“A Nicolás también lo rodea el nido
de alacranes que rodeaba a Chávez”
■ Cuando la revolución se estanca, deja de ser revolución.
■ *Con una mano, el articulista del portal web Aporrea agita la bandera del chavismo crítico, pero con la otra, el también politólogo levanta el estandarte de reconocimiento a Maduro.
■ “Nicmer Evans admite que la crisis económica se debe en parte a la corrupción y la falta de capacidad gerencial.
Caracas.- -Altos mandos chavistas afirman, lisa y llanamente, que el exministro Jorge Giordani es un contrarrevolucionario. ¿Lo es?
-No es un contrarrevolucionario. En todo caso, es cómplice o coautor de lo que él mismo denuncia, aunque sus argumentos en la carta no se desmeritan a pesar de que trata de deslastrarse de la responsabilidad sobre la fotografía que toma de la realidad económica y política del país.
–El director de Últimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel, planteó una serie de preguntas totalmente lógicas respecto a la ya famosa carta de Giordani. Lo primero que se interroga es por qué el exministro no le envió la misiva discretamente al presidente Nicolás Maduro.
-En principio creo que el profesor Díaz Rangel se preocupa mucho por la forma, obviando el fondo de la carta. Pero Héctor Navarro informa que incluso Giordani presentó ante la dirección nacional del partido, de manera privada, los detalles de lo que después expresa en ese escrito, por lo que entiendo se cumplió de manera reiterada el hacerles llegar la información a las distintas instancias de poder, incluso al Presidente.
–Una segunda extrañeza expuesta por el editor tiene que ver con la razón por la cual Giordani no guardó silencio respecto a Maduro como sí lo guardó con Hugo Chávez cuando este lo removió de su cargo en 2008.
-Yo lo que creo es que Giordani debió haber renunciado para poder hacer pública su posición y que no quedara como una malcriadez después de su destitución.
-Usted critica a Díaz Rangel por lo que supone una huida del fondo que toca la carta de Giordani. ¿Cuál es ese asunto de base que él está obviando?
-Al día siguiente de la destitución de Giordani, la firma estadounidense de capitales Merryl Lynch –vinculada al Bank of América- no sólo la aplaude, sino que la cataloga como el primer paso favorable a una serie de medidas que flexibilizarían todo el sistema de control de cambio y todas las medidas del “ala marxista”, favoreciendo la tendencia pragmática del gobierno. Eso es lo que deberíamos estar discutiendo. Las denuncias que Giordani hace en el área económica no pueden opacarse por la forma en que se hicieron.
-¿Por qué debería el país, o en todo caso los revolucionarios, debatir entre las dos líneas de acción (la “marxista” o la pragmática) si son las medidas del “ala marxista” las que nos tienen al borde de la hecatombe económica? Eso no tendría más discusión: fracasó y punto.
-El gobierno de Maduro no habla de hecatombe ni de fracaso económico. Sin embargo, sabemos muy bien que estamos en una situación de crisis que pareciera no estar motivada estrictamente por el modelo económico, sino por la incapacidad para la aplicación del mismo. Los factores que influyen en la situación actual son la corrupción, la falta de planificación, el incumplimiento en la ejecución de las políticas económicas planteadas y la falta de gestión capacitada para el logro de sus objetivos.
-Esa incapacidad para aplicar correctamente el modelo económico de Giordani, ¿apunta al Presidente o sólo a sus ministros?
-Antes de la muerte del presidente Chávez, el modelo económico, con sus defectos y virtudes, había dado resultados en beneficio de la población. Al entrar el mandatario en la etapa terminal de su enfermedad, empezó la raspadera de olla que trajo como consecuencia, por ejemplo, la estafa de 22 mil millones de dólares a través del Sitme (Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera) en 2012. La muerte de Chávez y la estrecha victoria de Maduro (2013) sorprenden a los raspadores de olla que dejan al país desmantelado económicamente. Nicolás afronta la reconstrucción de la economía venezolana después de esos hechos pero hoy, nuevamente, los que rasparon la olla apuestan a volver a rasparla pues suponen que Nicolás no aguanta en el poder.
-¿Por qué Maduro, si se le va la vida en colocar contra la pared y prender a esos delincuentes, no lo hace?
-Porque a Nicolás también lo rodea el nido de alacranes que rodeaba a Chávez, el que Müller Rojas denunció en su momento. Un sector crítico chavista parte de dos principios fundamentales: Nicolás Maduro es un logro de la revolución al ser Presidente; y segundo, el modelo político-económico de la revolución es el socialismo. De ahí en adelante todo, absolutamente todo, es discutible, incluyendo a la totalidad de su actual equipo.
-Pero el primero que aparenta no querer discutir nada, sino exigir lealtad, lealtad, lealtad, es el propio Maduro. ¿Cómo no se da cuenta de que es una discusión donde lleva las de ganar?
-Si no se da cuenta, el chavismo hará que se dé cuenta. En este momento, las bases del proceso discuten, debaten, critican y aportan soluciones que él deberá escuchar, a pesar de que en este momento parece negarse. La lealtad no es sólo de abajo hacia arriba, sino también de arriba hacia abajo, recíproca, no unidireccional.
–Da la impresión que los chavistas críticos se hacen oír sólo entre ellos mismos, no en las altas esferas donde se decide la política económica. La fuerza, incluso numérica, no parece estar de su lado. ¿La tienen para hacerse escuchar en el venidero congreso del Psuv?
-Cuando hace un par de años algunos levantamos la bandera del chavismo crítico…
–…el propio Maduro fue comisionado por Chávez para calificarlos como “habladores de pendejadas”.
-Éramos unos parias. Hoy, la dirección del partido crea mecanismos para la designación de delegados al congreso que favorece la imposición de ellos en sus dos terceras partes. Eso es expresión de que hoy, los que antes éramos parias, ahora somos un factor que debe ser detenido por una cúpula agotada.
–Muchos chavistas -viendo el proceso con el agua al cuello, denunciando acoso interno y externo contra la revolución bolivariana- postulan una unidad monolítica alrededor de lo que usted llama “cúpula agotada”.
-La unidad y la lealtad son con el proyecto revolucionario, socialista y chavista, y con el legado de Chávez, que implica el reconocimiento de Nicolás Maduro como líder del proceso. Pero un líder no es el poseedor de la verdad absoluta, por lo que se debe aspirar a que él sea un facilitador para la continuidad del proceso revolucionario.
-Si él no garantizase esa continuidad, ¿habrá que buscar a otro líder?
-La revolución está no solamente en capacidad, sino en la obligación de tener liderazgos que permitan mantener la continuidad del proyecto del presidente Chávez.
-Usted no es delegado al congreso del Psuv.
-No. Primero, porque no soy delegado nato, es decir, de los designados a dedo. Y segundo, no aspiro serlo porque sería una profunda contradicción al no estar de acuerdo con el método de selección.
-Y si lo fuera, ¿votaría por Maduro para presidente del Psuv?
-Sin ninguna duda, pero mi voto estaría acompañado de una clara exigencia de renovación total de los cuadros de liderazgo del partido.
El politólogo:
Nicmer Evans considera que, a pesar de las dificultades que enfrenta “la revolución”, se debe mantener la esperanza para mantener el legado de Hugo Chávez. Esto lo manifestó en un artículo publicado en Aporrea.
En la nota, Evans expresa que mantuvo una reunión con algunos dirigentes parroquiales del PSUV que se cuestionaban sobre las dificultades que enfrentan en la actualidad.
En este sentido, planteó que el gobierno de Maduro debe renovar sus políticas y no estancarse, para no entrar en contradicciones. “Hoy es absolutamente imprescindible renovar el discurso y la acción política, en especial si pretende levantar alguna bandera revolucionaria. Cuando la revolución estanca sus conceptos, se convierte en “una revolución conservadora”, o una profunda contradicción que hace que deje de ser lo que fue”.
Por otro lado, el politólogo señaló que la esperanza que deben mantener los seguidores de la revolución debe ser una esperanza distinta, “sin Chávez”, transformadora para construir un futuro más feliz.
Por último señaló Evans, que esta felicidad debe ser perseguida permanentemente “sin miedo, desde las bases, desde la raíz, siendo radicales”.
*Nicmer Evans. se graduó de politólogo en la Universidad Central de Venezuela (UCV) en 1998, año en el que Hugo Chávez ganó por primera vez la Presidencia e instauró el proceso con el cual es afín. Completó una maestría en Psicología Social y desde entonces ha colaborado como profesor en la Escuela de Sociología de la máxima casa de estudios, donde enseña Teoría Política y Planificación.
Junto con otros colegas dirige la consultora Visor 360º, especializada en investigaciones cualitativas y cuantitativas para el sector público y privado. Es uno de los articulistas más influyentes y controversiales del portal web chavista Aporrea.
Por: Igor Molina
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jueves 3 de julio de 2014
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