“El enemigo más peligroso
de la dictadura…”
■ Son las 4:00 a.m. A esta hora comienzo a escribir, no porque sea mi costumbre, sino porque en estos últimos días me despierto sobresaltado de que algo va a ocurrir.
[M]i desvelo creo compartirlo con muchos venezolanos y si nos atrevemos a juzgar bien, podemos decir que la gran mayoría de nuestros compatriotas están sumamente preocupados, al igual que nosotros, por la grave crisis que vive nuestro país. No es hora de cruzarnos de brazos, pero tampoco de cometer locuras. Es la hora de la sabiduría, es la hora de prepararnos para la victoria.
Lo primero que debemos observar es que el campo está minado, lo han llenado de trampas y debemos tener cuidado por donde caminamos. Lo segundo es que el gobierno anda buscando a quien echarle la culpa del mal que han cometido ellos. Y lo tercero es que desde el poder nos ven como pajaritos en pajal, picando sin encontrar nada y mirando para todos lados, buscando ver de dónde nos podría venir la pedrada. Ellos viajan y sonríen. Nos consideran débiles y presa fácil para mantenernos atrapados entre lo malo y lo peor, entre el comunismo y el militarismo, jaulas donde se pierde la libertad.
Nosotros somos hombres y mujeres demócratas, no pajaritos. Sabemos luchar. El miedo lo perdimos en las batallas de la Independencia con Simón Bolívar al frente. Se equivocan quienes piensan lo contrario. Los militares saben que el miedo se fue de Venezuela hace tiempo. El 23 de enero de 1958 es un ejemplo. Desde ese entonces, hasta hoy, hemos luchado por mantener la democracia que nos ganamos ese día. Somos demócratas, no golpistas, ni dictadores. Bolívar renunció a ello el 15 de febrero de 1819. Nosotros somos la miel de la vida republicana. Intentamos jugar limpio, sabiendo que en la política es difícil, pero la gravedad de la crisis de hoy nos exige no tanto la astucia política, sino sabiduría, tacto político.
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en un excelente documento, se pronunció y dijo, entre otras cosas, lo siguiente: El sistema político venezolano predispone los ánimos para la violencia y la agresividad. La violencia ha sido y continúa siendo motivada por la filosofía del actual sistema y apunta que la pobreza vergonzante a la que el sistema ha llevado al país, es causa de violencia. Hace otras consideraciones de gran importancia en materia económico- política y subraya que hay un panorama social muy oscuro. Por otra parte, manifiesta que ante la magnitud de la crisis, los partidos políticos no han sabido ofrecer un proyecto alternativo de democracia eficiente. “La crisis es tan compleja que requiere, para ser resuelta, el concurso de todos los sectores del país”, recomienda.
¡Bueno! Vamos a lo nuestro. ¡A prepararnos! La violencia es el enemigo a vencer para los demócratas, Y el voto, el sufragio universal y secreto, es el enemigo más peligroso para las dictaduras militares y comunistas. En medio de ellos está la desesperación de un pueblo, incontrolado por ausencia de liderazgo y porque no aguanta la carga que se le impone. El peso de las medidas económicas que aplicará el gobierno nos obliga a nosotros como pueblo a dar una respuesta. La incapacidad para gobernar fue el error. El gobierno fue incapaz, es incapaz y seguirá siendo incapaz. Nosotros tenemos que prepararnos para gobernar, hacer activismo político, movilizar a las masas populares, presentar un nuevo modelo de gobierno, un nuevo sistema de gobierno. No cruzarnos de brazos a esperar un madrugonazo. Si somos demócratas conquistemos el espíritu democrático del venezolano, pero por favor, dejemos de ser alcahuetes del militarismo y cómplices de dictadores.