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URIBANA: Van 41 presos muertos por intoxicación

URIBANA, Van 41 presos muertos por intoxicación
El Infierno vivido Uribana,
¿Intoxicados o Envenenados?

 

HRW insta a Venezuela a investigar muertes en Uribana.

Consternación por el aumento de presos muertos por intoxicación en Venezuela.

Custodios habrían incitado protesta de reos en Uribana contra el director de ese centro carcelario.

Familiares de reos fallecidos descartan la hipótesis de una especie de suicidio colectivo tal como lo afirma el Gobierno.

Caracas.- En Venezuela se conoce, desde hace años que las cárceles venezolanas son centros de hacinamiento, actos delictivos, narcotráfico y enfrentamientos entre bandas internas, donde han ocurrido masacres, pero nunca un “¿suicidio colectivo?”. Por primera vez en el país, ciento cuarenta y cinco personas fueron envenenadas, de estas ya cuarenta y uno han fallecido, debido, según el Gobierno, a un cóctel ingerido por los mismos reclusos, situación que han desmentido los familiares. El hecho ocurrió el 24 de noviembre en el Centro Penitenciario David Viloria (conocido como cárcel de Uribana), en el estado Lara a 341 km de Caracas.

Y mientras la ministra para Servicios Penitenciarios, Iris Varela, se presenta ante los familiares con un rosario de disculpas y en la conciencia de que su “revolución carcelaria” no es tal como la predica, como una cachetada la golpea la realidad del sistema y destruye las palabras que en mayo dijo el parlamentario Pedro Carreño: “el sistema penitenciario realmente ha cambiado en Venezuela, la tarea de la ministra ha sido exitosa y admirable desde todo punto de vista”.

Una situación como esta es como un puñal al Gobierno de Maduro, pues ya tiene cero en la boleta ante la Organización de Naciones Unidas pues el Comité contra la Tortura el pasado mes de noviembe difundió su preocupación a través de un informe donde “describen el alto grado de violencia en los centros penitenciarios, registrándose 4.791 muertes y 9.931 heridos (en cárceles de Venezuela) desde enero de 2004”.

El Comité también señaló que “el número oficial de personas privadas de libertad fallecidas en el 2014 es de 140”.

Por su parte, el director ejecutivo para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, dijo que “miles de internos han muerto en las prisiones venezolanas en los últimos años, incluyendo decenas de ellos en la cárcel de Uribana desde 2013”. También precisó que “además de investigar en forma exhaustiva este caso, el gobierno de Venezuela debería aceptar la solicitud pendiente del Relator Especial contra la tortura de la ONU para visitar el país y debería permitirle que tenga acceso pleno para llevar a cabo una investigación”

Custodios incitaron protesta:

El grupo de custodios que estaba de turno el lunes 24 de noviembre fue quien presuntamente incitó a la población reclusa en Uribana (Lar) a emprender una protesta violenta contra el director de ese centro carcelario, informó una fuente interna.

Parte de esa protesta se materializó en un ataque al área de enfermería donde los presos prepararon un “coctel” con rivotril, anestesia, antiglisemia y alcohol absoluto, entre otros fármacos. Hasta ahora suman 41 los reos muertos por haber ingerido esa bebida.

Los custodios son funcionarios del Ministerio Penitenciario encargados de velar por el orden interno de las cárceles. No han precisado la identidad de los custodios que motorizaron la protesta. Al parecer un grupo de ellos, en combinación con guardias nacionales, habrían permitido el ingreso al Centro Penitenciario David Viloria de pequeñas porciones de drogas y armas.

La información llegó a oídos de la ministra Iris Varela, quien comisionó a Julio César Pérez para que restableciera el orden en Uribana. Este comisionado ordenó realizar unas requisas y se encontró con armas y drogas, situación que puso en alerta a los guardias nacionales y custodios comprometidos en dicha irregularidad. En respuesta, los custodios abrieron las celdas de los módulos 7 y 8 y les dijeron a los privados de libertad que salieran a protestar contra el director de la cárcel. Al salir de las celdas, un grupo se dedicó a tumbar paredes, otro a destrozar la administración y unos acometieron el asalto al área de enfermería, narró el informante.

Al consultársele sobre esa versión, la ministra Varela respondió que ordenó una investigación interna cuyos resultados aún no posee. “Estamos investigando; he estado aquí conversando con familiares y con los privados de libertad”, declaró Varela vía celular. “La mayoría dice que tomó la bebida de manera voluntaria”, acotó la ministra, quien anunció que desde ayer se inició una cayapa especial para atender a la población reclusa y además reconstruir las áreas destruidas, labor esta con participación de los presos. Refirió que habilitó un área dentro del penal larense para atender a los reos que sobrevivieron a la masiva intoxicación. “Les hemos brindados todas las atenciones; les facilitamos comunicarse con sus familiares”, describió Varela.

Por otra parte, ayer en la tarde el Ministerio Público inició la imputación contra Julio César Pérez, la persona que fungía de director de Uribana para el momento de los hechos violentos. Al cierre de esta edición se desconocían los delitos que le imputarían.

Los familiares:

El diario El Nacional reseña las declaraciones de la madre de Yender Briceño, Edith Briceño, quien dijo que consiguió el cuerpo de su hijo Yender en la medicatura forense de Maracay. En el informe que le entregaron señala que el muchacho murió por insuficiencia respiratoria aguda y edema cerebral acentuado, originados por la intoxicación.

La autopsia de Briceño coincide con la de José Suárez Martínez, entregada a sus familiares el viernes pasado. La madre de Briceño entró al hospital y vio que había otros ocho reclusos hospitalizados. “Los tienen desnudos”, aseguró al mecionado medio de comunicación.

Añadió que en la cárcel de Uribana aún no está permitido el acceso a los familiares: “Todo está restringido; no hemos podido hablar con algunos de los muchachos”.

La ONG Funpaz fijó posición para exigir una medida humanitaria para Elena Uzcátegui, de 65 años de edad. La mujer está detenida en Uribana desde septiembre luego de que la apresaron en una manifestación de la oposición. La asociación civil advirtió que Uzcátegui tiene un estado crítico de salud, pues entre otros aspectos pesa 38 kilos.

La lista de los 41 fallecidos incluye a Gleibeth Lucena, Ángel Perozo Monasterio, Fran Eloy López Rodríguez, Wiferson Díaz Castillo, Alexander Rodríguez, Jesús Alberto Palacios, Gabriel Gutiérrez, Pablo Medina, Jesús Azuaje, José Luis Requena Morales, Miguel Flores y Maikel Medina.

Human Rights Watch:

a organización Human Rights Watch (HRW) solicitó hoy “investigaciones oportunas, exhaustivas e imparciales” por parte del gobierno de Venezuela para esclarecer la muerte de 35 internos en una cárcel del país durante una huelga, así como reformas en el sistema penitenciario.

La organización, con sede en Nueva York, emitió hoy un comunicado tras el suceso acaecido el 24 de noviembre en el Centro Penitenciario David Viloria (conocido como cárcel de Uribana), en el estado de Lara, donde además de los fallecidos, 145 personas resultaron envenenadas, 20 de las cuales permanecen en coma.

“Además de investigar en forma exhaustiva este caso, el gobierno de Venezuela debería aceptar la solicitud pendiente del Relator Especial contra la tortura de la ONU para visitar el país y debería permitirle que tenga acceso pleno para llevar a cabo una investigación”, aseguró el director ejecutivo para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco.

Además, Vivanco señaló que este no es un caso aislado y añadió que “miles de internos han muerto en las prisiones venezolanas en los últimos años, incluyendo decenas de ellos en la cárcel de Uribana desde 2013”,

El 24 de noviembre varios reclusos iniciaron una huelga de hambre en protesta por las condiciones penitenciarias y el maltrato de los reclusos y sus familiares, entre otros temas, y según fuentes oficiales, la protesta acabó con los responsables envenenados tras hacerse con el control del departamento de salud de la prisión.

Tres días después, el Ministerio Público creó un equipo multidisciplinario para investigar la que consideró una “situación irregular” en la cárcel de Uribana, y asignó tres fiscales al caso y el director del centro penitenciario fue detenido en el curso de la investigación, según HRW.

La organización cita a otra ONG de Venezuela, el Observatorio Venezolano de Prisiones, que asegura que familiares de las víctimas han reportado que los internos fueron envenenados por los guardias penitenciarios.

Asimismo, recuerda que el Comité contra la Tortura de la ONU ya señaló su preocupación “ante informes que describen el alto grado de violencia en los centros penitenciarios, registrándose 4.791 muertes y 9.931 heridos (en cárceles de Venezuela) desde enero de 2004”.

Venezuela arrastra este problema desde hace años, pues ya en 2007 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) instó a Venezuela a adoptar medidas para “evitar la pérdida de vidas y los daños a la integridad física, psíquica y moral de todas las personas que se encuentran privadas de libertad en la Cárcel de Uribana”.

En 2011, el entonces presidente Hugo Chávez creó el Ministerio para el Servicio Penitenciario con el fin de mejorar ese sistema.

Sin embargo, en enero de 2013, siempre según versiones oficiales, al menos 56 internos y un miembro de la Guardia Nacional murieron durante un enfrentamiento entre integrantes de la Guardia Nacional y presos de esta misma cárcel.

(Más temprano…)

La peste chavista esta llegando a su fin:

Lloraba desesperada, se tapaba la boca con un trapo blanco, las manos le temblaban y las piernas no le daban para caminar. Dos Policías Nacionales la acompañaron al salir de la morgue y luego de dar unos diez pasos y de ver a una de sus familiares se desplomó en el piso, casi desmayada.

Acababa de reconocer a su hijo, Miguel Enmanuel Durán (21) uno de los 26 internos fallecidos en Lara, por el “cóctel de la muerte” y a los que se le suman 5 de Tocorón, 2 de San Juan de los Morros, para ser un total de 33 privados de libertad que han perdido la vida, según las cifras recabadas por los fiscales del Ministerio Público y el Observatorio Nacional de Prisiones (OVP).

Familiares de los fallecidos estaban molestos. En conjunto denunciaban que los presos no se habían tomado ese “cóctel de la muerte” por su cuenta, que los habían envenenado. “Ellos no son locos para consumir eso, no son intoxicados, a ellos los envenenaron con el agua y la comida”, dijo Yesenia Leal, prima de Gleibeth de Jesús Lucena Goyo (22), quien se encontraba recluido en el módulo 3 de Uribana desde hacía siete meses aproximadamente, por haber robado un celular.

Durante su estadía en el penal les contó a sus familiares que sufrían muchos maltratos, que les daban comida podrida.?El último contacto que tuvieron con él fue el martes a las 9 de la noche cuando llamó a su tía y le dijo: “Estoy alegre, el hampa tomó el penal y yo me voy para Tocorón”. La felicidad era porque habían acabado con ese régimen torturador, explicó la familiar, mientras dijo que en horas de la madrugada el cuñado del joven se comunicó con la novia y le anunció que lo había sacado hasta el portón muerto, que no había podido hacer nada. Víctor Medina relató que su hermano, Maikel Alejandro Villegas Medina (21), apenas tenía 45 días en el penal y lo poco que estuvo allí fue un infierno. El es del estado Aragua y había sido trasladado desde Tocuyito, en donde estaba en el módulo 5, recluido por robo. Para Jéssica Crespo, prima de Jesús Eduardo Palacios Azuaje (24), ellos fueron envenenados, “porque hay muchos muertos”.

Un mensaje que expresaba “Chuchito va de traslado”, seguido de una llamada en donde pidió que rezaran mucho por él, fue lo único que supieron de este joven, quien estaba recluido en el módulo 3 de Uribana por el delito de robo propio, desde hace siete meses.

Varias historias se dejaron escuchar en boca de los seres queridos de los privados de libertad. Algunos desmentían que ellos se hubiesen intoxicado, indicando que desde adentro los propios presos habían dicho que los envenenaron con la comida y el agua e incluso decían que el agua que les soltaron parecía soda. Dichas hipótesis son respaldadas por Humberto Prado, director del Observatorio Nacional de Prisiones, quien señala que “los presos no son tan estúpidos, para tomarse un medicamento sin leer” y cuestiona las cifras dadas por el Ministerio de Servicio Penitenciario, a través de un comunicado.

Cola para identificarlos:

En la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, en un lapso de 72 horas han ingresado 26 cadáveres provenientes de Uribana. Los reos murieron producto del llamado “cóctel de la muerte”. Solamente se habría entregado el cuerpo de Renzo Méndez (28), quien habría sido reconocido por su familia el martes.

Las adyacencias de la morgue estaban abarrotadas de personas que deseaban saber si sus familiares estaban allí; pasaron toda la noche esperando por un listado. Un fiscal del Ministerio Público los reunió y les informó que sólo parientes directos pasarían de cinco en cinco a reconocer los cuerpos que se encontraban dentro de la morgue.

Aproximadamente 60 personas hicieron su cola y a las 10:50 de la mañana comenzaron a entrar. Las primeras salieron persignándose, dando gracias a Dios que los suyos no estaban allí.

Mientras algunos esperaban su turno se les podía notar en sus rostros la angustia, movían las piernas de forma intranquila, se comían las uñas, se colocaban las manos en la cabeza. La cola estaba llena de mujeres y hombres, iba avanzando y pasaban los lotes de familiares. Muchos salían aliviados pues no encontraron a su ser querido, pero con la incertidumbre de no saber acerca de su paradero.

Muchos no tuvieron el valor de pasar, otros se devolvieron y los que entraron expresaban que era bastante rudo, los cuerpos estaban entre las cavas, sobre las camillas y las bandejas puestas en el piso. Cada cuerpo tenía un número en el pecho, escrito con marcador.

Algunos en plena puerta recibieron la llamada esperada, era su familiar avisándole que estaba bien. Escenas de alegría o tristeza se dejaban ver en las afueras de la morgue.

Hasta horas de mediodía se hizo la primera ronda de reconocimiento de cadáveres: de 26 a sólo cinco le aparecieron sus dolientes. A las 2:30 de la tarde se llevó a cabo la segunda ronda, en donde identificaron los cuerpos de doce reos más, para hacer un total de 17 internos reconocidos.

Dentro de la morgue se encontraban varios fiscales del Ministerio Público, en compañía de patólogos, auxiliares y funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc. Se informó que se había realizado la autopsia a 26 cadáveres, y fueron diversas las causas de muerte. Algunos presentaron edemas pulmonares, otros cerebrales y hemorragias.

El médico forense explicó que todos los medicamentos, sean los más inocuos o los más dañinos, van a producir un cambio morfológico. Mientras Ruy Medina, director del hospital central manifiesta que los 14 internos que aún permanecen recluidos en el centro asistencial no han presentado sintomatología alguna, simplemente están inconscientes, no se mueven.

Se conoció que el total de intoxicados son 110, de ellos 22 permanecen en el Hospital de Maracay, cinco en estado crítico. De los cinco fallecidos que salieron de Tocorón, dos fueron identificados como: Jean Carlos Suárez Martínez y Jorge Leonardo Faneite Romero (26), además se sumaron 17 personas afectadas en San Juan de los Morros, que están recibiendo asistencia médica; y 2 fallecidos.

Enfermería inspeccionada:

Una fuente ligada a la investigación indicó que a las 11:30 de la noche del miércoles un grupo de funcionarios de la Unidad Criminalística Contra la Vulneración de los Derechos Fundamentales del Ministerio Público ingresó al área de enfermería del penal.

Allí recolectaron algunas pastillas fuera de sus empaques, que serán analizadas: cajas de Fenobarbital, Tegretol, Acetaminofén, Paracetamol, Omeprazol, Buscapina, Atroverán, entre otros medicamentos, así también ampollas de penicilina y frascos de alcohol yodado y absoluto, que presumen fueron utilizados para preparar el cóctel.

Las instalaciones de la enfermería están todas destrozadas, pues fueron quemadas y se conoció que funcionarios entrevistaron a dos internos dentro del penal, quienes resultaron afectados y contaron que ellos irrumpieron en la enfermería pensando que habría vitaminas y algunos medicamentos con los que pudieran drogarse. Terminaron preparando un cóctel. Confesaron que algunos internos obligaron a otros a beber el preparado, pero no sabían que las consecuencias serían tan serias.

Trascendió que otros 20 privados de libertad, que ya están fuera de peligro en el penal, serían entrevistados.

Incertidumbre en el penal:

En las afueras de Uribana aún continúan apostados familiares de los internos, quienes tienen gran incertidumbre porque no existen listas de las personas que fueron trasladadas, ni de las que se encuentran hospitalizadas o permanecen en el penal. Piden a la ministra Iris Valera que informe sobre lo sucedido.

Los cercos de efectivos de la Guardia Nacional que impiden el paso de los familiares, aún continúan. Durante la mañana de ayer a Tocorón llegó un segundo traslado de 300 internos, para hacer un total de 704 reclusos enviados a este centro penitenciario.

De forma extraoficial se dijo que ayer, Raúl Emilio Baduel (hijo del general Raúl Isaías Baduel) y Alexander Tirado, conocido como el “Gato” de Aragua, fueron trasladados hasta Tocuyito. Sin embargo a la madre de Baduel hasta el cierre de esta edición no le habían informado si habrían llegado.


Por: Clara Franco
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Uribana, 02 de Diciembre de 2014