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Thursday, November 21, 2024
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CRISIS: Colegio de Enfermería denuncia ola de violencia en los hospitales



La anarquía se apoderó
de los hospitales
..”


 

En el Periférico de Pariata protestaron por inseguridad.

Atracos que sufrieron dos médicos en el hospital fueron los detonantes.

Hace 11 días mataron a dos hermanos en el Hospital Universitario de Caracas.

Algo terrible tiene que estar pasando en nuestra sociedad cuando se producen horrores como el de la Maternidad de Caracas.

Caracas.- Lo ocurrido la noche del jueves en el Hospital Periférico de Coche ha ocurrido en otros centros de salud en el país. En junio de 2014 mataron a los hermanos Edison y Said Balza en el sexto piso del Hospital Universitario de Caracas. Edison había recibido un tiro en el barrio Los Sin Techo de El Cementerio y fue llevado al centro de salud.

En agosto de 2013, Milagros Franco, enfermera de la Maternidad Concepción Palacios, fue asesinada por dos pacientes.

En noviembre de 2012 sicarios se metieron en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Adolfo Pons de Maracaibo y dieron muerte a Linesky Virginia Molina, recluida en ese centro después de haber sido arrollada.

En julio de 2011 mataron a tres personas y otras cuatro resultaron heridas, en un tiroteo que ocurrió en el área de Emergencia del Hospital Universitario de Los Andes, en Mérida. Los delincuentes ayudaban a escapar a un preso que era resguardado por la Guardia Nacional.

En agosto de 2010 delincuentes mataron a Elio Medina, dentro del quirófano de la Ciudad Hospitalaria Enrique Tejera París, en Valencia.En Venezuela, cada día son asesinadas 65 personas

Caso en la Maternidad de Caracas:

Algo terrible tiene que estar pasando en nuestra sociedad cuando se producen horrores como el de la Maternidad de Caracas, donde dos parturientas mataron a golpes y con un instrumento punzante a una enfermera, porque esta les había llamado la atención con respecto al modo como manejaban los botones del ascensor que, por cierto, es el único que funciona en la maternidad. Pero el caso no termina aquí.

La agredida pasó ocho días en terapia intensiva y el personal de la institución se queja deque la infortunada enfermera no recibió la atención médica adecuada.

No se trata de un caso aislado y de allí el calificativo con el cual este escribidor abre su nota. Porque prácticamente en todos los hospitales de Caracas ocurren diariamente agresiones; endógenas y exógenas, digamos así: entre gente del mismo personal o de personas de afuera.

La presencia abierta e impune de malandros armados, que amenazan de muerte a los médicos si fallece el compañero de ellos que es atendido, es una peripecia que muchos médicos de los hospitales públicos han vivido ya.

Todos estos son signos de una enorme descomposición social, que ha hecho de la violencia su muy particular modo de acción.

Cuando esta llega a los hospitales públicos, hasta hace poco respetados porque se supone que atienden esencialmente a la gente más humilde y de menos recursos, provoca decir que ya llegamos al llegadero, pero no es cierto: el llegadero es como el horizonte: nunca se alcanza, siempre avanza cuando se marcha hacia él.

En otras palabras, este cuadro tiende a empeorar y lamentablemente tanto el lenguaje como el comportamiento del gobierno constituyen un factor del desarrollo de la conducta malandra y de este trastocamiento de los usos y costumbres de la vida civilizada.

La Guaira:

Médicos titulares y residentes del Hospital Dr. Rafael Medina Jiménez (Periférico de Pariata) en Vargas realizaron una protesta por la inseguridad que enfrentan a diario en estas instalaciones.

Los detonantes de la protesta fueron dos hechos ocurridos esta semana. El primero de ellos el pasado lunes cuando en la madrugada una residente fue asaltada por dos sujetos en las áreas de descanso para galenos del hospital. El segundo ataque fue registrado este miércoles, cuando un hombre con un cuchillo atacó a una joven residente de Traumatología en uno de los sanitarios e intentó violarla. Ella se enfrentó al delincuente y logró escapar de su agresor con heridas cortantes en los brazos. El sujeto huyó sin mayores problemas.

“La inseguridad es un problema de todos, no solo de un gremio. Juramos proteger la vida del paciente, pero ¿Quién protege la vida de nosotros?”, comentó con gran disgusto Stefany Pérez, médico residente de Pariata. Según los manifestantes solo dos Polivargas prestan servicio en el hospital y muchas veces son relevados para atender otras contingencias.

Pancartas en mano, los galenos se apostaron a la entrada e indicaron que solo atenderían estrictas emergencias. Explicaron que no detendrían la protesta y mantendrían parados los servicios hasta lograr una entrevista con el gobernador litoralense, Jorge García Carneiro, para exponer el alto nivel de inseguridad que se vive a diario en el Periférico y en otros centros de salud de la entidad, como el Ambulatorio Alfredo Machado, conocido como “el hospitalito”, en la Prolongación Soublette en Catia La Mar.

Sin embargo y a pesar de cumplir con la atención de dos emergencias que llegaron mientras protestaban, la concentración fue disgregada con gases lacrimógenos por efectivos de Polivargas, la mayoría de civil y dirigidos por el director de Seguridad Ciudadana de la entidad, Andrés Goncalves. La entrada del nosocomio se convirtió en una batalla entre médicos y policías. Unos demandaban su derecho a la seguridad, los otros decían que debía ser reabierto el hospital.

“Lo que más duele es que a los delincuentes que agreden a los médicos no se les persigue. Pero a los médicos que protestamos sí nos pueden tratar como delincuentes. ¿Dónde estaba tanto policía cuando intentaron violar a esta joven doctora”, expresaba la médico Tamara Prada.

Tras el enfrentamiento, un grupo de residentes inició conversaciones con representantes de la Gobernación, como el director de Salud, Ramón Carrasco. Al cierre de la edición no se conocían acuerdos de la reunión y la atención se ejecutaba a medias en el Periférico.

El tiroteo registrado el 30 de junio en el quirófano del Universitario de Caracas dejó en evidencia la violencia e inseguridad permanente en hospitales. A principios de 2014, el médico residente del Pérez Carreño, Kevin Campos, denunció que fue apuñalado por un hampón cuando salía del quirófano.

En octubre de 2013, un grupo de encapuchados con armas largas ingresó a la emergencia del Vargas exigiendo que le salvaran la vida a un delincuente herido de bala; ese mismo año la enfermera de la Concepción Palacios, Milagros Franco, falleció por múltiples golpes propinados por dos pacientes.


Por: Thabata Molina
Redacción/NTN/R24
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viernes 11 de julio de 2014