La Fiscal pidió exhumación de
muertos en Cicpc-El Rosal
■ Orden de captura contra policías.
■ Hay dos personas detenidas y dos solicitadas.
■ Familiares de los de los detenidos denuncia extorsión.
■ El Cicpc suspendió los operativos Madrugonazo y Cangrejo.
■ La Fiscal Ortega pidió exhumación de muertos en Cicpc-El Rosal.
■ Fueron detenidos el detective Ever Rondón y el agente Alfredo Suárez, pero otros dos funcionarios tienen orden de captura, uno de ellos, el comisario jefe Rafael Caicedo.
■ El hermano menor del inspector de obras de la Alcaldía de Libertador cuenta cómo Pedro Rivero fue detenido por cuatro funcionarios del cuerpo policial que lo acusaban de complicidad en una violación, aunque no hubo flagrancia
■ Su inocencia no lo salvó. La familia creyó que como era inocente de lo que se le acusaba, bastaría la carta de buena conducta prometida por el alcalde para obtener la libertad.
■ El documento no llegó y Rivero, desesperado por el calor y el hacinamiento, empezó a gritar para que lo soltaran. Los golpes que le dieron para que se callara lo mataron.
La fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, anunció que será solicitada ante el tribunal 48 de Control de Caracas la exhumación de los cadáveres de las 3 personas fallecidas el jueves 26 de mayo en la sede del Departamento de Aprehensión de la policía judicial en El Rosal.
Ortega señaló que la finalidad de esta diligencia es corroborar el contenido de los protocolos de autopsia, realizados por funcionarios de la Medicatura Forense a los cadáveres de Pedro Cipriano Rivero, William Nazareth Pérez y Rubén Enrique Arnal. Todos ellos fueron sepultados en el Cementerio General del Sur.
La funcionaria no quiso precisar si han detectado alguna discrepancia entre lo señalado por testigos de estas muertes y lo consignado en los informes de los patólogos forenses.
Indicó, sin embargo, que las averiguaciones por estos crímenes son llevadas a cabo en su totalidad por funcionarios de la Unidad contra la Vulneración de los Derechos Fundamentales de su despacho. En su criterio, es lógico que las experticias sean practicadas por integrantes de un órgano distinto al que está siendo investigado.
Tres delitos:
La fiscal precisó que hasta el momento están detenidos el detective Ever Rondón y el agente Alfredo Suárez. Hay otros dos solicitados, entre ellos, el jefe del departamento, comisario Rafael Caicedo.
Los delitos atribuidos a los policías son quebrantamiento de pactos y convenios internacionales, trato cruel a detenidos y omisión de socorro; no obstante, Ortega aclaró que podrían incorporarse otras imputaciones, en virtud de las pesquisas que se desarrollan sobre este caso.
Desde el jueves, los fiscales Juan Carlos Tavares y Desirée Boada han entrevistado a ocho detenidos que presenciaron lo ocurrido en las celdas de la sede policial.
Ortega también anunció que fue designado el fiscal 26, José Medina, para investigar los señalamientos sobre pagos a los funcionarios policiales por parte de los detenidos, a cambio de mejores condiciones de reclusión.
Sadam Rivero y su familia están dispuestos a colaborar en todo lo posible para que la Fiscalía determine qué funcionarios del Departamento de Aprehensión de la policía judicial participaron en la muerte de su hermano, Pedro Cipriano Rivero Rivas.
“Queremos que paguen por lo que hicieron. Ojalá y los manden a una cárcel para que vean”, expresó.
Rivero, de 32 años de edad, es una de las 3 personas fallecidas el jueves 26 de mayo en la madrugada en la sede policial de El Rosal. Los otros 2 son William Nazareth Pérez y Rubén Enrique Arnal.
Rivero se desempeñaba como inspector de obras en la Alcaldía de Libertador. El domingo 22 de mayo, cuatro agentes de la policía judicial de Montalbán lo detuvieron en su casa por una denuncia que lo implicaba como cómplice en una violación el día anterior.
El señalamiento era que supuestamente alteró con una droga la bebida que tenía la pareja de un amigo que lo visitó el sábado en la noche. Hasta el día de su muerte, él sostuvo que era inocente.
Pedro Rivero no se resistió al arresto, recordó su hermano.
Los agentes, tres hombres y una mujer, le dijeron que debido a la hora lo llevarían a la subdelegación Montalbán hasta el día siguiente.
“Mi mamá, María Rivas, fue a Montalbán el lunes con 2 tíos.
Los agentes pedían 8.000 bolívares para dejarlo en libertad.
Era un soborno, pues. Como no teníamos esa plata dijeron que lo dejaban detenido, pero que en la semana iba para la calle”, relató.
En conversaciones con la familia, concluyeron que mejor era pasar por todo el proceso.
Aunque tuvieran el dinero para pagar a los funcionarios, nada garantizaba que el inspector de obras iba a quedar limpio de antecedentes.
Confiado:
Pedro Rivero creía que con el apoyo de la alcaldía pronto quedaría en libertad.
Sus patronos, supuestamente, estaban gestionando una carta de buena conducta para él, pero el documento nunca llegó.
Transcurrieron los días y Rivero comenzaba a desesperarse. El calor y el hacinamiento en las celdas más recónditas del Departamento de Aprehensión eran infernales. Había tanta gente que no cabían en esos espacios y tenían que permanecer en un pasillo confinado por rejas.
“Mi hermano reclamaba porque olía muy mal y otros también lo hicieron. Luego otros presos vieron cuando los agentes enrollaban trapos en unos bates de aluminio”, dijo Sadam Rivero.
Añadió que luego tres agentes sacaron a su hermano y a William Pérez hasta una habitación cercana a las celdas.
“Allí los guindaron y les cayeron a batazos. También les metieron corriente. Les pedían que hablaran, pero no sé qué querían saber”, explicó.
Simulación:
Luego de la golpiza, Rivero y Pérez fueron devueltos con vida al espacio donde estaban anteriormente.
Ambos se quejaban de profundos dolores.
“Los presos se inquietaron porque a los moribundos los lanzaron al boogie. Decían que los agentes hicieron eso para luego echarle la culpa de los muertos a un motín de los propios detenidos”, afirmó.
Rivero fue sepultado el sábado en el Cementerio General del Sur. Mientras lo velaban, su hermano detalló las numerosas lesiones que tenía: hematoma lineal en el pómulo izquierdo, así como otros redondos en el pecho. También tenía una herida abierta en la frente. En las plantas de los pies vio unas lesiones que le parecieron quemaduras por la aplicación de electricidad.
En la autopsia añadió también se indicó que el hombre tenía el cráneo fracturado.
Rivero no negó que su hermano pudo usar drogas en algún momento de su vida, pero no en los momentos previos a su detención. En esa oportunidad, dijo, sólo ingirió licor.
“El no se esperaba que lo fueran a buscar a su propia casa.
Cuando le dijeron que cuatro agentes lo solicitaban por su nombre, se quedó frío”, señaló.
La semana pasada, Rivero dijo haber recibido en su vivienda la llamada de un alto funcionario de la policía judicial.
El comisario general preguntaba si querían entrevistarse personalmente con él. Luego de una consulta, la familia de Pedro Rivero decidió que solamente hablarán con la fiscal 86 del área metropolitana, Desirée Boada.
Otra muerte en El Fogón:
Testigos dicen que en el calabozo denominado El Fogón hay un muro donde suben a los detenidos como castigo. En ese sitio fue donde presuntamente estuvo Rubén Enrique Arnal, de 33 años de edad, que cayó y se ocasionó la fractura de cráneo. Fue uno de los 3 presos que murieron. Primero, fue llevado a Salud Chacao junto con otros 2 detenidos que se recuperaron pero, por la lesión que sufrió, a Arnal lo trasladaron al hospital de El Llanito donde falleció el 26 de mayo en la noche.
Pedro Rivero Rivas, de 32 años de edad, habría muerto atado a los barrotes de una reja, mientras que William Pérez, de 27 años de edad, falleció en una de las celdas.
Cicpc suspendió Madrugonazo y Cangrejo:
Desde el lunes pasado, el Cicpc suspendió el operativo Madrugonazo al Hampa, que fue concebido para la detención de presuntos delincuentes y desmantelamiento de bandas en Caracas y el interior del país, según trascendió en fuentes de ese organismo policial.
En diferentes oportunidades, reporteros de sucesos encontraron a grupos familiares a las puertas del Cicpc de Parque Carabobo, que se quejaban porque sus parientes habían sido detenidos de forma irregular en esos procedimientos.
En una ocasión, mujeres denunciaron llorando que a su vivienda irrumpieron funcionarios de forma violenta para causar destrozos y llevarse detenidos a los hombres de la casa. Una familia del sector Los Mangos de La Vega declaró que les arrancaron las puertas de su vivienda.
También se puso término a la operación Cangrejo, llevada a cabo para reducir los índices de impunidad y detener a individuos solicitados por el delito de homicidio desde hace varios años. Este procedimiento debe su nombre al galardón -de oro, plata y bronce- que año tras año reciben los funcionarios del Cicpc por haber resuelto casos difíciles, creado por Juan Martín Echeverría cuando se desempeñó como director de la entonces Policía Técnica Judicial.
Fuentes extraoficiales informaron que la suspensión de ambos operativos obedece a los hechos registrados el jueves de la semana pasada en el Departamento de Aprehendidos del Cicpc, en El Rosal, cuando murieron tres detenidos.
Por: JAVIER IGNACIO MAYORCA
jmayorca@el-nacional.com
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