La revolución abre las puertas a las inversiones internacionales
y a los ricos del mundo.

El gobierno de Raúl Castro apura las bases
legales para dar el gran salto económico.

Todo arrancará en el 2011, aunque ya hay consorcios británicos reservando áreas. Entre La Habana y Varadero se ubicarán los grandes desarrollos.

Oficialmente Cuba quedó lista para construir monumentales complejos de lujo con la finalidad de atraer turistas extranjeros y grandes inversiones trasnacionales.

Ayer fue publicada en Gaceta Oficial la instrucción para el Ministerio de Turismo, en la cual se alarga de 50 a 99 años los derechos de uso de las tierras del Estado.

El Ministro de Turismo, Manuel Marrero, anunció que se construirán 16 campos de golf rodeados de exclusivos complejos residenciales.

Dos de esos campos estarán situados en el trayecto de 140 kilómetros entre La Habana y Varadero; dos en Holguín y dos en Pinar del Río. Dicho lote ya 

 está “muy avanzado” respecto a los apartados de tierras, confirmó Marrero: 

  ■  Se contempla una mayoría de campos de golf de 18 hoyos con espacios superiores a los 6 mil 400 metros.

■  Algunos hoyos llevarán publicidad y nombres conmemorativos al estilo de los grandes campos profesionales.

 ■  Las viviendas y los apartamentos contarían con absoluta privacidad, tipo villas, con calles internas y caminerías. Abundarán las lagunas artificiales, arboledas y rutas para el trote y las caminatas, con cero contaminación.

 ■  Los malls y los hoteles  tendrán su propio sistema de generadores eléctricos y potabilización de agua.

Según Marrero, en Estados Unidos hay diez mil clubes de golfistas, lo cual constituye un potencial de clientes casi inmediato. Comentó que también Estados Unidos tiene tres millones de propietarios de yates, algo que incidió en la decisión del gobierno de Raúl Castro a darle el visto bueno al desarrollo de lujosas marinas, también a partir del 2011.

En el primer tramo de 2011 al 2015 se construirán seis marinas bajo parámetros similares a los del Principado de Mónaco.

Uno de los puntos delicados en el debate de esta semana estaba relacionado con la propiedad. Hasta ahora se contemplaba la posibilidad de que quienes adquieran una mansión con acceso accionario a los campos de golf gozarán de un documento de usufructo por 50 años.

Terminado ese tiempo, el titular o los herederos tendrían derecho de renovar otro usufructo por 50 años. Pero ayer quedó solucionado con el lapso de 99 años.

En caso que el propietario decida vender o hipotecar, debe someterse a una norma flexible que también está en discusión, pero que según el gobierno cubano no la restará atractivo al plan.

Antes de diciembre, también estarán listas las condiciones que regirán para quienes deseen comprar autos de lujo, yates, electrodomésticos, plataformas comunicacionales, licores y exquisiteces.

Hasta ahora el tiempo de pernocta en Cuba es de seis meses máximo por cada viaje, pero para los clientes de los lujosos condominios habrá atractivas facilidades, de acuerdo con el Ministerio de Turismo.

Está decidido que el servicio de domésticas, jardineros y asistentes podrá ser cubano o traído del exterior.

Constructores:

Entre los primeros consorcios extranjeros que ya han sondeado la apertura en Cuba, estaría el grupo británico Esencia Hotels&Resorts que al parecer tendría a su cargo el proyecto Carbonera Country Club Resort, a escasa distancia de las imponentes playas de Varadero.

Con un primer tramo de 400 millones de dólares levantarían 730 viviendas, una marina y un campo de golf de 18 hoyos.

Trascendió que “Carbonera” sería un complejo para socios, con centro de convenciones, mall, canchas de tenis, gimnasios, cines 3D, discotecas y centros de estéticas femenina dotados con tecnologías de punta.

Pero no todas serán mansiones en este complejo, porque habrá opciones modestas de residencias y apartamentos entre 150 mil dóla-res y un millón de dólares.

Se supo que aplicarán el concepto de “viviendas inteligentes”, aunque se desconocen detalles de este tipo de construcción.

Un planteamiento del gobierno cubano, hasta ahora no formalizado, es que los inversionistas construyan modestos complejos cercanos a las áreas especiales para habitarlos con potenciales prestadores de servicios domésticos, de albañilería, plomería, reparaciones, niñeras y médicos, entre otros.

El gobierno se ofrecería para participar a través de Havana Holding, una de sus enlaces con los prestadores de servicios turísticos.

La pasada semana el Consejo de Ministros dio su visto bueno al macro proyecto turístico liderado por el ministro Marrero, aunque las bases legales deberán volver a esa instancia para una nueva revisión.

El pasado viernes se supo que una sociedad anglo-española tiene interés en Bahía Honda, un área de espectaculares vistas en Pinar del Río, mientras que está por llegar una comisión canadiense para evaluar el sector Jinacoa, a minutos de La Habana.

Un cálculo preliminar manejado por el Ministerio de Turismo indica que cuando menos se construirían 12 mil viviendas de alto target y unas ochocientas mansio-nes en los primeros cinco años a partir del 2011.

Otro aspecto que deberá estar resuelto antes de diciembre está relacionado con la presencia de bancos estadounidenses tanto para apuntalar financiamientos como servicios a los ciudadanos de ese país, aunque en tal sentido deberá solventarse restricciones vigentes desde el bloqueo.Respecto a la posibilidad de que ciudadanos cubanos puedan tener propiedades en estos complejos, el gobierno parece ganado a la idea de negarlos porque ello haría más largo el camino legal.

Un punto de partida del nuevo ordenamiento será la Ley de 1995 que permite a los extranjeros comprar inmuebles en Cuba.

Por: Equipo de Economía
Aug 27 2010
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