Ganaderos y productores demandan
que capturen a “El Picure”
■ Las obras del ferrocarril son blanco de las bandas que cobran vacunas en El Sombrero.
■ Una importante entidad financiera del país quiso construir una sucursal en esa zona del país.
■ José Antonio Tovar Colina, adoptó el apodo de su padre y se dio a conocer con ese remoquete: “El Picure”.
■ La mega-banda es encabezada por José Antonio Tovar Colina, luego lo sigue “El Duindi” y el tercero al mando es un sujeto que se hace llamar Anderson Solórzano “El Morroco”.
Guárico.- Aunque los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) se mantienen herméticos sobre la masacre ocurrida el lunes 10 de noviembre, a eso de las 4:30 de la tarde, en la finca San Juan de Dios en las afueras del caserío Memo, jurisdicción de El Sombrero del estado Guárico, se tuvo información (a través de una investigación periodística) que el personal policial tiene acorralado a José Antonio Tovar Colina alias “El Picure” y parte de su organización delictual.
Los sabuesos realizaban en las últimas horas una serie de allanamientos a unos 50 kilómetros de El Sombrero, en donde “El Picure” tiene su centro de operaciones, específicamente en el sector Concha de Mango, buscando información que permita aniquilar a ese grupo de presuntos criminales.
Mientras se esperan resultados de la “operación de captura” para que ese suceso no quede impune, investigando sobre la incursión de “El Picure” en algunos hechos muy puntuales que lo convirtieron en un líder negativo de la sociedad en el estado Guárico, se tuvo información de que uno de los delincuentes que lo encaminó a ese mundo perverso es conocido como “Leopran”.
El antisocial estuvo preso en varias cárceles del país e incluso tuvo dominio entre sus compañeros de celdas. Aprendió las marramuncias carcelarias y se las enseñó después a Tovar Colina. Vale indicar, que el “perseguido de la justicia” adoptó el apodo de su padre y se dio a conocer con ese remoquete: “El Picure”. Su primer oficio fue la actividad de pesca en un sector conocido como Los Tamarindos.
“Leopran” inculcó sus conocimientos a ese hombre, actualmente buscado por una cadena de homicidios y otros hechos, al tráfico de drogas en la población de El Sombrero, después al robo y hurto de vehículos, así como a la extorsión. Sin embargo, esa actividad le era muy riesgosa y decidió ingresar a los sindicatos de construcción.
Se disfrazó de obrero, comenzando a cobrar grandes sumas de dinero a los empresarios de la construcción. Los vecinos de El Sombrero que dieron su versión de manera anónima, señalaron que una importante entidad financiera del país quiso construir una sucursal en esa zona del país.
Los ingenieros de la obra llegaron a esa localidad con la intención de iniciar los trabajos y de esta manera generar empleo, pero a los días se presentaron los picures exigiendo el pago de 100 mil bolívares semanales.
Como no aguantaron el chantaje, el proyecto se paralizó y ahora solo se exhibe una vaya publicitaria. Las obras de gran envergadura en El Sombrero están paralizadas, pues los contratistas no aguantan la extorsión y no les resulta el negocio. La práctica del chantaje se mantiene en la obra del ferrocarril, cuyo tramo se ejecuta en esa zona de Guárico.
Esta práctica no solamente la mantiene “El Picure” y su banda, sino otras organizaciones delictivas que mantienen diferencias muy marcadas con la banda de Concha de Mango. Veremos que pasará en el transcurso de los próximos días.
El Blin Blin de “El Picure”:
En las fotos más recientes de José Antonio Colina se observa un blin blin al estilo de reggaetoneros, raperos y hip hoperos.
Tal como dice vans, el blin blin es el collar que usan los adeptos a esta música, esos grandes collares con medallas de diferente tipo que usan al cuello los propulsores de ese ritmo musical como símbolo de estatus; muchas veces el “blin blin” es bastante costoso, a veces de oro u otros materiales de lujo.
Curiosamente este término es una onomatopeya, o sea una imitación de los sonidos en el lenguaje, ya que la palabra o término blin blin proviene del sonido que hacen los collares o accesorios metálicos que se usan al moverse y chocar o claquetear entre sí.
Ganaderos y productores:
¿Quién suministra ese arsenal a los miembros del grupo hamponil? se preguntan algunos ganaderos y productores del campo, ubicados entre los estados Guárico y Aragua, que pidieron no ser identificados por medidas de seguridad ante los ataques despiadados de José Antonio Tovar Colina, alias “El Picure” y cabecilla principal de la organización criminal, exigieron a las autoridades policiales y militares que capturen a ese delincuente y sus matones para que regrese la paz a esos sectores económicos en plena producción.
Afirmaron que ya están cansados del cobro de vacunas, extorsión y del chantaje de que son víctimas los ciudadanos que viven en las zonas. No hay seguridad para el campesinado.
El Estado venezolano -dijeron los anónimos- debe actuar con firmeza y mano dura contra quienes tienen cuentas pendientes con una diversidad de homicidios, plagios, robo y hurto de vehículos, entre otras fechorías.
Además los denunciantes condenaron la masacre de la finca San Juan de Dios, en las afueras del caserío Memo, en donde resultaron muertas 10 personas que integraban una organización conocida como “El Juvenal” y el caporal de la hacienda. Esos crímenes no pueden quedar impunes y el hecho como tal se escenificó en horas de la tarde del lunes pasado.
La rivalidad se debió al cobro de vacunas, y ambos grupos mantienen nexos con sindicatos que construyen el tramo ferroviario Tinaco-Maturín, según la información procesada a través fuentes alojadas en Caracas.
Asimismo vale indicar que en los diversos sectores de El Sombrero no quieren a ese criminal en potencia y se pretende crear un mito cuando es totalmente falso. Con sus actuaciones sanguinarias, “El Picure” acabó con las festividades de las ferias de la Virgen del Carmen, cuyas actividades se realizaban en julio.
Cuando se acerca con “sus escuadrones de la muerte”, el delincuente cierra calles sin ningún permiso oficial y arma sus rumbas en plenas vías públicas, interrumpiendo el tráfico de vehículos e igualmente lo hace en el estadio, en donde los jóvenes practican deporte. La situación es insoportable.
Fuentes infiltradas dentro de esa organización, manifestaron a través de terceras personas que la banda es encabezada por José Antonio Tovar Colina, luego lo sigue “El Duindi” y el tercero al mando es un sujeto que se hace llamar Anderson Solórzano “El Morroco”.
Sin embargo, fuerzas especiales del Cicpc, después de la masacre en Memo, se instaló en la población de El Sombrero investigando los pormenores de ese acto cruel a los fines de tramitar las respectivas órdenes de aprehensión contra quienes atentaron contra la finca San Juan de Dios.
El jueves pasado cuando se pesquisaba algunos sectores de Concha de Mango, resultó muerto el detective Héctor Arambulet del BAE. Por tal motivo, las instalaciones de la Subdelegación de El Sombrero, ubicadas en la calle Guayana del barrio Pueblo Nuevo, fueron reforzadas por instrucciones de la superioridad.
La noche del jueves y la madrugada del viernes, los funcionarios cerraron el paso de vehículos por la calle Guayana y todos ellos se mantuvieron en la retaguardia. Este caso tiene muchas aristas que reseñaremos en proximo articulo “Las Chamitas de la Mafia”.
Por: Luis Antonio Quintero
Redacción/R24
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Maracay, jueves 20 de noviembre, 2014
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