“Que lástima que no exista
la prisión perpetua…”
Sr. Ramírez:
Deseo hablarle con la mayor seriedad y sentido de responsabilidad, indignado ante los desafueros que ustedes han cometido en estos pasados 15 años.
En primer lugar, debo decirle que lo ubico entre los cuatro peores enemigos que ha tenido la nación venezolana durante este siglo, junto a Hugo Chávez, Nicolás Maduro y Jorge Giordani. Así lo considero, en base a la manera como ustedes han sembrado el odio entre la población, despilfarrado nuestros recursos, entregado la soberanía venezolana al castrismo cubano e hipotecado nuestro petróleo a China.
En particular, su actuación como ministro de Energía y Petróleo, Presidente de PDVSA, Zar de la economía, coordinador de la Misión Vivienda y Vicepresidente del partido PSUV ha sido buen ejemplo del caos administrativo del régimen, el cual suele asignar múltiples tareas a una sola persona. Ello impide que puedan ser manejadas con la requerida eficiencia por persona alguna, por más competente que fuese, lo cual ciertamente no es su caso.
Su demostrada incompetencia sería motivo suficiente para exigirle su renuncia a todos los cargos pero lo que usted personifica es mucho peor. En primer lugar usted es un símbolo de corrupción en el sentido más amplio y genuino del término, al aceptar múltiples tareas paralelas, sin estar calificado para desempeñarlas; y segundo, lleva a cabo actividades corruptas, sin la transparencia con la cual un funcionario público está obligado a actuar.
En efecto:
■ Usted estuvo involucrado, como Ministro, en el chanchullo de la Free Market Petroleum, empresa fantasma creada por el Senador estadounidense Jack Kemp, en complicidad con el gobierno venezolano, para comprar y revender hasta 50.000 barriles diarios de crudo MESA, por tres años, operación en la cual le hubiese quedado a esa empresa fantasma y a sus cómplices del régimen una cantidad estimada en $55 millones. Ese chanchullo fué abortado por las denuncias de la prensa estadounidense, país donde si hay libertad de prensa.
■ Usted es responsable por el envio, desde hace unos siete años, de hasta 100.000 barriles diarios de petróleo a Cuba, en condiciones de subsidio altamente desventajosas para la Nación, una verdadera traición al país que ya nos cuesta alrededor de $25-30 mil millones.
■ Usted es responsable de la contratación hecha con empresas de la Fórmula Uno, para patrocinar a un corredor de autos venezolano, contrato sin transparencia, por unos $50 millones al año, el cual ha sido vergonzoso para el país, tanto desde el punto de vista moral como desde el punto de vista deportivo, y el cual debe ser objeto de investigación criminal.
■ Usted ha conducido actividades en la Faja del Orinoco, inflando reservas probadas en violación de las normas internacionales, sin construír las necesarias plantas de mejoramiento, adulterando estadisticas de producción y contratando con varias empresas que no conocen la actividad ni tienen los recursos humanos, tecnológicos o financieros para llevarla a cabo.
■ Usted es el responsable, como Ministro y como Presidente de PDVSA, del horroroso siniestro de la refinería de Amuay, causado por la falta de mantenimiento preventivo, segun afirman los informes tecnicos independientes.
■ Usted es el responsable por la contratación, hecha por PDVSA, de la gabarra Aban Pearl, a una empresa intermediaria sin experiencia, creada en Singapore para ese fin, a una tasa de arrendamiento significativamente superior a la recibida por los dueños de la gabarra, Aban Offshore, empresa con la cual PDVSA hubiera podido contratar directamente. Quienes están involucrados en este asunto? Ha sido investigado? La respuesta es un rotundo no.
■ Usted es el responsable de la contratacion de equipos de perforación a empresas fantasmas, como lo admitió el ex-Director de PDVSA, Luis Vierma, ante la Asamblea Nacional, culpando a la directiva de la empresa que usted preside por tal fraude a la Nación.
■ Usted es el responsable de haber permitido el asalto al Fondo de pensiones de PDVSA, llevado a cabo por un Asesor de la empresa, el cual ha causado una pérdida cuantiosa a la Nación venezolana y a los empleados y ex-empleados de la empresa. Los culpables directos de este asalto están siendo juzgados en Estados Unidos, sin que la justicia venezolana – inexistente – mueva un dedo.
■ Usted es responsable de la contratación, sin licitación, de millones de dólares en equipos y trabajos con una empresa, Derwick Associates, la cual no parece tener la infraestructura necesaria para hacer los trabajos. Se trataría de una empresa intermediaria, con todo lo que ello significa en términos de sobre-precio y de corrupción por parte de PDVSA.
■ Se reporta en la prensa que usted ha hecho depósitos en un Banco de Florida, los cuales no han sido suficientemente aclarados. En este momento toma cuerpo una investigación en USA sobre un posible testaferro suyo en esa zona de los Estados Unidos.
■ Usted es co-responsable del desastre del sistema de control de cambios, a su cargo, en el cual hay pérdidas para la Nación de $25-30.000 millones, fraudes denunciados por personeros del régimen, sin que exista ningun investigado.
■ Usted es co-responsable del manejo opaco, con total discrecionalidad, sin rendición de cuentas, del llamado Fondo de desarrollo, FONDEN, en el cual hay miles de millones de dólares cuyo uso desconoce el país. En memo dirigido al difunto usted hacía notar, con alivio, que no era necesaria la autorización externa para el uso de los recursos de este fondo.
■ Considero inaceptable el descaro mostrado por usted en la sesión con los representantes de la MUD, en la cual usted habló del modelo económico venezolano como “profundamente exitoso”. Usted debería saber que Venezuela está en caos financiero, que no hay producción industrial o agrícola doméstica, que es necesaria la importación de los rubros más básicos, que esa importación ha estado, literalmente, podrida debido a los importadores fantasmas, a la ineficiencia de PDVSA y a la codicia de los Cubanos que ustedes han colocado en el manejo de nuestros puertos.
■ Usted es culpable del pavoroso endeudamiento de PDVSA, estimado en unos $120.000 millones; de haber quintuplicado la nómina de la empresa mientras la producción ha bajado significativamente; de haber hipotecado nuestro petróleo a los Chinos para obtener dinero que no ha sido invertido por PDVSA sino entregado al gobierno central; de haber provocado el éxodo de empresas petroleras internacionales eficientes de la Faja del Orinoco para contratar con empresas ineficientes por razones ideológicas.
■ Usted es el responsable por el terrible déficit de gas natural en Venezuela, lo cual ha incidido en la quiebra de las llamadas empresas básicas de Guayana. Esto ocurre en paralelo con la mayor quema de gas que se recuerde en Venezuela en muchos años. Venezuela importa gas desde Colombia, a través de un gasoducto que había sido construído para exportar gas venezolano hacia Colombia.
■ Lo acuso a usted de haber promovido una política suicida de relaciones con el sector petrolero privado, al insistir en empresas con mayoría accionaria de PDVSA, cuando usted sabía que esa empresa no tenía recursos para cumplir con sus compromisos de socio mayoritario. Como resultado, toda la actividad petrolera venezolana está paralizada, en nombre de una supuesta soberanía petrolera que no existe sino en su diminuta imaginación, ya que nunca hemos sido más dependientes de la caridad ajena.
■ Pero, aun este listado de desastres, robos, desafueros y estupideces no está completo. Falta mencionar la trágica incapacidad que usted muestra para reconocer errores y rectificar rumbos. Usted insiste en que todo está perfecto, que todo marcha bien. Es como si el piloto de un avión en barrena dijese a los pasajeros que el vuelo está “normal”.
■ La combinación de corrupción, ineficiencia e incapacidad de rectificar lo hace a usted uno de los grandes destructores de nuestro país.
■ Usted debe ser investigado a fondo. Debería ser despedido de inmediato si tuviéramos un gobierno decente. O debería haber renunciado, ya que un gerente debería hacerlo antes de cumplir órdenes absurdas. En un juicio futuro, cuando ello sea posible, deberá usted recibir la máxima pena que contemplen nuestras leyes.
Que lástima que no exista la prisión perpetua.
No hay castigo suficiente en nuestra legislación para compensar el daño que usted le ha hecho a Venezuela.
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