Maduro busca cohesión en bases psuvistas
radicales ante riesgo de crispación
■ Miguel Rodríguez Torres, ministro de Interior y Justicia denunció planes terroristas en Venezuela.
■ El ministro del Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, presiona a los medios para afianzar su imagen de cara a la sustitución de Nicolás Maduro.
■ El Gobierno busca hilos conductores hacia los sospechosos habituales, que utiliza para hacer propaganda, un libreto utilizado en Cuba, con la finalidad de señalar al enemigo.
Caracas.- El Gobierno de Nicolás Maduro denunció nuevamente presuntos “planes terroristas”, en manos del estudiante Lorent Saleh y el exmandatario colombiano Álvaro Uribe, técnica recurrente en la Venezuela del “Socialismo del Siglo XXI”, usada para cohesionar a las bases radicales del chavismo ante un exacerbado riesgo de crispación social en un momento de pésima evaluación de las políticas públicas.
Ésa es la lectura del experto en comunicación política, Oswaldo Ramírez, quien aseveró que el Ejecutivo apela constantemente a la generación de matrices de opinión para mantener cohesionadas a sus bases radicales de apoyo, que serán siempre el caldo de cultivo perfecto para las declaraciones habituales: denuncias de magnicidio, golpes de Estado, terrorismo o caminos divergentes a la democracia.
Ramírez se refiere a las últimas declaraciones de Miguel Rodríguez Torres, ministro de Interior, Justicia y Paz en Venezuela, quien en rueda de prensa mostró un video en el que el estudiante Lorent Saleh incentivaba protestas violentas, dentro de un plan urdido “desde hace mucho tiempo” y que involucra al expresidente colombiano Álvaro Uribe.
A principios de septiembre, Saleh fue expulsado de Colombia y entregado al Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) por “atentar contra la seguridad nacional, el orden público, la salud pública y la tranquilidad social” en territorio neogranadino. En las denuncias confluyen otras figuras como el líder Leopoldo López, detenido en Ramo Verde, por las protestas iniciadas en febrero, la exdiputada María Corina Machado o el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma.
Los sospechosos habituales:
Si bien el politólogo entrevistado por el Diario Las Américas manifestó que Saleh “pagará las consecuencias si estuvo en malos pasos”, lo que extraña del caso es que el Gobierno busque hilos conductores hacia los sospechosos habituales -la oposición, la derecha, la CIA o Uribe-, que constantemente utiliza para hacer propaganda, un libreto muy utilizado en la Unión Soviética o en Cuba, con la finalidad de señalar al enemigo y desviar la atención del público. En otras palabras, “un trapo rojo”.
“Se trata de alimentar en el imaginario venezolano que alguien desea tomar el poder o pervertirlo. Ese proceso tiene que ver con generar matrices de opinión diferentes a la crisis en inseguridad, desabastecimiento, el alto costo de la vida o lo derivado de salud”, que durante las últimas semanas ha tomado fuerza por el caso de la rara enfermedad en Maracay, la privativa de libertad contra el médico que denunció el caso, la propagación del chikungunya o la escasez de medicamentos, explicó el profesor en opinión pública.
Descontento social:
Según el politólogo, uno de esos trapos rojos es la medida humanitaria de casa por cárcel al comisario Iván Simonovis, pues con esto se trata de “liberar un poco la presión a la olla”, algo que pudo hacerse en el primer semestre para aplacar las fuertes protestas o dar señales a la oposición cuando sentaron en la mesa de diálogo.
Tanto la liberación de Simonovis como las acusaciones de grupos políticos opositores ligados al terrorismo obedecen a los altos riesgos de ingobernabilidad en Venezuela, pues según los últimos datos, 80% de la población considera negativa la gestión económica, 75% ve con malos ojos el rumbo del país y 76% cree que la inflación y el desabastecimiento -los más altos índices del mundo- causarán un estallido social.
Más allá de que se concrete, si los sectores populares logran cohesionarse por la demanda insatisfecha de necesidades, provocará una mayor ingobernabilidad y coloca al modelo impulsado por Nicolás Maduro en un riesgo latente.
Por: luis Carias Toscano
Lcarias@diariolasamericas.com
@LuisCariasT
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lunes 22 de septiembre, 2014
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