Las recientes declaraciones del general Henry Rangel Silva en las que anuncia que supuestamente la Fuerza Armada Bolivariana no aceptará la decisión soberana en el 2012 de sustituir a través de los votos a Hugo Chávez por un candidato que se le oponga, no deberían sorprender en un país donde hay muchos personajes cuya alternativa sin Hugo Chávez en el poder, sería su paso por la verdadera justicia.
No debería sorprender lo que dice este General, en un país donde la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia Luisa Estela Morales, declaró en contra de la separación de poderes –principio fundamental de la democracia- porque considera que esto debilita la Revolución.
La razón fundamental del “descaro” de dichas afirmaciones, se basa en la supervivencia de funcionarios públicos que han traspasado la barrera de la Ley y del respeto a los Derechos Humanos, y que simplemente no tienen vuelta atrás. Henry Rangel Silva, es uno de los dos miembros de la Fuerza Armada Bolivariana, más mencionado en las computadoras de Raúl Reyes como uno de los enlaces entre el gobierno de Hugo Chávez y la FARC. El otro es el director de la DIM, Hugo Carvajal Barrios. La FARC, al igual que el paramilitarismo en Colombia, es sinónimo de narcotráfico. Adicional a esto, Rangel Silva está desde septiembre del 2008 en la lista del Departamento de Estado de Estados Unidos, junto a Carvajal Barrios y a Ramón Rodríguez Chacín, como una de los cooperadores con el tráfico de drogas en alianza con la FARC.
En el 2008, cuando se publica este dictamen de Estados Unidos, Rangel Silva ejercía como director de la Disip. En lugar de ser destituído, recibió el ascenso al cargo que ostenta hoy como Jefe del Comando Estratégico Operacional (CEO) de Venezuela.
Walid Makled, preso en Colombia con acusaciones de narcotráfico en Venezuela y Estados Unidos, asegura además que tiene mucho que decir acerca de Rangel Silva. El nombre de este general aparece en todas las listas de los colaboradores del régimen chavista con la FARC y el narcotráfico. De manera que no hay espacio para la sorpresa ante unas declaraciones de este tipo, pues Rangel Silva sólo lucha por la permanencia de Hugo Chávez en el poder lo cual significaría su propia sobrevivencia.
Está claro que para los organismos internacionales de lucha contra el narcotráfico, es muy complicado actuar contra funcionarios adscritos a gobiernos “elegidos democráticamente” como es el caso del gobierno de Hugo Chávez. Los tiempos en los que Estados Unidos capturó en su propio país al presidente de Nicaragua Manuel Antonio Noriega, han cambiado de manera que a pesar que Hugo Chávez asegure lo contrario públicamente, él sabe que mientras sea Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, estará protegido. Pero el Imperio no deja de trabajar ni un minuto en la recopilación de datos y pruebas contra quienes apoyan el delito de narcotráfico. Y esos expedientes no se engavetan como en nuestros países latinos donde se esperan los cambios de Gobierno para que el siguiente borre el pasado. En el Imperio la lucha contra el narcotráfico es una política de Estado de esas que no tienen que ver con el color partidista sino que son respetadas de Gobierno en Gobierno.
Por eso Rangel Silva se atreve a decir, que a pesar de que en el 2012 el país decida en elecciones por un candidato distinto a Hugo Chávez, la FANB no lo permitirá. Sólo que es una minoría dentro de la FANB que se ha ensuciado con el negocio del narcotráfico y es falso que la institución vaya a prestarse para lo que anuncia Rangel Silva, que no es otra cosa que desconocer la voluntad popular en el 2012.
Por: Patricia Poleo
