“Sin el pueblo no hay
revolución que hacer”
■ Müller Rojas, el 8 de julio del 2007, en una entrevista para El Universal le dijo a la periodista Sara Carolina Díaz que: le aconsejo a Chávez que vaya al llano y que reflexione bajo las estrellas de las noches barinenses pero que tenga cuidado cuando se siente y no se vaya a sentar allá sobre un nido de alacranes porque los alacranes pican y a veces matan. Estimo yo que el presidente Chávez está sentado en un nido de alacranes.
Hoy los dos no están entre nosotros. A Müller ya le tocaba no seguir estando, y a Chávez que aún le quedaba un muy buen trecho por estar, quizá, según las lapidarias y anticipatorias palabras de Müller, lo picaron esos alacranes que a veces matan.
En todo caso, después de siete años, y siendo el presidente hoy Nicolás Maduro, me atrevería a preguntar ¿Está el presidente Maduro sentado en el mismo nido de alacranes dónde estaba el presidente Chávez o en otro quizás?, sobre esto tengo algunos cuestionamientos dispersos que quiero compartir con ustedes, a ver si podemos responder juntos esa pregunta:
El alto gobierno deja de lado las instrucciones de Chávez en el Golpe de Timón del 20 de octubre de 2012 ¿Cuál es la razón? ¿Por crítico Chávez también es ignorado?
Ya no se habla de Estado Comunal, en su lugar se habla de diálogo, burguesía nacionalista, y se les incorpora en una mesa de diálogo denominando sector productivo al que hasta hace muy poco se nos decía que debíamos llamarle burguesía parasitaria.
Sin Nicolás Maduro no hay poder que preservar, pero parece que a algunos en el gobierno ya no les importa pensar que sin pueblo no hay revolución que hacer.
Ignorar el descontento dentro del chavismo reflejado en los más recientes estudios de opinión de Venebarómetro, Ivad y Datanalisis, donde se refleja disconformidad del 50% del chavismo sobre la situación actual y el destino del país y un 30% del chavismo niega ser madurista, es darle la espalda al legado de Chávez sobre la importancia que le daba a la opinión pública y al sentir de las bases populares revolucionarias.
A pesar de que Chávez nos enseñó que la democracia participativa es el principal patrimonio político del proceso, hoy hablar de ella o exigirla a lo interno del mismo, causa profundas molestias de algunos en el gobierno, ni pensar exigirla ante las decisiones económicas que se están tomando entre cúpulas en la mesa de diálogo del sector productivo.
¿Cómo después del Dakazo donde el gobierno decía que el 99% de empresarios especulaban, hoy, con todo más caro, nos dicen que el 87% se ajusta a la política de los precios justos?
En ocasiones apoyar la construcción del socialismo y el legado de Chávez pasa por no apoyar acciones del gobierno incoherentes, eso es lealtad. No podemos lamentarnos eternamente porque Chávez ya no está, en estos momentos difíciles debemos hacer que el pueblo sea Chávez, hoy en la calle el chavismo pide revolución dentro de la revolución, y los dirigentes que no comprendan que es hora de cambios contundentes dentro del proceso y sus liderazgos, será inevitablemente aplastados por la historia. Hoy Maduro, como Chávez, está sentado en un nido de alacranes, y la única manera de hacerlo desaparecer es haciendo que el pueblo acabe definitivamente y de una buena vez por todas con el nido y con los alacranes o fallaremos.
