Así considera al pueblo, ordinario,
grosero, vulgar como sus titulares
■ Muy a pesar del muy profesional cuerpo de periodistas que trabajan en el Ultimas Noticias, la obsecuencia hacia el Gobierno de sus titulares principales y el mal gusto del lenguaje utilizado, un verdadero insulto al habla popular, campean a sus anchas, desvergonzadamente.
La responsabilidad última de esos titulares es de su director, Eleazar Díaz Rangel. Díaz Rangel es chavista sin fisuras, de una sola pieza, monocorde, sin matices. No se puede pedir mayor compromiso y entrega a una sola causa, más bella y plena que la del fracasado comunismo, que no contaba con la sesera galáctica y la profundidad de pensamiento del Gigante. Incluso cuando Díaz Rangel es crítico de alguna acción gubernamental lo hace porque es políticamente correcto, para guardar las formas, así de revolucionario es.
Tan revolucionario es Díaz Rangel que un día después del denominado Sacudón de Maduro, todo emocionado tituló: Sacudón de Verdad, como si a alguien le hubiese pasado por la mente que tal Sacudón era de mentira, un simple cambio de ministros totalmente intrascendente.
También Díaz Rangel, y aquí se ve el genio periodístico de este gran hombre de la comunicación venezolana, se le ocurrió titular por estos días: Medicinas como Monte. Mucha gente se acordaría de Díaz Rangel ese día buscando acetaminofén para la Chikungunya o tratando de hacerse con algunas de esas medicinas que los pacientes opositores con cáncer dicen no conseguir y que realmente hay en todas las farmacias y hospitales. Díaz Rangel daba así un ingenioso y contundente desmentido a todos aquellos enfermos apátridas cuya demencia oposicionista ha llegado hasta el extremo de obligarse ellos mismos a no encontrar las medicinas para sanarse y echarle la culpa, de esta manera, al Gobierno.
Pero el genio y el olfato periodístico de Díaz Rangel no tiene comparación, porque hace lo ordinario algo extraordinario, lo regular y normal algo especial, singular e insólito. Veámoslo en estos titulares, en los cuales se señala como noticia del día algo tan ordinario como esto: Cae Platica pa Maestros Jubilados. Nótese que aquí lo singular y extraordinario es que el Gobierno decida honrar su deuda con los jubilados. Otro titular muy parecido al anterior es: Billete Parejo para las Regiones. En este titular, una verdadera genialidad de Díaz Rangel, se quiere encarecer el deber del Estado en transferir dinero a las Gobernaciones y Municipios, como manda la Constitución (Situado Constitucional), porque perfectamente, piensa Díaz Rangel, el Estado podría negar ese dinero y gastárselo en otras cosas más importantes. De la misma ralea son los titulares siguientes: Llegó el Billete a Sidor (ese billete es para pagar las deudas, claro); Aflojan Billete para los Aviones (para pagar los compromisos contraídos con las aerolíneas); o Empleados Públicos Buchones (aquí significa que hubo un aumento del salario mínimo).
Y cómo le gusta a Díaz Rangel expresiones que él considera del pueblo, pero que en realidad son muy de él, de su propio hablar campechano. Por ejemplo, a Díaz Rangel le encanta la palabra “chola”, él mismo la debe utilizar para todo, presumiendo de su riqueza verbal de origen popular. Así tenemos como titulares: Ordenan Meterle Chola a Viviendas; CANTV le Meterá Chola a Internet; o Maduro Pide Pisar Chola a la Producción. También Díaz Rangel debe considerar como muy del pueblo, por chabacano y gracioso, la palabra “papa” para referirse a la comida: Frenan Fuga de la Papa y la Gasolina; Megacorporación para la Papa; o Lista Tarjeta para la Papa, rezan algunos titulares de Ultimas Noticias.
Otras de las palabras que Díaz Rangel emplea mucho son: bojote; buchón; cambote y guiso, que son vocablos muy expresivos, que pudiesen pasar por prosaicos y groseros según la ocasión, y que en todo caso lucen más apropiados a la tensión y el nerviosismo del lenguaje oral que al necesario decoro de una portada de prensa.
Así de bajo considera Díaz Rangel al pueblo llano: ordinario, grosero y vulgar como sus titulares. Y que conste que no estamos diciendo que no deba emplearse todo el castellano, con sus venezolanismos, no hay palabras buenas ni malas, como dijera Angel Rosenblat, pero por qué desde un medio de comunicación con tanta trayectoria como el Ultimas Noticias se quiere ensalzar lo burdo y lo vulgar como rasgo señalado del hablar venezolano. El lenguaje popular, incluso el de “barrio adentro”, es rico y complejo, variopinto, y se adapta a un contexto y circunstancia singulares, como bien nos ha demostrado el escritor Angel Gustavo Infante; no es ese remedo insultante del habla popular de Díaz Rangel, donde abunda el mal gusto y la chabacanería.
Así hablará él, no nosotros.
*Rubén Darío De Mayo. Profesor universitario. Columnista de El Universal.
Por: RUBÉN DE MAYO
Politica | Opinión
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REPORTERO24
Caracas, miércoles 12 de noviembre, 2014
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