Alto
EN 48 HORAS El domingo 11 de enero el presidente Nicolás Maduro en su -por ahora incalificable- gira por Rusia, China y los países árabes declara, desde el Reino de Arabia Saudita, que sus reuniones con los grandes de la OPEP fueron muy fructíferas en miras del fortalecimiento del mercado mundial de hidrocarburos. A través de VTV expresó que “…conversamos a fondo sobre importantes ideas para establecer una estrategia que permita la estabilización del mercado y la recuperación de los precios. Me voy muy optimista porque hemos dialogado, hemos conversado, nos hemos escuchado; y hemos conseguido puntos de encuentro y coincidencias muy profundas, para impulsar una nueva etapa de fortalecimiento de la OPEP y de los mercados petroleros…”
Sin embargo, no habían pasado 48 horas de tal declaración cuando el ministro de Petróleo de los Emiratos Árabes Unidos, Suhail bin Mohammed al-Mazroui, señala a los medios que la OPEP “no reducirá su producción de crudo para apoyar los precios … La estrategia no va a cambiar … le estamos diciendo a los mercados y otros productores que tienen que ser racionales y, como la OPEP, tienen que mirar el crecimiento en el mercado internacional del petróleo…”
Simplemente me hago dos preguntas: 1. ¿Quién engaña a quién, a quiénes y por qué? 2. ¿ Mentiras ex profesas o la más transparente ignorancia?. No pasaron ni siquiera dos días para que el propio viajero en familia reconociera que sus “e$fuerzo$” no habían sido apreciados. Con una ingenuidad de párvulo nos dijo desde Argelia que “falta consenso ante la iniciativa propuesta por Venezuela para afrontar la caída de los precios del petróleo”. Lo señalaba antes de reunirse con el presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika. Éste habría exigido tal aclaratoria ya que en noviembre había recriminado a Venezuela –a título personal con el canciller Rafael Ramírez- por los errores cometidos en el manejo del petróleo venezolano como lo escribimos en esta columna el 18/11/14. Un viaje sin sentido del que llega con las manos vacías. Puro buchipluma. A confesión de parte…
Medio:
5 EN 2015 Dolor propio y pena ajena. En la ciudad de Nueva York, la urbe emblemática del mundo, viven cerca de 9 millones de habitantes que hablan más de 170 idiomas o lenguas. Caracas, por su parte, sede de un régimen autodenominado con la falacia de Socialismo del Siglo XXI, tiene apenas algo más de 3 millones de habitantes. Sin embargo, en los tres últimos años, la violencia en las calles de Nueva York ha matado a solo dos policías, mientras que la violencia entre quienes transitamos las calles de Caracas ha logrado quitarle la vida a unos 327 policías, tal y como lo reporta el trabajo de nuestra colega Angélica Lugo, en el diario El Nacional el 5 de diciembre. Solo en 2015 ya van cinco asesinados.
La muerte de los dos policías neoyorquinos ocurrió el pasado mes de diciembre y generó una concentración con representantes de los principales cuerpos policiales de los Estados Unidos, la presencia del Vice Presidente de ese país, así como del gobernador del Estado y el alcalde de la ciudad. Señala Angélica Lugo en su trabajo que en el año 2012 fueron asesinados en Caracas 106 policías, en el 2013 un total de 100 y en el 2014 la cifra alcanzó a 121 uniformados. En otras palabras, y en simple aritmética, en las calles de nuestra revolucionaria y socialista Caracas asesinaron a un policía cada tres días y medio en los últimos tres años. Para esos 327 policías nuestros, ni un gesto, ni una palabra. Ninguna lección aprendida. Ninguna reivindicación. Como lo expuso Natalia Matamoros en El Universal del domingo 28 de diciembre, ese último mes del año resultó ser el más violento de todo el 2014: un total de 255 cuerpos habían ingresado a la morgue de Santa Mónica al cierre del trabajo del Matamoros, quien destaca que “…desde el primero de enero hasta la fecha fueron llevados 4.991 cadáveres. De esa cantidad casi 4 mil correspondieron a asesinatos y el resto a muertes por colisiones, muertes naturales o motivos por investigar…”
Para poner el asunto a nivel de interés mundial y generar pena ajena, al día siguiente, diciembre 29, la agencia de noticias EFE publica el Informe del Observatorio Venezolano de Violencia, OVV, señalando que “…los resultados obtenidos nos indican que conservadoramente podemos estimar que el año 2014 concluirá con 24.980 fallecidos y una tasa de 82 muertes violentas por cada 100 mil habitantes…” Cifra impresionante, escalofriante por decir lo menos, para cualquier cancillería, para cualquier cuerpo policial del mundo. Recordemos que la dupla Chávez – Maduro ha batido record con la designación de 15 ministros en la cartera de Interior y Justicia (varios de ellos han repetido en el cargo) presentándole al país más de 19 diferentes proyectos de seguridad ciudadana. Todos un verdadero fracaso, y millones de gastos en propaganda que se van en utopías y burocracias llamadas, por ejemplo, Patrullaje Inteligente o Misión a Toda Vida.
La ultima refinación del estamento gobernante a este respecto resulta ser otra jugada política: al militante, activista, líder de un sector interno del PSUV y ex policía Freddy Bernal lo han designado para encabezar una Comisión Presidencial para la Trasformación Policial. ¿Tendrá poder?. A pesar de la crudeza y el dolor que generan estas cifras el heredero presidente al designar a Rafael Ramírez como Embajador ante la ONU nos anunciaba que “…Venezuela se incorpora al Consejo de Seguridad de la ONU, con la mayor responsabilidad para defender la Paz Mundial…” a lo que Ramírez ripostó que defenderá “….de manera permanente la Revolución Bolivariana y el pueblo venezolano…” Por cierto, la ONU tiene su sede en la ciudad de Nueva York, con calles y avenidas seguras por las que Rafael Ramírez excluido de la cúpula del chavismo ya camina tranquilo, sin temor a ser secuestrado, mucho menos abaleado. Usted lector, uno más del pueblo venezolano, mientras cuida su vida y la de los suyos aquí en Caracas, saque sus propias conclusiones…
Bajo:
ORO NEGRO ¿O ROJO? Venezuela es política y petróleo como bien dijo Rómulo Betancourt en su libro mas conocido. Para el mes de abril del 2013, cuando Maduro asume la presidencia el precio del petróleo rondaba los 97 dólares el barril. Hoy, a solo 21 meses del inicio de dicha gestión, el precio promedio del barril petrolero venezolano se ubica en la franja de los 42 dólares. Cerca de 57% menos. En 15 años de Chavismo-Madurismo nadie, absolutamente nadie que no sea militante del PSUV, ha tenido la más mínima posibilidad de opinar o decidir en lo que ha sido nuestra política petrolera y, mucho menos, responsabilidad alguna en cómo se han invertido, gastado, dilapidados o robado los ingresos que nos generó durante este tiempo nuestra principal –o única- actividad productiva exportadora. Terrible.
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NELSON BOCARANDA SARDI
@nelsonbocaranda
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Caracas, jueves 18 de diciembre de 2014
El Universal