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Thursday, November 21, 2024
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Ollanta Humala: Atrapado en la izquierda

Para el vocero nacionalista Daniel Abugattás también ha pesado la
campaña de demolición que le hicieron tildándolo de ‘chavista’
y que continúa hasta ahora.

Atrapados en la izquierda

 

En las elecciones presidenciales del 2006, Ollanta Humala perdió ajustadamente ante Alan García, y el 47% de votos obtenidos lo convirtió en el notorio líder de la oposición. Casi un lustro después, su figura ha perdido peso político. Hoy ocupa el cuarto lugar en la intención de voto presidencial y tiene serios problemas para crecer electoralmente.

Una vez conocida la designación de Mercedes Aráoz como la candidata del aprismo para las elecciones del 2011, el líder nacionalista Ollanta Humala lanzó una rápida convocatoria a los ‘compañeros’ que estuvieran descontentos: “Es una traición al pensamiento de Haya de la Torre. Desde acá llamamos a todas las bases apristas a que se sumen al gran proyecto nacionalista”. Ese ha sido su más reciente intento de pescar nuevos respaldos. Ocurre que a cinco meses de los comicios del próximo año, Ollanta apenas figura cuarto con 11% en las encuestas. Ha perdido 3 puntos porcentuales en lo que va del año y, aunque por estos días los partidos buscan acercamientos entre sí, a él se le hace difícil conseguir alianzas. Tiene el respaldo de varias agrupaciones de la izquierda sindical, pero no puede correrse al centro.

Aquí le explicamos su dilema actual: luego de la elección del 2006 en que Humala ganó la primera vuelta con 30% y perdió la segunda con el 47% de los votos, el Partido Nacionalista y numerosas fuerzas de izquierda plantearon la formación de un bloque unitario que pudiera encarar las elecciones presidenciales del 2011. Hasta hace poco era seguro que ese proyecto debía liderarlo el candidato nacionalista. Pero el triunfo de Fuerza Social –que se ubica en la centroizquierda– en las elecciones municipales le ha complicado las cosas: ellos han descartado una alianza con el PNP para las presidenciales. Con ese gesto han puesto en entredicho el liderazgo de Ollanta en la izquierda y le han cerrado el camino al centro político. “Ahora Humala está encajonado con la izquierda ochentera, que es la única que lo acompaña”, dice el analista político David Sulmont.

Se afirma insistentemente que una alianza de Fuerza Social con Perú Posible cubriría por completo el espacio de centroizquierda, dejando arrinconado al líder de los nacionalistas. “Fuerza Social dice que no irá de ninguna manera con Ollanta, pero no explica por qué. Nosotros planteamos 10 puntos como propuesta programática hace unos días. Queremos saber en qué punto difieren. Creo que están personalizando la cosa y no discuten el tema programático que es lo más importante”, dice Carlos Tapia, del comité político del PNP. Para el nacionalismo, contar con Fuerza Social era clave por su perfil centrista, su arrastre en Lima y su capacidad de captar voto independiente. Pero FS no acepta la ‘candidatura natural’ de Ollanta y preferiría postular al Congreso con su propia lista antes que unirse a él. Algunas fuerzas del bloque izquierdista están pidiendo elecciones primarias, pero el PNP no estaría muy dispuesto a someterse a proceso de democracia interna.

Hasta ahí el principal problema del nacionalismo. Pero ¿cuáles son las fuerzas con que cuenta para enfrentar la carrera a Palacio? Carlos Tapia lo precisa: “Es como una mesa de cuatro patas. Una pata es el nacionalismo con sus bases y su candidato; la segunda son los 16 movimientos regionales con los que tenemos alianza y esperamos ampliar a 40; la tercera son los partidos y organizaciones de izquierda, donde están el MNI, el PCP, el Partido Socialista, Lima para todos y otros; y la cuarta son los movimientos sociales y sindicatos, donde está la CGTP, la CCP y los frentes de defensa”. Los grandes bolsones electorales de Humala están en el sur, el centro y el oriente peruano. “Las encuestas nacionales urbanas le dan 12% a Ollanta, pero las encuestas que incluyen el componente rural le dan 17 a 18 puntos”, dice Tapia. No le alcanza para intentar pasar a la segunda vuelta.

Todavía hace falta trabajar mucho para poner a punto la candidatura nacionalista. Aunque hace unos días se realizó el Segundo Encuentro Nacional de las Izquierdas, y varios partidos como el MNI, el PS y el PCP le dieron su respaldo como candidato, han surgido algunas discrepancias: varios de ellos han planteado descartar el nombre del Partido Nacionalista y redifinir el logo de la nueva alianza. Daniel Abugattás se opone: “Me da la impresión de que se empiezan a dar una serie de condicionantes que nos perjudicarían. Cuesta mucho posicionar un logo, un símbolo, una candidatura. Eso hay que tomarlo con mucho cuidado”, dice. Carlos Tapia es más permeable a la propuesta: “Tenemos el kit de la Gran Alianza Nacionalista Perú (Gana Perú). Puede ser un buen nombre para la alianza que estamos trabajando”, asegura.

Ollanta baja

El líder del Partido Nacionalista ya no es el outsider del 2006 cuando perdió por muy poco la Presidencia, ahora ya es un ‘político tradicional’. Desde entonces a la fecha su caudal electoral se ha diluido y su peso político ha decrecido. “Ha habido errores y también falta de tacto político para aprovechar algunos momentos de la coyuntura”, explica David Sulmont. Entre los errores que desinflaron a Humala está el desastre que fue la confección de su lista parlamentaria en la anterior elección. “Muchos se cambiaron de camiseta ni bien llegaron al Congreso, y los que quedaron en la bancada eran inexpertos y no pusieron en agenda temas importantes para el nacionalismo”, agrega Sulmont. Para el vocero nacionalista Daniel Abugattás también ha pesado la campaña de demolición que le hicieron tildándolo de ‘chavista’ y que continúa hasta ahora.

Para Carlos Tapia ese símil que le hacen con Hugo Chávez al líder nacionalista es una campaña mentirosa. “Tenemos un proyecto distinto: A nivel económico, Chávez tiene control de cambio, nosotros no planteamos eso. Chávez estatiza empresas, nosotros planteamos la nacionalización de los sectores, no de la propiedad. Chávez hace control de precios y subsidia productos de primera necesidad, nosotros queremos una economía nacional de mercado. En Política, Chávez plantea la reelección, nosotros no. En la campaña anterior Chávez fue un impertinente que se metió a pelearse con Alan García y nos perjudicó”, explica.

A pesar del descargo, Ollanta Humala carga con el sambenito de ‘chavista’, lo que le ha valido un antivoto –o anticuerpo– del 50%. Por eso perdería con cualquiera si pasa a segunda vuelta.

Su equipo de campaña trabaja en moderar su imagen, aunque hasta ahora con magros resultados. El viernes último se reunieron para conversar con Acción Popular –otro partido centrista– con algunos de cuyos líderes coinciden en que se debería cambiar la Constitución de 1993, pero son solo tanteos. “Conversamos con varias agrupaciones, entre ellas el Partido Nacionalista, pero no significa que lleguemos a acuerdos. Si no se logra nada, AP irá con su propio candidato”, nos dijo Yohny Lescano. Como parte de ese esfuerzo por acercarse a una imagen de izquierda moderna, hace poco Ollanta viajó a Brasil para participar en la celebración del triunfo de Dilma Rousseff. Y hasta se especula que el propio Lula da Silva pueda visitarlo en algún momento de la campaña. “Cuando Lula vino al Perú, al único político que recibió fue a Ollanta Humala. ¿Por qué no nos vinculan con la izquierda brasileña?”, cuestiona Tapia.

En las encuestas de este año Humala se mantuvo por delante de Alejandro Toledo hasta junio pasado con 13%, según Apoyo. En julio, Toledo lo pasó y desde entonces el ex militar está en el cuarto lugar, enfrentando serios problemas de crecimiento. Es que al centro político quieren ir todos. Carlos Tapia señala que las encuestas rurales solo se hacen en las ciudades que tienen más de 20 mil habitantes.

“Muchos de nuestros votos están en las ciudades con menos de 20 mil habitantes. Ese es el voto escondido que no están considerando y que le disputamos al fujimorismo”, dice. “El moderado respaldo actual se debe a que todavía no empieza la campaña, una vez que empiece, Ollanta va a demostrar la clase de candidato que es”, agrega un Abugattás entusiasmado. Con los problemas de posicionamiento que enfrenta su líder, creemos que su optimismo es demasiado.






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