“Cría cuervos y te sacaran los ojos…”
■ Si bien puede ser resaltado como el deber de las instituciones garantes de la seguridad, la arremetida contra las bandas delincuenciales no deja de ser una acción meramente reactiva ante el desdoblamiento que han tenido los grupos afectos y al servicio del oficialismo.
■ Los llamados por una parte “colectivos sociales” o los emplazamientos de estas bandas bajo una estrategia de contención delictiva, denominando a sus áreas de dominio delincuencial como “zonas de paz” y los planes que surgen a raíz de estas actuaciones policiales y militares.
[E]n procedimientos policiales y militares recientes, el actual régimen venezolano ha embestido de manera frontal y con fuerte represión contra bandas delincuenciales que mantienen en estado de sitio a la ciudadanía caraqueña y otras ciudades del país. Situación delictiva que trasciende la cultura de valores y principios que debe existir en una sociedad cívica, tanto en cifras como en modalidades o modus operandi, más allá de una delincuencia común de nuestras sociedades latinas.
Pero, este procedimiento, que si bien puede ser resaltado como el deber de las instituciones garantes de la seguridad, para la protección de toda persona ante cualquier situación de amenaza, vulnerabilidad o riesgo, contra su integridad física, sus bienes y el disfrute de sus derechos, no deja de ser una acción meramente reactiva ante el desdoblamiento que han tenido los grupos afectos y al servicio del oficialismo, llamados por una parte “colectivos sociales” o los emplazamientos de estas bandas bajo una estrategia de contención delictiva, denominando a sus áreas de dominio delincuencial como “zonas de paz”.
¿En qué consiste el llamado desdoblamiento que han tenido estos grupos? Básicamente en la división o separación de sus fuerzas del régimen o entre ellos. Por una parte, al asumir posiciones opuestas al propio régimen que les formó y ha sustentado, debido a la crisis que genera la disminución de aportes financieros para su manutención, las misiones y actividades sociales en que los ocupa el régimen. Por otra parte, en la vuelta de estos grupos o parte de ellos a las acciones delictivas, basadas en las raíces de su práctica contra la sociedad.
Para entenderlo mejor basta rememorar el origen de estos grupos, situándose inicialmente en las raíces de grupos subversivos urbanos como los tupamaros y colectivo la piedrita, entre otros ubicados en el sector oeste de Caracas, específicamente en la parroquia de Catia. Grupos de izquierda que se plegaron a la llegada del régimen del difunto Chávez y que posteriormente comenzaron a expandirse con el surgimiento de los llamados “círculos bolivarianos”, teniendo bases organizacionales y misiones de índole social, sustentados financiera y logísticamente por el régimen, entre esta logística, la entrega de armas.
Dichos grupos tuvieron un mayor crecimiento a raíz de los sucesos del 11, 12 y 13 de abril del 2002, con una referencia y estrategia castrocomunista, dada en dos vertientes; una por la vía de agrupaciones civiles y otra por la vía militar. Todo esto con la máxima del difunto, que el rescate de la presidencia del 13 de abril fue hecho por el pueblo y que ante la posibilidad de nuevas sublevaciones cívico-militares “contrarrevolucionarias”, se constituyera el pueblo en armas.
De esta manera comenzaron a incrementarse y formarse los llamados grupos colectivos con fuerzas de choque motorizadas, que se expandieron por todo el país bajo la cabeza de gobernadores, alcaldes, jefes de instituciones civiles, empresas del estado y jefes militares de algunas guarniciones. Cada quien quería tener su fuerza defensiva y armada ante el mandato del difunto. Gran parte de estos grupos lo constituyeron miembros de bandas delictivas o funcionarios policiales que habían sido señalados y dados de bajas por acciones delictivas. Sumándose posteriormente algunos reos de las liberaciones consensuadas y acordadas hasta con pranes.
Por otra parte, se constituyó lo que es el Frente Miranda, la joya de la corona, con una estructura institucional dentro del Estado y con presupuesto bajo una razón social, pero encubierto se organizaba una fuerza de combatientes con una formación ideológica y de cuadros, que inicialmente comenzó en Cuba, donde fueron enviados una gran numero de jóvenes de diversos estratos sociales.
Dicha organización solicitó la asignación de armamento que el difunto avaló de manera pública durante un evento de ese grupo en Puerto Ordaz. Finalmente en el sector militar y creada de manera inconstitucional, la mal llamada y habida milicia, con asentamiento ilegal a la institución de la Fuerza Armada Nacional. Mujeres y hombres, en gran parte manipulados y utilizados, aprovechados en su nobleza y condiciones de estratos sociales con escasa o ninguna entrada económica, para incorporarlos a las filas de tal unidad paramilitar. Allí de igual manera se integraron elementos con prontuario delictivo.
Pues asumiendo el dicho, cría cuervos y te sacaran los ojos, o efecto boomerang, que ante la presión ejercida contra las propias fuerzas que inicialmente les sirvieron de manera ciega, al faltarles recursos para seguir ostentando el poder sobre la ciudadanía y la pretensión de bienes ostentosos, tal cual sus denotados jefes y padrinos gubernamentales, terminan siendo obstáculos para el régimen y son cruentamente reprimidos a muerte. La represión, allanamientos y detenciones en la Cota 905 y en Ciudad Sucre del Fuerte Tiuna, terminan siendo consecuencia de la anarquía reinante en los predios del poder por la falta de control sobre estos colectivos y bandas delictivas, teniendo que proceder por la vía institucional con organismos de seguridad para tratar de recuperar el dominio de los mismos.
En ambos hechos salieron a relucir aspectos a considerar sobre los planes encubiertos del régimen, en contra de eventuales manifestaciones civiles o militares utilizando dichos grupos.
II
Dos cosas pueden derivar de este nuevo operativo de seguridad; ganar indulgencia política y más adeptos en la población, como lo expresaron militares en reuniones efectuadas los días sábado 01 y viernes 07 del presente mes de agosto, convocadas por el Ministro de la Defensa con el Alto Mando Militar, comandantes de Regiones y Zonas de Defensa Integral del país.
En continuación de la semana anterior ofrezco lo siguiente… La máxima del difunto sobre pueblo armado y misionado se ha cumplido. Grupos colectivos, grupos subversivos, bandas delincuenciales, guerrilla rural nacional y extranjera, organización social bandera (Frente Miranda), milicia y por último el sostén de una fuerza de combatientes extranjeros e invasores, misionados por los asesinos Castros, para defender la mal habida revolución. He allí la composición de una fuerza, a la que habrá de dar parte de manera contundente para erradicar la violencia de manera definitiva.
Como mencioné anteriormente, las acciones contra estos grupos que ha venido acometiendo el régimen a través de un nuevo operativo de seguridad ciudadana denominado, Operación para la Liberación del Pueblo (OLP), ponen en evidencia claramente el desdoblamiento de estos grupos en contraposición al control que sobre ellos ejercía el régimen, si es que lo tuvo, y ponen de manifiesto el reflejo del alto índice delincuencial existente en todo el país, del cual el régimen ha sido cómplice, permisivo o sostén de ese status quo, que mantiene en constante zozobra a la ciudadanía y hasta los propios cuerpos de seguridad, que no escapan de las acciones delictivas de estos grupos. Pero también señalan en la creación de estos grupos, la integración a planes de empleo que se han venido mostrando, con la misionada tarea que encomendó el difunto a raíz de los sucesos de abril 2002.
Es así como la incorporación de urbanismos populares de razón social dentro del Fuerte Tiuna y otras localidades militares, se inscriben dentro de estos planes asignados a los grupos colectivos que allí son beneficiados. Más allá de lo que sobrevino con el mayor descalabro, el desplazamiento de estructura y organización militar para el Ejército y la FAN, que afectó considerablemente un área tan esencial como la logística y que dejó un marco de inseguridad militar a las instalaciones que allí quedaban. De igual manera, estos agrupamientos accionaron en contra de los propios militares, familiares que allí habitan, hasta de equipos y armamento militar, que han sido sustraídos por la incursión de estos grupos dentro del Fuerte, tanto en los predios de albergues para damnificados como en el otorgamiento de viviendas en los recién construidos urbanismos.
Estos planes consisten en coartar las posibles acciones militares que pudieran presentarse en un eventual levantamiento militar o civil en contra del régimen. Parte de estas misiones, por escrito, fueron encontradas por algunos de los efectivos que realizaron los allanamientos en los edificios 34, 35 y 36, donde se ubicaban fracciones de estos grupos anárquicos del Frente Carrillo, entre otros, y que fueron beneficiados por el ilegitimo a principio de año. Estos colectivos tendrían también la misión de impedir igualmente, el ingreso a la Capital de la República de los autobuses que transportan estudiantes que puedan venir del interior del país, con el fin de algún tipo de manifestación o apoyar las marchas de protestas estudiantiles, así como cualquier otro tipo de movilización afín sobre Caracas. Todo parecía ir bien hasta que el colectivo se dividió en dos grupos, uno en seguir las ordenes del régimen y otro en contra que fue señalado de incurrir en los delitos diversos que se comenten dentro del Fuerte Tiuna y en otras zonas de Caracas. Ello derivó, ante múltiples reclamos militares y la inobservancia de las órdenes del régimen, en el operativo que dirigió el General Benavides y el General Zavarce ese domingo 12Jul.
Del lado de la Cota 905 la operación un día después, no estuvo tampoco alejada de la misma razón. Allí las acciones se concentraron sobre otro colectivo desobediente (Los Laureles), misionado esta vez sobre el propio SEBIM en el helicoide y la Comandancia General de la Guardia Nacional contigua a la Cota 905. Hasta allá llegó por primera vez la acción del régimen de manera contundente y cruenta, dejando una cifra de muertes, detenciones y recuperación de diversos bienes robados a la ciudadanía. Los antecedentes de algunas acciones, fueron el detonante también para esta operación, ataque a funcionarios policiales y militares en la zona. Confrontación con algunas comisiones policiales y por supuesto la desobediencia en temas de misiones del régimen de algunos de estas facciones violentas.
El régimen avanza en su OLP sobre otras regiones del país en un tiempo electoral, donde se encuentra en condiciones adversas de lograr sostener el poder legislativo en las próximas elecciones parlamentarias, a pesar del control absoluto del árbitro y del sistema viciado, con el cual opera el proceso electoral. Dos cosas pueden derivar de este nuevo operativo de seguridad; ganar indulgencia política y más adeptos en la población, como lo expresaron militares en reuniones efectuadas los días sábado 01 y viernes 07 del presente mes de agosto, convocadas por el Ministro de la Defensa con el Alto Mando Militar, comandantes de Regiones y Zonas de Defensa Integral del país (REDI y ZODI) en la Escuela de Infantería del Ejército. En segundo lugar, depurar y reorganizar las fuerzas civiles como combatientes ante un inminente levantamiento cívico-militar, que les permita activar los planes previstos con estos grupos colectivos.
Debemos seguir avanzando contra la ignominia destructiva del régimen y estar firmes en la lucha por restituir el Estado de Derecho y nuestra Soberanía. Sólo, desde un nuevo Estado en total ambiente de Libertad y Democracia, con la garantía de todos los derechos para todas las personas, fundamentado en un sistema de Justicia con total autonomía y de un cuadro de honor que lo haga verdaderamente magistral, podremos garantizar la Paz y el Bienestar de todos los venezolanos.
*Antonio Rivero (52). General de Brigada (r) del Ejército. Dirigente nacional de Voluntad Popular, pasó a la palestra nacional venezolana desde 2003 cuando fue nombrado Director Nacional de Protección Civil, donde se destacó por modernizar y adecuar a Venezuela al nuevo esquema internacional de administración de desastres y protección civil.
Por: Antonio Rivero
@antonio_rivero
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Miami, 14 de agosto de 2015
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