, por Globovisión.
Recalcó que una de las promesas del presidente Maduro ha sido llevar el déficit fiscal “a cero”, sin embargo, para el economista el Jefe de Estado hace todo lo contrario.
“Para llevar el déficit fiscal a cero tienes que cambiar la economía de control por una economía de estímulo. Por un lado dice, con su cara muy tranquila, que lo va a reducir, pero por otro lado la liquidez monetaria ha aumentado en más de 500 % casi 50 mil % en el año. Se sabe muy bien cómo cambiar este panorama, pero se hace todo lo contrario, por eso el próximo año tendremos más hiperinflación”, acotó el economista.
Insistió en que las políticas económicas aplicadas por Maduro son un cúmulo de “desconocimiento y populismo”.
“Hay que cambiar el modelo económico si quieres reactivar la economía, porque se necesita inversión privada”, agregó.
“¿Quién va a invertir en Venezuela cuando hay control de cambio, hiperinflación, inseguridad jurídica?, mientras no se invierta, no crece la producción, eso es el ABC de la economía”, reiteró.
Distribución de gasolina:
El ex director de Pdvsa también se refirió al problema en la distribución de gasolina, sobre todo en estados fronterizos y el centro del país.
“El problema inicia en 2003 cuando Pdvsa despide a más de 20 mil trabajadores con 20 años o más, de experiencia, es decir, todo lo lanzaron al cesto de la basura; Pdvsa actualmente no tiene el personal capacitado para manejar la industria, por tanto, la producción se ha venido vertiginosamente abajo. En 1998 producíamos más de 3 millones y medio de barriles, hoy producimos un millón. Esto se traduce en que no haya gasolina, porque no se la aplica el mantenimiento adecuado a las refinerías que están trabajando en 20 % de su capacidad instalada, es decir, no la producen; habría que importarla, pero no hay dólares para hacerlo…todo es una cantidad de problemas que ha creado un verdadero caos en la economía”, expuso Toro Hardy.
Afirmó que para recuperar la industria petrolera se requiere un aproximado de 30 mil millones de de dólares por año, en 7 años, para volver a la producción de hace 20 años.
“¿De dónde la sacamos? De la inversión privada. ¿Bajo qué modalidad? Eso tiene que llegarse a un acuerdo, sino hay acuerdos, no vienen. El Estado no tiene cómo hacerlo porque no tiene con qué, los de afuera no se atreven a venir, yo creo que hace falta un cambio de modelo económico que no luce posible sin un cambio de modelo político”, concluyó.
*Orlando Ochoa P. Economista PhD, Consultor Profesional Independiente Universidad Católica Andres Bello, Caracas & University of Oxford.
Por: Daniel García Marco & Guillermo D. Olmo
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Caracas, domingo 07 de mayo 2017
Hace dos semanas no escribí, estaba fatigado, aunque intenté pasar desapercibido agradecí tu inquietud por mi ausencia, me sorprendiste, me di cuenta que el quehacer nos tiene atados. Mis entregas? ya te lo he dicho? son agonías, sobresaltos, pocas veces entusiasmos, escritas contigo a coro. Tú escribes tu angustia, yo escribo contigo la mía: somos Venezuela…”.
El delirio de ser venezolano
Escribir en el destierro es un rito más bien sentimental, intentamos relatar emociones que son zozobras. Alguien debe intentar hacerlo sin tanto sesudo análisis, sin fastuosas retóricas que no dicen nada, sin malabarismos verbales que más que mostrarnos lo vivido, lo desbaratan, lo disfrazan o lo ocultan. Tú y yo no hacemos eso, ¿para qué?
Ni disfrazamos ni ocultamos, vivimos. Somos venezolanos y padecemos una auténtica maldición.
¿Deliramos?
El delirio de ser esperanza
Sé que sientes rabia, lo sé. Yo también la siento, mucha rabia. Pasan los días, los meses, los años y se eterniza nuestra tragedia. Cierra el año 2018 y nosotros seguimos de lamento en lamento, somos una nación derrotada.
Te lo escribo en secreto a ti, esto es entre nosotros, tú y yo, sólo tú y yo, no es oportuno que sea público, podría minar aún más el ánimo de la gente…, la esperanza.
¿Escribí esperanza?
El delirio de ser asesino
Sé que te provocaría agarrar una ametralladora y comenzar a dispar a diestra y siniestra contra los verdugos de nuestro tiempo, lo sé, no lo digamos públicamente, pero lo sé. A mí me sucede exactamente lo mismo: una ametralladora, cien granadas, tanques, puñales, bombardeos, toda vaina que aniquile tiranos, tiranías, criminales de lesa humanidad.
Pero no lo hacemos ni lo haremos, nosotros lamentablemente no somos como ellos, nunca lo seremos. A veces deliramos, pero no lo somos.
¿Lamentablemente?
El delirio de ser cadáver
Entiendo tu frustración porque es la misma que la mía: somos siameses del mismo fracaso, algo está visiblemente despedazado en nosotros, Venezuela apesta a cadáver. Y tú eres venezolana o venezolano, y yo también. ¿Entiendes?
Acepta estas palabras en la intimidad, nuestra intimidad, como si nada ni nadie existiera, sólo tú y yo, soldados maltrechos después de una guerra de años, una guerra donde todos los generales han sido encarcelados, heridos, han muerto, se han rendido o han desertado. Donde sólo quedamos tú y yo, arrinconados en una ratonera, escondidos de nuestra propia vergüenza, ocultándonos –sin lograrlo– de nuestro penoso destino.
Tú y yo, náufragos de la tiranía.
El delirio de ser amante
Y si tu belleza como mujer venezolana la has ganado porque has luchado, y si nuestro inexorable destino es la pérfida esclavitud o la muerte histórica, y si no hubiese más tiempo, y si estuviésemos derrotados, olvidados, como un último impulso de lucha y resistencia, te acariciaría, te tocaría, vería tu rostro con clemencia y lo besaría, sí, volvería a nacer en tus labios, los mordería con la fragilidad con que se muerde una uva, te despojaría lenta y calculadamente de cada tela, cerraría tus ojos, te besaría, sí, te besaría, lamería amorosamente los miedos acorralados sobre tu piel, y en tu última desnudez –la mía– te amaría, entre jadeos y sudores crearía el aire, la frescura, el sueño, reinventaría el futuro en la colisión blanda de nuestros cuerpos, y, clandestinos, labraría en tus entrañas, con infinito enamoramiento patrio, un hijo. Y te susurraría, casi imperceptible: no pueden ni podrán con nosotros porque tú y yo amamos.
Y el amor engendra, crea, es dador de vida.
El delirio de desear feliz año
Amantes de guerra, reflexivos después de la fatiga, abstraídos en otro tipo nacimiento que no es sensual sino idealista, desnudos aún, te abrazaría, me sujetaría –náufrago– a ti, celebraría nuestra irreverencia frente al oleaje, desvanecidos de paradigmas, de fórmulas sociales, y haría política, soñaría a Venezuela en tus brazos, amarrado a tu cuerpo.
¿Deliro en ti? ¿Deliramos juntos? ¿Columpiamos nuestros delirios venezolanos aferrados a nuestro intenso ideal de libertad? ¿Somos libres? ¿Lo seremos? ¿Es un delirio desear feliz año?
No, no lo es…
*Gustavo Tovar Arroyo, Abogado, escritor, poeta, educador y activista de los Derechos Humanos. Su activismo civil y mordaces artículos de opinión lo han convertido en uno de los venezolanos más señalados del régimen chavista.
Por: Gustavo Tovar-Arroyo
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@tovarr
Mexico, sabado 29 de diciembre, 2018
*Este es un sitio participativo. Para escribir aquí sólo tienes que registrarte en: reportero24@live.com
*Reportero24 no se solidariza o avala las opiniones de los colaboradores.
*Nota: El presente articulo se reproduce sin perjuicio de los Derechos de autor, quien por cortesía permite su reproducción en este site.
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[audio:https://audioteca.unionradio.net/wp-content/uploads/2018/11/URN-2018-11-27-LA-ENTREVISTA-JOSE-GUERRA.mp3 |titles=Guerra] AUDIO: Escucha Escuche a José Guerra: Economista advierte que hiperinflación persistirá por algún tiempo.
[audio:https://audioteca.unionradio.net/wp-content/uploads/2018/12/RUTH.mp3 |titles=El Bolívar]AUDIO: Escuche a Germán Rodríguez: “Sector construcción Carabobo alcanzó 95% de paralización en 2018.
La historia juzgará con especial severidad la era chavista. Venezuela habrá perdido los primeros 30 años –si es que no son más– de este siglo: un tiempo en el que habrá visto reducir drásticamente el tamaño de su economía y lastrado seriamente las posibilidades de desarrollo en las siguientes décadas. Un traspiés cuyos efectos pueden durar el resto de centuria…”.
■ Cuando el país se recupere, sus reservas de petróleo habrán perdido valor por el descenso del consumo mundial.
■ Venezuela terminará el 2018 con la deshonra de tener una deuda externa que representa el 159% de su Producto Interno Bruto, la mayor de la región.
■ El gobierno socialista no se cansa de acumular récords negativos para el país. Este año terminaremos como la nación más endeudada del continente americano según datos del Fondo Monetario Internacional, FMI.
Caracas.- Haber hundido su industria del petróleo tendrá un notable coste. Cuando quiera superar su incapacidad para explotar al máximo sus grandes reservas se encontrará con que habrá menos demanda de su crudo, pues el mundo habrá entrado en una etapa «pospetróleo», como vaticinan los expertos. También cuando quiera superar su déficit en infraestructuras, provocado por la inacción del chavismo a pesar de los años de grandes ingresos públicos, se topará con imposibilidades presupuestarias.
Si entre 2013 y 2018 el Producto Interior Bruto (PIB) venezolano ha sufrido un retroceso acumulado del 44,3%, cabe suponer que el continuado declive en años venideros (el FMI prevé un encogimiento del 5% en 2019) habrá supuesto eliminar de un plumazo más de la mitad de su economía. No existen precedentes de algo así salvo en desastres provocados por una guerra.
Si en 1999, año en que Hugo Chávez asumió el poder, el PIB de Venezuela era un 13,6% más grande que el de Colombia (diferencia que aumentó en los años siguientes debido a que el precio del petróleo se disparó), en 2013, año de la llegada de Nicolás Maduro a la presidencia, el PIB colombiano sobrepasó al venezolano en un 2,4%, y eso antes de que se diera el desplome económico de la república bolivariana.
Las reservas se quedarán bajo suelo:
La tragedia de Venezuela es que cuando se recupere de este tiempo de postración, despertará a un mundo en el que sus reservas de petróleo, las mayores del planeta, habrán perdido parte de su valor. En lugar de haber pasado estos años bombeando con energía el crudo que contiene su subsuelo, ampliando su capacidad de producción y mejorando la tecnología de Pdvsa para aprovechar su petróleo extrapesado, el gobierno del PSUV ha ido dejando morir la industria nacional. La producción va camino de reducirse a la mitad: de 3,2 millones de barriles diarios a alguna cifra por debajo de los 2 millones en estos momentos.
Si Maduro completa el periodo de seis años que inaugurará el 10 de enero, nos plantamos en 2024. Confiando en que, en cualquier caso, el dominio chavista no vaya más allá, hasta la década de 2030 la industria nacional petrolera no habrá podido reponerse. Para ese tiempo, el consumo global de crudo estará a punto de llegar a su pico, para comenzar a descender debido a la generalización de los automóviles eléctricos y el mayor acceso a fuentes de energía renovables.
En 2040 el peso del petróleo en el consumo energético global habrá bajado al 28%, desde el 31,5% de 2015 (y el 46% de 1973), según los datos del último informe anual de la OPEP. Para 2040 los países desarrollados de la OCDE ya estarán reduciendo su consumo (8,7 millones de barriles diarios menos que en 2017) y aunque otras regiones del mundo seguirán incrementando su uso, debido al desarrollo en ellas de una clase media más numerosa, el pico absoluto de consumo no tardará en alcanzarse.
Así que, cuando Venezuela se recupere, Estados Unidos, su principal cliente, consumirá menos crudo y además ya habrá ido sustituyendo los suministros de sus refinerías adecuadas hasta ahora a las características del petróleo venezolano. Y China tampoco estará muy interesada en adquirirlo porque si hoy la mayor parte del petróleo de Venezuela lo revende, pues llevarlo hasta sus costas resulta más caro, entonces pocos países desarrollados estarán interesados en adquirirlo.
Para entonces, el principal hidrocarburo será el gas natural. Si bien Venezuela también es productor de gas, se trata de una producción mucho menor, sin apenas peso en el mercado internacional. Para desarrollar ese sector –instalaciones de gas licuado, por ejemplo– Venezuela necesitará un volumen de capital del cual no dispone. Y ante tantas urgencias de inversión extranjera que entonces tendrá, está por ver cómo canaliza convenientemente las que lleguen.
Déficit crónico de infraestructuras:
Con ser central, la cuestión petrolera no es la única que evidencia las décadas perdidas de Venezuela. Otra área importantísima son las infraestructuras. Durante el chavismo apenas ha habido inversión en obra pública, ni siquiera de la mano de los chinos, como sí ha ocurrido en otros países donde Pekín ha derramado créditos (en el caso venezolano, estos han sido por petróleo a futuro, no a cambio de carreteras, puertos o ferrocarriles). El país vive de herencias anteriores: de la dictadura de Pérez Jiménez, que se prodigó en la mejora de las comunicaciones, y de las obras de la IV República, tan denostada por el chavismo.
El problema aquí es que cuando el país supere la «excepcionalidad» en la que se encuentra habrá perdido la oportunidad de oro que suponían los altos ingresos por petróleo.
La vida imposible en la Venezuela de Maduro:
En la Venezuela actual escasean alrededor de 24 productos alimenticios tan básicos como la leche, el pollo, la carne, la avena, la harina o la pasta, y 34 productos imprescindibles de higiene personal como el jabón, papel higiénico, desodorante o pañales. Han sido doce largos meses de proeza para los venezolanos que, ahogados por cifras millonarias de hiperinflación, siguen batallando para que el hambre y la miseria no acaben con sus vidas. El fracaso de la revolución bolivariana lo demuestran los precios de los productos que suben a razón de un 3% o 4% por día, destruyendo el poder adquisitivo de las familias.
Nelly Barrios, tuvo que bajar las persianas de su local en el centro de Caracas porque llevaban meses sin vender los bañadores que ella misma confeccionaba. «Por la crisis teníamos que remarcar los precios a diario y cuando las personas lograban reunir el dinero ya costaba un 15% más», aseguró la mujer. Barrios no es la única que ha cerrado su lugar de trabajo, también lo han hecho restaurantes por la escasez de alimentos. De hecho, Consecomercio calcula que un 40% de los locales han cerrado de manera parcial o definitiva en la capital.
Pero los embates de la nefasta gestión económica de Nicolás Maduro no tienen signos de mejora. El Parlamento de mayoría opositora ha pronosticado que el país cerrará el año con una inflación de 2.000.000% y, aún más dramático, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que este indicador alcance los 10.000.000% en 2019.
Celebrar la Navidad en plena crisis económica y social es un lujo que muy pocos pueden darse. María Elena González, empleada del hogar, vive en Las Minas de Baruta, un sector popular de Caracas, y aunque quiere cenar en familia en Nochebuena por su hijo de 8 años quien está a la espera de recibir su regalo de navidad, se le hace imposible. «Sale carísimo hacer las hallacas (plato típico navideño) o comprar el pan de jamón a 6.000 bolívares (6,7 euros) cuando el sueldo mínimo es 4.500. Comeremos arepa», comenta González preocupada por la situación.
El precio promedio de una hallaca varía entre 2.800 a 3.500 bolívares soberanos dependiendo de la zona donde se adquiera, lo que representa el 67% del salario de un trabajador. Esto contando el último aumento ordenado por Maduro hace menos de un mes. Dicho incremento sitúa el salario en apenas nueve dólares mensuales, menos de un tercio del valor que tenía en agosto, cuando el Gobierno de Venezuela anunció su plan económico.
El fenómeno en la región:
En el año más inflacionario y dañino de la historia de Venezuela, el Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice) decidió crear el «inflaciómetro de Caracas», una herramienta digital que mide la variación de precios quincenalmente dentro del área metropolitana.
En ella se puede comprobar el incremento del precio de los productos en más de diez categorías. El más dramático fue el que sufrió el cartón de huevos, que el 15 de diciembre se situó en 1.500 bolívares y, una semana después, estaba en 1.800. Lo mismo sucedió con el litro de leche que en tan solo siete días aumentó un 90% su valor –pasó de costar 520 a 990 bolívares–. Incluso, hay productos que ya tienen un precio fijo en dólares y se paga a lo que se cotice en el mercado negro. Un ejemplo –de esta economía dolarizada– es la harina Pan, cuyo valor es un dólar, si se consigue.
El fenómeno de la hiperinflación siempre pareció una leyenda negra para los venezolanos que recordaban a Perú como el país con la peor hiperinflación de la historia de la región, registrada en los 90, bajo el Gobierno de Alan García. Venezuela va camino de romper ese negativo récord en 2018 si los pronósticos internacionales se cumplen.
José Guerra, diputado opositor y economista, señala que «no hay salario, no hay pensión, jubilación o ahorro que pueda soportar este ritmo de incremento de los precios». En su opinión, los países que tienen mejor desempeño en América Latina son aquellos que no tienen el dólar, «comparemos a Ecuador con Chile, o con Perú y Colombia que tienen su propia moneda, lo que hay que hacer es cuidar tu moneda y tener disciplina fiscal y monetaria. Ecuador lleva tres años que no crece», aseguró.
Venezuela terminará 2018 inmersa en la peor crisis económica de todos los tiempos. Las secuelas se traducen en el éxodo que ya supera los 3,3 millones de venezolanos y alcanzará los 5,2 millones para 2019, según la ONU y Acnur.
Por: Emili J. Blasco &
Gabriela Ponte
@gabyponte
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Madrid, Domingo 30 de diciembre de 2018
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[audio:https://audioteca.unionradio.net/wp-content/uploads/2018/12/MADURO.mp3 |titles=Mineria]AUDIO: Escucha Las declaraciones de Maduro.
Para nadie es un secreto que Venezuela tiene enormes deudas con China y Rusia, que debido al incumplimiento en el envío de crudo, Maduro estaría intentando, supuestamente cancelar con oro, diamantes y coltán, pero informes recientes hablan de un nuevo mineral, más poderoso que el uranio, que sería lo que el régimen estaría realmente negociando secretamente…”.
■ Venezuela establece siete alianzas estratégicas para certificación de coltán.
■ La mayoría de los países ricos en materias primas permiten a sus dirigentes ‘comprar’ a sus ciudadanos.
■ Venezuela consolida su posición privilegiada en el mercado con una de las principales reservas de oro y torio, este último es un mineral que se puede extraer por mil años.
■ Venezuela podría estar en el quinto lugar del mundo con mayores reservas de torio”, declaró el presidente de la Sociedad Nuclear de Venezuela (SNV), Leancy Clemente, quien basa su afirmación en estudios previos realizados en el país.
San Félix.– La maldición de los recursos naturales, debida a su excesiva abundancia, es una realidad en muchos países del mundo. La gran mayoría de los Estados que tienen grandes recursos han sido dictaduras o cuasi dictaduras o tienen un pasado dictatorial, aunque hay excepciones como las de Estados Unidos, Australia, Canadá e India. Rusia, que es, con gran diferencia, el país con mayores recursos naturales del mundo, no ha sido un país democrático, y existen dudas de que lo sea ahora, y China es una dictadura. La mayoría de países que poseen grandes cantidades de recursos naturales permiten a sus dirigentes comprar a sus ciudadanos, para que no necesiten serlo. Existe un gráfico muy interesante titulado Oil and the Transitions to Democracy 1960-2006, que analiza 28 países del mundo, mostrando que, cuanto mayor es la cantidad de petróleo por habitante, en logaritmos, menor es la democracia en el país.
Venezuela es el caso más pragmático. Es el país con mayores reservas de petróleo, ya que, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), tiene el 20% del total mundial, al que hay que añadir algunos otros minerales como hierro de alta calidad, bauxita, oro, diamantes y torio, además de sus enormes reservas de coltán, que es el nuevo “oro azul”, del que posee reservas valoradas en más de 100.000 millones de dólares. El coltán es el mineral que se utiliza para fabricar los componentes clave de los teléfonos móviles, tabletas, teléfonos inteligentes y la gran mayoría de los dispositivos electrónicos.
Las mayores reservas de coltán están en la República Democrática del Congo, anteriormente llamado Zaire, que, según el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), es uno de los países más pobres y con menor índice de desarrollo humano (IDH) del mundo y, además, lleva muchos años sufriendo una guerra civil, especialmente, en la región de Kivu, donde distintos grupos de fuerzas armadas luchan entre ellas sin ningún respeto por los derechos humanos, a pesar de un embargo internacional impuesto por la ONU, que todavía no es capaz de proteger a la población de su guerra civil. Para colmo de sus males, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), sufre una epidemia del horrible virus ébola y sólo hace unas semanas que Médicos Sin Fronteras (MSF) ha podido iniciar un proceso de vacunación.
Según el FMI, como consecuencia del expolio al que está sometido Venezuela, en 2016, último año en el que hay estadísticas fiables, su tasa de crecimiento cayó un 18%, y su inflación era del 16%. La respuesta de Nicolás Maduro ha sido ampliar, todavía más, su control sobre las instituciones con la creación de la Asamblea Nacional Constituyente, ya que Maduro ha pasado de ser guardaespaldas y conductor de autobuses en Caracas, que por cierto nunca llegaba a la hora, a presidente de Venezuela gracias al apoyo del teniente coronel Chávez. Se conocieron en la prisión de San Francisco de Yare, tras un intento golpista, y la abogada Cilia Flores, esposa de Maduro, lideró la campaña para lograr el indulto de Hugo Chávez, por parte de Rafael Caldera, y hoy es la procuradora general de la República de Venezuela. Nicolás Maduro sucedió a Hugo Chávez tras su fallecimiento en 2013.
Como resultado de esta situación para ayudar a los parlamentarios de la oposición, Estados Unidos ha tomado decisiones contundentes, paralizando todos los activos de Venezuela en su territorio, incluyendo todos los de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y prohibiendo a los ciudadanos de Estados Unidos que puedan hacer negocios en Venezuela.
En la actualidad, los ingresos por petróleo representan ya el 95% de las exportaciones de Venezuela y la gran mayoría de sus ingresos son estatales. Su producción de crudo pesado y de petróleo se está desplomando, con lo que le es difícil poder pagar sus importaciones de naftas. Además, la producción cae porque ha despedido a la mayoría de las personas válidas del Gobierno y también de PDVSA, que tenían mayor experiencia, con lo que los ingresos del petróleo han caído ya un 73% durante estos cinco últimos años. Asimismo, esta situación ha afectado, severamente, a su producción y a su falta de recursos humanos, deteriorando los niveles de vida de los habitantes de Venezuela. Otros países grandes que importaban su crudo de petróleo han tomado represalias y sanciones contra Venezuela, tales como Estados Unidos, India, China e, incluso, Rusia.
Su antecesor, Hugo Chávez, llegó a un pacto con Fidel Castro por el que Chávez suministraba petróleo a Cuba a cambio de que Fidel enviara ingenieros, profesores, médicos y cocineros, de los que Venezuela escaseaba. Fidel dio este paso cuando Rusia dejó de suministrarle petróleo a cambio de su caña de azúcar, ya que Rusia no la consumía porque producía millones de toneladas de remolacha. Asimismo, la ayuda de Venezuela, con petróleo, se extendió a muchos otros países de la región y todavía subvenciona a 16 países del Caribe, además de Cuba y Nicaragua, a través de su compañía estatal Petro-Caribe, a cambio de servicios médicos, educación, deporte, carne, leche, glucosa, y caraotas cuasi gratuitas.
Para mayor sorpresa se ha detectado importantes reservas de Torio (Thorium) cuyo tamaño sería
2 veces superior a la reserva de petróleo que cruza la mitad del país.
Rusos, iraníes, y chinos:
El régimen venezolano se jacta de que el país caribeño es la primera reserva de petróleo del mundo con más de 490 mil millones de barriles de crudo superior a la mitad de todos los países del medio oriente unidos, la segunda reserva de gas del planeta, la primera reserva de oro del mundo con más de 11 mil toneladas bajo su superficie, el segundo caudal de agua dulce más grande de la tierra, la segunda reserva de coltán (oro azul o mineral de la muerte), la segunda reserva de uranio del mundo, y para mayor sorpresa se ha detectado importantes reservas de Torio (Thorium) cuyo tamaño sería 2 veces superior a la reserva de petróleo que cruza la mitad del país.
Y este mineral, menos conocido, es el que habría despertado el apetito de rusos, iraníes, y especialmente de los chinos. El torio (Th) es un elemento químico radiactivo definido como un ‘combustible nuclear limpio’.
Hay dos yacimientos de torio en Venezuela, el más grande está en el Cerro Impacto en el Amazonas, al sur y uno más pequeño en El Baúl, en el estado Cojedes en el centro occidente del pais.
China sería la más interesada en que le den esas concesiones mineras, especialmente la del Cerro Impacto, por que están terminando de construir una planta de energía de última generación cuyo combustible es el torio y que entraría en funcionamiento en el 2020 y necesitan torio.
Pero hay un problema hay un decreto que declara el estado Amazonas libre de minería. El amazonas venezolano se encuentra protegida como “Área Bajo Régimen Ambiental Especial” (ABRAE).
Cuando se le comentó eso a un funcionario chavista del ministerio que regula el área de minería en Venezuela su respuesta fue lacónica: “Los decretos se derogan”.
Combustible limpio:
El torio se llamó así en honor de Thor, el dios nórdico del relámpago y la tormenta. Jöns Jakob Berzelius lo aisló por primera vez en 1828.
En 2006, una ponencia de los profesores Eduardo D. Greaves y Haydn Barros, pertenecientes al departamento de Física Nuclear de la Universidad Simón Bolívar, situaba el torio entre los “principales prospectos uraníferos” de Venezuela.
El torio es más seguro y limpio que el uranio ya que no produce plutonio cuando se fusiona, ni tampoco desechos radioactivos, otra ventaja es que dado a que la presión en el núcleo es bajísima no produce accidentes radioactivos.
Este elemento no puede ser utilizado para bombas nucleares, por no tener que enriquecerlo, por lo que su uso se reduce a fines pacíficos.
Según el presidente de la Sociedad Nuclear de Venezuela (SNV), Leancy Clemente,“Venezuela podría estar en el quinto lugar del mundo con mayores reservas de torio“, basa su afirmación en el estudio realizado por la USB. Esas reservas podrían utilizarse en reactores nucleares de torio durante al menos 300 años.
Para Leancy Clemente, como va a ser progresivamente va a ser descartado el uso de plantas de producción que generen altas cantidades de dióxido de carbono,”El torio es el futuro energético del mundo“.
Alianzas estratégicas:
El ministro de Desarrollo Minero Ecológico, Víctor Cano, informó que ha establecido siete alianzas estratégicas para la “exploración certificación y producción de coltán“, dos de ellas con el Gobierno de Palestina.
“Estamos en plena inferencia de lo que podamos tener en coltán, pero estamos en pleno proceso de certificar nuestras reservas de coltán. Hemos creado siete alianzas estratégicas (…) dos de ellas en unión con el Gobierno de Palestina para lo que es la exploración, certificación y producción de coltán“, dijo al canal estatal VTV.
Cano indicó que en la rica franja de minerales de Venezuela, el Arco Minero del Orinoco ubicado en el estado Bolívar (sur), se están introduciendo tecnologías “amigables” con el ambiente y aseguró que el actual trabajo que hace el Gobierno no está perjudicando los parques nacionales que se encuentran muy cerca de esa región.
Sin embargo, reconoció que en la zona sí hay un pasivo ambiental que atribuyó a las “grandes trasnacionales” que operaban allí antes de que lo hiciera el Gobierno chavista.
“Hay que recordar que en el Arco Minero del Orinoco tiene más de 150 años ejerciéndose la minería y el presidente Hugo Rafael Chávez fue el primero que observó que estas grandes trasnacionales que estaban ahí ejerciendo minería dejaron un pasivo ambiental que nos toca a nosotros recuperarlo“, dijo.
Asimismo, reiteró que Venezuela se encuentra trabajando también para certificar lo que podría ser la segunda reserva de oro mundial. (EFE)
Por: Guillermo de la Dehesa &
MiamiDiario
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San Félix, viernes, 28 de diciembre de 2018
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Operación “Manos de papel” en Venezuela: ¿lucha contra la corrupción o venganza política?. La gran mayoría de los vehículos incautados en esa Operación Manos de Papel, no han sido entregados a sus verdaderos dueños…”.
■ Freddy Bernal, designado protector del Táchira por Maduro, anunció en la noche del viernes 28 Abril, 2018 que fueron detenidas las jefes de las notarías de las localidades fronterizas de San Antonio y Ureña, además de cuatro empleados más y el vigilante de una de estas dependencias, como parte de la Operación Manos de Papel contra la legitimación de capitales, el enriquecimiento ilícito. También se realizó el allanamiento de 23 concesionarios de compra-venta de autos nuevos y usados y la retención de 490 vehículos.entre otros ilícitos.
[E]l fotógrafo Mario Pinzón Suárez. Compró un vehículo yaris blanco, Toyota 2006. Su historia comienza aquel día en que arrancó la Operación Manos de Papel, cuando con la investigación MP-125630-2018 la fiscalía Anticorrupción, bancos, Seguro, Mercados de Capitales y Civil del Táchira, actuó conjuntamente con la fiscalía Vigésima Primera Nacional contra dos personas, una de ellas su yerno, a quien le había prestado su yaris.
El 12 de abril 2018 detienen a su yerno Ángel Giovanny, en la zona industrial de Paramillo de San Cristóbal, en la sede de la Comercializadora de Bienes y Servicios del Táchira (Cobiserta), una empresa creada por Vielma Mora mientras fue Gobernador. Cobiserta era una empresa con la cual se encubrían una serie de delitos. Su presidente, coronel José Salvador Bolívar, después fue sentenciado a casi cinco años por acaparamiento en grado de autor, permanece en prisión.
El caso es que el día que las Fuerzas de Acciones Especiales llega a la sede de Cobiserta, retienen una serie de objetos y vehículos, entre esos el carrito que Mario Pinzón le prestó al yerno con cuatro bombonas de gas de uso familiar. El fotógrafo, a través de la introducción de una Tercería, el 4 de abril, ante el Tribunal de Control Nr 8, reclama su carro, muestra las pruebas de propiedad del vehículo (SP21-P-21-P-2018-001045). El 31 de mayo se ´presenta el acto conclusivo de la investigación fiscal de lo ocurrido el 12 de abril, pero no se menciona la ubicación del carro de Mario Pinzón.
El 10 de agosto 2018, en la audiencia preliminar, la juez de Primera Instancia de Control Nr. 8, decidió la entrega del Yaris a Pinzón, ordenando notificar a la Fiscalía Superior del Táchira, la entrega de ese carro. El Yaris se encontraba a órdenes del Ministerio Público. Pasan los meses y nada que le entregan el vehículo a su legítimo propietario.
Es así como el 3 de octubre de 2018, la Fiscal Superior del Táchira, Xiomara Matilde García Paredes le dice al dueño del carro, a través del oficio 20-FS-1825-2018, que le corresponde a la Fiscalía 23 del Ministerio Público o en su defecto a la Fiscalía Nacional que conoció el caso, la imposición del auto donde se orden la entrega de objetos, solicitándose ante ese despacho la entrega del Yaris a Mario Pinzón
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El Fiscal se creyó dueño del carro
Lo inaudito es que a Pinzón varias personas le dijeron que habían visto su carro a las puertas del Ministerio Público y que quien lo utiliza se traslada con frecuencia por la ciudad y a la sede del Circuito Judicial Penal, usándolo como vehículo personal.
El 17 de octubre, el yerno aquel a quien Pinzón le había prestado el vehículo el día que fue incautado, vio al Yaris en las inmediaciones del Edificio Nacional, por lo que acude a denunciar la ubicación del carro. Por instrucciones del Ministerio Público, se presenta una comisión de la Policía Municipal de San Cristóbal al lugar. Minutos después llegó el fiscal vigésimo del Ministerio Público, Jhonathan Guerra, quien dijo que él era quien conducía el vehículo, que se encontraba bajo su dominio y posesión, por asignación de la Oficina Nacional contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo (Ondoft), pero no mostró ningún documento.
El fiscal Guerra llamó a una comisión de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), que se presentó al sitio amenazando al yerno del fotógrafo Mario Pinzón. El 19 de octubre el verdadero dueño del vehículo acude ante el fiscal vigésimo tercero, Javier Serrano, y denuncia los hechos.
Lo asqueante de la situación es que fiscales, como Jhonatan Guerra, creen que pueden hacer uso, como si ellos fueran los dueños, de los vehículos incautados en ese procedimiento llamado Manos de Papel, que llevaron al allanamiento de 23 concesionarios, a la detención de 32 personas y a la retención de 490 vehículos.
El de Pinzón y su Yaris, no es el único caso. El 12 de octubre les dije en artículo como es el negocio de los carros incautados*, que el fiscal séptimo del Ministerio Público del Táchira, Gainy Saavedra, ordenó la entrega de una moto, pero no a su dueño, sino a un individuo que falsificó documentos para apropiarse del vehículo. El mismo día que salió publicada esa denuncia, el fiscal Saavedra recuperó la moto y la envió al estacionamiento respectivo.
La gran mayoría de los vehículos incautados en esa Operación Manos de Papel, no han sido entregados a sus verdaderos dueños, ni siquiera a quienes han demostrado que habían dejado a consignación el vehículo en esos concesionarios. Lo bochornoso es que muchos de esos carros están siendo usados por terceras personas, quienes los están usufructuando en detrimento de sus dueños.
*FISCAL. Es el séptimo del Ministerio Público del Táchira, Gainy Saavedra. Ordenó la entrega de una moto, pero no a su dueño, sino a un individuo que falsificó documentos para apropiarse del vehículo. Con razón que esa fiscalía se ha burlado de los dueños de los vehículos incautados en la operación Manos de Papel; no da respuesta, hizo que los propietarios de vehículos entregaran gran cantidad de documentos, los ha hecho ir cientos de veces y los vehículos nada que son devueltos a sus verdaderos dueños. La Oficina Nacional contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo (Oncdoft) tenía una moto Kawasaki año 2014 bajo resguardo de los incautados en la Operación Manos de Papel. Misteriosamente la moto apareció con título de propiedad a nombre de otra persona. La historia es así. El verdadero dueño del carro es Daniel Alberto Camacho Méndez. Ahora el carro aparece, desde el 20 de septiembre 2018, en el sistema del Instituto Nacional de Transporte, a nombre de Roger Aldana Carrero. Lo inaudito es que el fiscal séptimo del Ministerio Público, Gainy Saavedra, quien lleva el caso de los vehículos retenidos a los concesionarios por el caso Manos de Papel, emitió una orden escrita a la Oncdoft, el 15 de agosto, para que entregara la moto a Néstor Alonso Castro Pita, quien se la llevó el 20 de agosto. Y así el vehículo fue a parar a manos de Roger Aldana Carrero.
*Sebastiana Barráez, Periodista del Semanario Quinto Día, egresada de la Universidad de Los Andes como licenciada en Comunicación Social. Ex jefe de prensa de la comisión de Finanzas del Senado. Con amplio conocimiento de la fuente militar y de fronteras. Publicaciones en varios medios de Venezuela y el extranjero. Conferencista en eventos nacionales e internacionales.
Por: Sebastiana Barráez barraezperezsebastiana@yahoo.com @SebastianaB
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Caracas, miercoles 26 de diciembre, 2018
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Difícil, injusto, inexplicable,
sin razón. ¡Qué arrechera!…
Me ha costado escribir este artículo sobre lo que considero el intento de destruir el diario El Nacional, mi patrimonio y el de todos los venezolanos…”.
■ Como columnista, he trabajado 28 años de los 75 que lleva en existencia el diario El Nacional. Y hoy, por primera vez desde el día de mi nacimiento, me enfrento al hecho de que El Nacional impreso ya no existe.
[D]igo desde mi nacimiento porque el día en el que vi luz, estoy seguro de que mi padre, Aquiles Nazoa, leía nervioso ese diario.
Todos los días y hasta el sol de hoy, El Nacional ha sido mi compañero de vida. Con tristeza, casi percibo el alma de Miguel Otero Silva, fundador de este diario, observando impotente cómo se detienen las rotativas por falta del papel negado por los bichos. En Venezuela, la libertad de prensa nuevamente está de duelo.
Qué difícil amanecer sin el agradable sonido del periódico deslizándose bajo la puerta de mi casa. Entre dormido y despierto, siempre parecía decir:
—¡Buenos días, señor Nazoa! Son las 6:00 de la mañana. Soy El Nacional. Ya llegué.
El día en que eso no pasaba, faltaba algo. Parece increíble pero realmente faltaba algo. Si no estaba El Nacional dándome los buenos días por debajo de la puerta, la mañana ya no era igual.
—¿Qué raro que no ha llegado el periódico?… ¿Habrá pasado algo que aún no han traído El Nacional?
Parece insólito o exagerado, pero la mañana no arrancaba sin nuestro amigo impreso. Sin embargo, si el motivo era que el repartidor estaba enfermo, yo le daba la vuelta a la cosa y lo solucionaba: iba al kiosco de Juan Carlos y lo apuraba para que me cobrara El Nacional y me lo entregara rapidito y así disfrutarlo con un buen café.
Cuando estaba fuera del país, qué alegría sentía al subir en el avión de regreso a Venezuela y encontrarme un ejemplar de El Nacional, que algún buen lector había olvidado o quizás había dejado adrede en uno de los bolsillos de la butaca de pasajeros para compartir, de manera anónima, cómplice y generosa, con alguien más. No importaba si era una edición vieja o si estaba arrugado o incompleto. No. Era como si a través de sus artículos, crónicas e información, me reencontrara con un pedazo de sentimiento que me une a Venezuela. Leía y disfrutaba con avidez hasta la última letra y sentía que mi avión ya había aterrizado. Que yo caminaba sobre los agitados colores del cinético pasillo del aeropuerto de Maiquetía, obra del maestro y amigo Carlos Cruz-Diez, mientras que mi otro buen amigo, El Nacional, me ponía al día permitiéndome leer las cosas que ocurrieron cuando no estaba. Seguramente esto les pasó a muchos lectores.
¿Entienden ahora lo difícil que es hoy escribir en mi Nacional que ya no hace ningún ruido al deslizarse a las 6:00 de la mañana por debajo de la puerta en ninguna casa?
¿Entienden ahora lo difícil que es hoy escribir en mi Nacional este artículo que nunca olerá a tinta ni a papel periódico, que no sabrá jamás lo que es la velocidad de una rotativa y que nunca sentirá lo que es estar, como papel impreso, entre las manos de un ávido lector?
Es difícil. Muy difícil escribir hoy y no ver a nadie en la cafetería que frecuento, con El Nacional en la mano, diciéndome:
—Claudio… ¡Estoy leyendo tu vaina!
Difícil, horrible, triste, injusto, inexplicable, sin razón. ¡Qué arrechera! ¿Por qué?… Estas son las situaciones y sentimientos que hoy abruman a los venezolanos fuera y dentro del país en donde, una vez más, la brutalidad inculta y cobarde comete un atropello de esta magnitud.
Me niego a acostumbrarme a la incivilidad, a lo absurdo, a los intentos de callar el pensamiento libre de la gente. Me niego a sentirme limitado y amordazar ideas e ideales de un país que grita democracia y libertad de medios de comunicación. Me niego a que un gobierno déspota siga cerrando y censurando radios, televisoras y medios impresos en un intento por silenciar la verdad.
Escribo, a pesar de las adversidades, en beneficio del derecho humano de vivir en democracia y no en el reinado de la selva en donde quien te golpea con un mazo primitivo o quien más rebuzna y más patea sean quienes mandan.
Me niego, simplemente, a aceptar vivir en una selva comunista sin ley. Me niego a que me dobleguen por amenazas o por hambre. Lo bueno existe. Lo conocemos y hacia allá tenemos que dirigir nuestro norte para reconquistar lo que teníamos. Imperfecto, sí, pero era nuestro y libre.
Nuestro norte siempre será construir algo mejor a lo que teníamos. No lo hagamos como beneficio personal. No. Hagámoslo por nuestros hijos y nuestros nietos, por esta patria bella que tanto nos ha dado y que por eso hoy, desconsolados, lloramos con rabia al ver cómo estos comunistas destructores la desmiembran en aras de la estupidez y la locura.
Soy optimista. Es raro que siga teniendo sentimientos optimistas, pero sé que solo desde allí podremos cambiar las cosas malas que nos rodean. No se vale rendirse. No se vale el pesimismo. La lucha es ahora. Haciendo bien lo que creemos que mejor sabemos hacer.
En fin, aquí está Venezuela, esperándonos, a la expectativa. Consciente de que aunque la maldad a veces parece larga, es, por paradójico que sea, efímera y antagónica al ser humano. No callemos jamás. Recuerden que los malos tienen más miedo que los buenos.
¿Alguien podría decir que Cristo, por haber sido crucificado, fue derrotado? No. Así ocurre con El Nacional. Mírelo allí, a su lado está. En el amanecer que ve desde su casa, en la cafetería donde se reúne con amigos, en la escuela donde los niños estudian y juegan, en la universidad donde los jóvenes luchan y sueñan, en los ratos libres de nuestro trabajo, en la web donde, como sombra de un periódico disfrazado de tecnología, podrá leerlo a diario esperando paciente su pronta resurrección en tinta y papel.
No lo dude, con usted siempre estará mi Nacional, su Nacional. Por ahora, El Nacional impreso está dormido, descansa, se recupera, inverna… pero pronto, muy pronto resucitará y nos despertará de veinte años de destructivo letargo, pero esta vez no lo hará silencioso. No. Lo hará gritando desde los confines de sus entrañas de tinta, con un titular enorme donde, en negritas y mayúsculas, se podrá leer:
¡REGRESÓ LA DEMOCRACIA A VENEZUELA!
*Claudio Nazoa. Humorista, cocinero y escritor de publicaciones gastronómicas e infantiles. P.D.- Nací en Caracas pero todo mundo cree que fue en París, 36 años pero el Viagra y el Whisky me hacen aparentar más. Bien Dotado.
Por: Claudio Nazoa
@claudionazoa
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EL NACIONAL
Caracas, miercoles, 26 de diciembre, 2018
“La jueza María Lourdes Afiuni
sabe lo que es el infierno…”
La jueza ha sufrido los rigores de un castigo presidencial luego de que Hugo Chávez ordenara al Poder Judicial que la sentenciara a 30 años de prisión…”.
■ Sus verdugos ejecutores de órdenes superiores le han susurrado al oído durante nueve años que nada pueden hacer para evitar torturarla. Ella sigue con medidas restrictivas de libertad. Continúa siendo la presa de Hugo Chávez.
[O]rganismos defensores de los derechos humanos y de la profesión del Derecho, invocan con regularidad que se haga justicia. Recientemente, el Instituto de los Derechos Humanos de la Asociación Internacional de Abogados exhortó a Nicolás Maduro a ejecutar la absolución inmediata de la jueza de todos los cargos que le imputan y a proporcionarle una reparación efectiva, pronta y adecuada.
Recuerda este organismo –y vaya si hay que recordarlo en Venezuela– que el gobierno debe garantizar la independencia e imparcialidad judicial para que jueces, fiscales y abogados puedan desempeñar sus funciones sin intimidación, impedimentos, hostigamiento o interferencia indebida.
La jueza ha sufrido los rigores de un castigo presidencial luego de que Hugo Chávez ordenara al Poder Judicial que la sentenciara a 30 años de prisión. Su condena –sin juicio formal– resultó inmediata y ha sido continua, intensa, desgastante y sobre todo, ilegal. Su pecado fue aplicar la Constitución, el Código Orgánico Procesal Penal, la resolución de la ONU. El castigo la mantiene alejada de su hija y sin poder expresarse libremente.
Desde la detención de Afiuni, la situación en Venezuela ha empeorado. La lista de muertos en condición de presos políticos, va peligrosamente en aumento. En los tribunales ya no se cumple con casi ninguna formalidad.
La pesadilla comenzó para Afiuni el 10 de diciembre de 2009 cuando ordenó la libertad condicional al empresario y banquero Eligio Cedeño, quien junto a Gustavo Arráiz habían sido acusados por contrabando, favorecimiento para la obtención de divisas, distracción de fondos y asociación para delinquir, en un caso revestido de irregularidades. Cedeño llevaba tres años detenido esperando juicio. En el expediente estaba la recomendación de liberación del Grupo de Detención Arbitraria de la Organización de las Naciones Unidas.
A Cedeño le fue incautado el pasaporte pero eso no impidió que huyera del país. Desde entonces, la vida de Afiuni es blanco de penurias y violaciones. Lo increíble es que aun cuando ella no lo dice, no puede hacerlo porque tiene prohibido expresarse, lo volvería a hacer. Se siente juez hasta los tuétanos y mantener preso a alguien injustamente le sería insoportable.
Afiuni vive en libertad condicional desde junio de 2013. El juicio se mantiene sin decisión. El expediente despliega una colección de vicios en el proceso. En la audiencia preliminar la fiscal admitió que no hubo ni dinero ni promesa del mismo para la decisión en beneficio de Cedeño. Pero según el punto de vista del Ministerio Público, la juez había cometido acto de corrupción al sentir placer en dictar una medida cautelar.
Las secuelas de las torturas han hecho mella en el cuerpo de la jueza que fue abusada sexualmente en el centro de reclusión para mujeres, Inof. Una histerectomía, otra cirugía en un seno necrosado luego de la patada de una funcionaria calzando bota militar y la operación para reconstruirle el ano, la vagina y la vejiga, fueron las intervenciones más urgentes.
Quien dirigió las acciones judiciales ejecutadas contra la jueza Afiuni fue la presidenta del entonces Tribunal Supremo de Justicia, Luisa Estela Morales. La Defensoría del Pueblo y el Ministerio Público no movieron un dedo en defensa de sus derechos.
Las medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, las solicitudes de liberación de parte de la Conferencia Episcopal, los clamores de Human Rights Watch o del Departamento de Justicia de Estado Unidos, han quedado para el anecdotario de un régimen al que cada día le importa menos mostrar sus manos manchadas de sangre.
El tribunal donde se aloja el expediente de Afiuni cerró el proceso de recepción de pruebas el 31 de enero de 2018. Desde entonces, el juez decidió no dar despacho, por lo que ella y sus abogados están impedidos de solicitar copia certificada, por ejemplo. La jueza sigue expuesta al deseo de un mandatario que la condenó en cadena nacional.
Y al sentenciarla a la pena máxima, Chávez lo hizo con la justicia. Garantizó que un juez comprendiera lo que le iba a suceder si se atrevía a tomar una decisión que discrepara de los intereses del gobierno. Decapitó el estado de derecho.
*Ibéyise Pacheco. Periodista y escritora. Ciudadana de la libertad. Destaca como una de las escritoras con mayor agudeza en el periodismo de investigación, con casos que han sacudido Venezuela. Es autora del libro Sangre en el diván, uno de los más vendidos en el país en la última década, versionado para el teatro y tv en EEUU. También publicó Bajo la sotana y El grito ignorado. Con Las muñecas de la corona, escrita desde el exilio, la periodista trasciende hacia la novela. Logra una narración cargada de suspenso, escándalos e ilegalidades en casi dos décadas en Venezuela y en la que es difícil precisar la diferencia entre la realidad y la ficción.
Por: Ibéyise Pacheco
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Caracas, miercoles 24 de diciembre de 2018
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El chavismo es una desgracia continental, convirtieron a Venezuela en un santuario de narcotraficantes, explotadores y corruptos. Los venezolanos lo sabemos y padecemos, los americanos y el mundo también…”.
La atrocidad
Es una atrocidad…, lo que estamos viviendo es una atrocidad. Y empeorará mientras el chavismo permanezca en el poder.
A veces volteo a los lados para determinar si otros venezolanos ven y sienten como yo, un declive vertiginoso, abismal, catastrófico de nuestro país y noto que sí, muchos vemos y sentimos lo mismo.
¿Por qué entonces no encontramos una salida?
La división
Sugiero, urjo, ruego que, en primer término, dejemos de culpabilizarnos unos a otros por la atrocidad chavista, que pese a las inconciliables diferencias de criterio enfilemos todas las baterías contra la perversidad encarnada en la tiranía (contra Maduro, Cabello, Rodríguez, etcétera). Sabemos que hay traidores, pero sabemos que son una minoría. Apoyemos las iniciativas que consideramos idóneas para salir de la dictadura sin destrozar otras; Enfoquemos nuestro esfuerzo en la movilización y en la desobediencia, es decir, en la rebelión nacional total. Luchemos, hagámoslo unidos sin mutuos desprecios.
La división nos derrota.
La fuerza
Gústele a quien le guste, la unidad es necesaria. No hay manera de erradicar al chavismo sin la acción mancomunada de todas las fuerzas vivas del país.
¿“Fuerzas”? Sí, fuerzas. Maltrechas, mancas, tuertas, malheridas, pero fuerzas. Intelectuales, artistas, exiliados, políticos, activistas sociales, empresarios, sindicalistas, periodistas, resistencia, estudiantes, enfocados en una única misión: defenestrar a los chavistas sin remordimiento ni duda. Sacarlos del poder lo antes posible.
Ellos y sólo ellos son los culpables del peor crimen humano de la historia de nuestro país.
La tiranía
Ni Venezuela ni nación americana alguna padeció jamás un régimen político tan atroz como el chavista, no ha habido guerra o dictadura que haya causado tanta ruina humana como la que el chavismo le ha causado a Venezuela.
Hemos hecho de todo para liberarnos de la tiranía y hemos fracasado. Tenemos que seguir luchando en Venezuela, sí, hacerlo unidos, pero entendamos algo: si Francia o el Reino Unido necesitaron de aliados extranjeros para liberarse del nazismo, ¿por qué los venezolanos no habríamos de buscar aliados extranjeros para liberarnos del chavismo?
Los criminales chavistas sólo saldrán del poder con una descomunal presión –y movilización– nacional e internacional. Todos quisiéramos salir de esta atrocidad por la vía del voto o del diálogo, todos, pero a estas alturas no sólo es candoroso considerar que saldremos de los delincuentes chavistas dialogando en República Dominicana con ellos, es criminal.
Los rusos no vendrán a proteger al narcotráfico chavista hasta Venezuela, no lo harán, tampoco los turcos ni los chinos. Pensar que semejante aventura es posible es una auténtica pendejada.
Los estúpidos amagues guerreristas del chavismo muestran que están débiles.
La madurez
Quienes sí tienen intereses reales geopolíticos, económicos, sociales y humanos en combatir la peste chavista son los brasileños, los colombianos y los norteamericanos. No sólo por el peligro desestabilizador que su flagrante criminalidad origina en la región, sino por el inagotable gasto social que está significando en sus propios países el inhumano éxodo venezolano.
Para erradicar esta atrocidad regional llamada chavismo hay que procurar apoyo estratégico de gobiernos aliados, especialmente de Colombia, Brasil y Estados Unidos.
Necesitamos unidad y mucha madurez política para alcanzar semejante alianza, ¿la tenemos?
La alianza
¿Preferimos regalarle el dinero al despotismo nicaragüense, boliviano y cubano o asociarnos con Brasil, Colombia y Estados Unidos y –de tú a tú– negociar una alianza para alcanzar la libertad que recupere la democracia en Venezuela?
El chavismo es una desgracia continental, convirtieron a Venezuela en un santuario de narcotraficantes, explotadores y corruptos. Los venezolanos lo sabemos y padecemos, los americanos y el mundo también. La nueva directiva de la Asamblea Nacional tiene un desafío histórico frente a sí. ¿Lo asumirá? ¿Buscará una alianza internacional que apoye nuestra liberación?
Yo, otro venezolano común y corriente que anhela libertad, los apoyaré si lo hiciesen.
*Gustavo Tovar Arroyo, Abogado, escritor, poeta, educador y activista de los Derechos Humanos. Su activismo civil y mordaces artículos de opinión lo han convertido en uno de los venezolanos más señalados del régimen chavista.
Por: Gustavo Tovar-Arroyo
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@tovarr
Praga, sabado 23 de diciembre, 2018
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[audio:https://audioteca.unionradio.net/wp-content/uploads/2018/11/URN20182411GUERRA.mp3 |titles=Hiperinflación] AUDIO: Escucha a José Guerra: hiperinflación continuará en 2019.
Después de varias décadas de escribir sobre América Latina, pensé que ya no había nada que pudiera sorprenderme. Pero cuando un conocido economista internacional me dijo que es probable que Venezuela tenga una tasa de inflación de 10 millones por ciento en 2019, no pude creer lo que escuchaba…”.
■ ¿Diez millones por ciento al año?, le pregunté. ¿Escuché bien?.
— Alejandro Werner, director del departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional, asintió, y me confirmó que no estaba alucinando.
[S]í, 10 millones por ciento, porque los precios en Venezuela se duplican o triplican cada mes y esto, cuando lo llevas a 12 meses, te genera una “inflación exponencial”, dijo Werner. Añadió que la economía venezolana se redujo en un 18 por ciento en 2018, para una contracción total del 50 por ciento en los últimos cuatro años. Y proyectó que caerá otro 5 por ciento en 2019.
Jorge Familiar, el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina, me dijo que sus estimaciones son muy similares. Cuando le pregunté a Familiar por cuánto tiempo puede un país continuar con esas tasas de inflación sin caer en un caos total, respondió: “Creo que no tenemos un precedente de un país que haya tenido estos niveles de inflación por un período de tiempo tan largo”.
Si se materializan estas proyecciones del FMI y el Banco Mundial, el hambre y la violencia aumentarán aún más en Venezuela, y millones más intentarán huir del país.
Según un reciente estudio de Brookings Institution, 8.2 millones de venezolanos, incluidos los tres millones que ya han abandonado el país, huirán del país en los próximos dos o tres años.
Pero el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, me dijo esta semana que el éxodo de Venezuela podría ser incluso mayor.
“Creo que la cifra de 8 millones incluso puede quedarse corta considerando la dimensión de la crisis que está viviendo Venezuela”, me dijo Almagro. “Pueden llegar a haber hasta 10 millones de venezolanos que tengan que abandonar el país en los próximos cuatro años”.
Esa sería una crisis migratoria más grande que de los refugiados sirios que ha sacudido a la Unión Europea. Sin duda, sería un éxodo masivo sin precedentes en América Latina en los últimos tiempos.
Por supuesto, es probable que el dictador venezolano Nicolás Maduro esté feliz con la idea de que se vayan millones más de venezolanos, y que él se quede en el país con una masa de gente empobrecida y fácilmente controlable con subsidios de alimentos del gobierno, que reciban dólares de sus familiares en el exterior. Cuba ha venido haciendo esa “limpieza política” desde hace casi seis décadas, y su dictadura ha logrado seguir en el poder.
Pero puede que a Maduro no le resulte fácil salirse con la suya. No hay forma de que Colombia, Brasil y otros países del vecindario acepten absorber de 8 millones a 10 millones de refugiados venezolanos, a menos que reciban un paquete masivo de ayuda internacional que no veo en el horizonte cercano. Muchas de las escuelas y hospitales de Colombia ya están hacinadas.
La crisis humanitaria de Venezuela perjudicará directa o indirectamente a todos los países de la región. Será, con mucho, el problema más urgente de América Latina, y países como México que han sugerido que no se unirán a los esfuerzos diplomáticos internacionales para restaurar la democracia en Venezuela no podrán hacerse los distraídos.
El drama de Venezuela puede incluso convertirse en una crisis internacional, especialmente después de los informes de que dos bombarderos Tu-160 rusos con capacidad nuclear aterrizaron en Venezuela este mes, y Maduro afirmó que recibirá más asistencia militar rusa. Si se materializan las proyecciones de 8.2 millones a 10 millones de refugiados, Venezuela se convertirá en un foco de tensiones mundial, como el Medio Oriente.
Me gustaría haber terminado mi última columna del 2018 con una nota más optimista, pero este es —y será en el año entrante— el tema del momento. !Les deseo a todos felices fiestas, y un muy buen 2019!
*Alejandro Werner, director del departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional, pronosticó que la inflación en Venezuela podría llegar a los 10 millones por ciento anual en el 2019, algo sin precedentes en Latinoamérica.
*No se pierdan el programa “Oppenheimer Presenta”, domingos, 9 p.m. en CNNE.
Por: Andrés Oppenheimer @oppenheimera
aoppenheimer@MiamiHerald.com
Politica | Opinión @oppenheimera
Miami, sabado 22 de diciembre 2018
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