Sancionada la ley que castiga con inhabilitación política el salto de talanquera, los actuales diputados de la Asamblea Nacional dejaron otro regalo navideño a sus sucesores.

La mayoría chavista de la AN aprobó ayer una reforma al Reglamento Interior y de Debates que reduce los tiempos de las intervenciones de los legisladores y hasta el número de sesiones ordinarias.

En la primera discusión de un proyecto de ley, cada parlamentario podía ejercer dos derechos de palabra de 15 y 7 minutos. Alterada la norma, ahora solo podrá hablar una vez por 10 minutos. Es más, ni el derecho a réplica se salvó: lo bajaron de 5 a 3 minutos.

El artículo 115 del instrumento señala que “en todo caso, el tiempo para la discusión y aprobación de cada punto del orden del día no excederá de 2 horas, debiendo distribuirse dicho tiempo en forma proporcional al número de diputados pertenecientes a cada organización política” presente en Cámara.

El Reglamento vigente desde 2005 indica que las sesiones ordinarias “se llevarán a cabo sin convocatoria previa los martes, de 2:00 p.m. a 6:00 p.m., y los jueves, de 10:00 a.m. a 2:00 p.m.”. Con la modificación hecha por el PSUV, el artículo 98 dice que “en la medida de las exigencias del servicio, se procurará sesionar en plenarias por lo menos 4 veces al mes”.

Hasta limitaron el uso de la tribuna de oradores, desde donde los diputados podrán dirigirse al país solo “previa autorización de la Presidencia” y si se trata de “quien presenta un debate, acuerdo, informe o ley en primera discusión”.

El texto de 2005 apunta que las tres quintas partes de la Cámara pueden privar del derecho de palabra a un representante durante una sesión, si estiman que persiste en una conducta infractora. El cambio promovido por el PSUV establece que para silenciar a un legislador bastará con el voto favorable de la mayoría. Además, “según la gravedad” de la falta, el veto podrá extenderse hasta por un mes.

Régimen presidencialista

La renovación del Reglamento da más poderes al presidente de la AN, que tendrá entre sus atribuciones desde convocar sesiones en sitios diferentes al hemiciclo hasta dictar el reglamento que regulará la función administrativa interna.

El jefe de la Cámara determinará el número de integrantes de las 15 comisiones permanentes. En la composición de esas instancias tendrá prioridad la primera fuerza política en el organismo, que “escogerá todas las comisiones que le corresponda presidir”.

Además, el bloque chavista eliminó el artículo que aseguraba a todos los diputados “ser parte, con voz y voto, de una comisión permanente”.

El artículo 48 del Reglamento de 2005 precisaba que las comisiones tendrían que reunirse “por lo menos una vez a la semana”. La versión 2010 determina que se reunirán atendiendo la convocatoria de su presidente “por lo menos dos veces al mes” y agrega: “los ciudadanos, a título personal, o como voceros de organizaciones comunitarias podrán participar en las comisiones y subcomisiones en calidad de invitados u observadores, previa aprobación de la mayoría de los diputados”.

El PSUV borró de un plumazo las 31 disposiciones referidas a los grupos parlamentarios de opinión y los servicios de apoyo a la AN, incluida la Dirección de Auditoría Interna.

Madrugonazo

Al momento de comenzar el debate sobre la reforma del Reglamento Interior y de Debates, muchos diputados no tenían en sus manos el documento.

Los representantes de Podemos, el Frente Popular Humanista y Patria Para Todos criticaron ese hecho y denunciaron una “emboscada”.