Aquí y ahora…
A propósito de la realización del VI Congreso del Partido Comunista cubano en el marco del 50 aniversario de la declaración del carácter socialista (comunista) de la Revolución cubana no dejan de ser interesantes algunas de las conclusiones a las que llegaron los hermanos Castro (al fin y al cabo ellos son los que cuentan, los demás son comparsas interesadas) en los 5 días de la reunión, en la cual participó una representación importante de lo más granado de los adoradores del credo fidelista.
Sin entrar en el análisis de fondo sobre las enjundiosas discusiones que le dieron vida al evento, me permito hacer algunos cometarios sueltos que, por sueltos, ruego inspiren la mayor tolerancia y condescendencia de parte de los lectores… Para comenzar, no deja de llamar la atención la distancia entre uno y otro (7 apenas en casi 35 años), habida cuenta de que el primero ocurrió el 23 de diciembre de 1975 y, para no entrar en detalles innecesarios, el anterior a este, hace 14 años. O sea, que se celebran cada 5 años.
No valen las comparaciones de algunos mal pensados con los planes quinquenales de Stalin, para competir con el desarrollo capitalista, que tantas vidas, sufrimientos y carencias les costaron a los soviéticos. Sin embargo, sería tacaño negar los intentos de modernización y adaptación en el plano económico (más no en el político) que quizás podrían traer algún alivio a la maltrecha economía cubana.
Las pautas para actualizar el modelo económico, con la salvedad expresa de que será en el marco (cepo) del fortalecimiento del socialismo, simbolizan un tímido avance…
Aunque muy chucuto, avance al fin…
También es menester resaltar la sorpresiva propuesta del “nuevo” flamante primer secretario de partido (cargo cedido por Fidel Castro, su hermano), Raúl Castro, sobre la necesidad de “limitar a 2 períodos de 5 años los cargos en el poder”. Por cierto, una concesión de una generación que tiene más de 50 años decidiendo el destino de los habitantes de esa isla caribeña.
De todos modos, este planteamiento, aunque tardío, debe ser bienvenido, sobre todo para los nuevos dirigentes revolucionarios cubanos que, quizás, tengan la oportunidad de acceder a algunas posiciones de alto nivel antes de que sea muy tarde… Pero, así como esta iniciativa es aplaudida en ese país, no creo que despierte similares sentimientos en algunos presidentes latinoamericanos (Daniel Ortega, Evo Morales, Rafael Correa y otros que pretenden mantener la sucesión presidencial a toda costa, así sea en manos de sus familiares más cercanos). También, sería interesante conocer qué piensa el comandante máximo de la revolución bolivariana al respecto. ¡Seguro que no le gusta para nada!…
De todos modos, la enquistada vieja guardia cubana es la depositaria de la responsabilidad de llevar a cabo las resoluciones del congreso. Esto es algo así como realizar un viaje al futuro, con los ojos vendados, de mano de la gerontocracia gobernante. Claro está que, transcurridos los diez años que pauta la norma, lo más probable es que sus impulsores ya no se encuentren en el mundo de los vivos, aunque algunos de ellos se sientan inmortales…
Siete congresos para alcanzar semejantes acuerdos demuestran la vigencia, ahora más que nunca, de la democracia y sus valores universales del respeto a los derechos civiles, políticos y sociales de la gente.
Por: FREDDY LEPAGE
freddylepage@cantv.net
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