HomeVenezuelaJOSÉ DOMINGO BLANCO (MINGO): ¿Hasta cuándo?, ¡por Dios!

JOSÉ DOMINGO BLANCO (MINGO): ¿Hasta cuándo?, ¡por Dios!



Su majestad la impunidad
¿Hasta cuándo?,¡Qué tristeza!
¡Qué rabia! ¡Qué desastre!


 

Los venezolanos no estamos viviendo; estamos malviviendo en un país donde la impunidad campea y es una patente de corso para la delincuencia, que nos tiene sometidos, doblegados: ¡aterrados! La situación actual del país no tiene parangón.

Y, lo que es peor, tengo la terrible sensación de que el desgobierno disfruta, goza, se deleita con este drama –del que ellos tampoco están exentos, quizá un poco más resguardados gracias a sus guardaespaldas y carros blindados, que pagamos nosotros con nuestros impuestos. La situación es dantesca y pone en evidencia el fracaso del desgobierno para ponerle coto; pero, que al final les está funcionando: el hampa es su organismo más eficiente.

2013 cerró con un saldo de casi 25 mil asesinatos, una cifra que raya en epidemia. Porque eso es lo que estamos viviendo: una epidemia que está cercenando lo mejor de nuestra población, a nuestros jóvenes, nuestros profesionales, nuestras generaciones de relevo. Y qué decir de apenas estos 17 días transcurridos de 2014. La cifra de la morgue de Bello Monte –morgue que debería llevar por nombre Hugo Chávez- es grosera. Duele saber de tanta vida acabada. ¡Qué impotencia ver, leer o escuchar a los funcionarios del gobierno, menospreciando la vida de los venezolanos! ¿Por qué no salen sin sus escoltas o circulan de noche por las autopistas del país? ¡Expónganse a lo que nos sometemos los ciudadanos comunes y corrientes día a día! Demasiados venezolanos muriendo en manos de las alimañas criminales que han crecido y proliferado bajo el amparo de estos 15 años de pésima gestión.

Yo no sé si ustedes lo habrán oído; pero este martes me tuve que calar la cadena y escuchar el Noticiero de la Verdad. Iba manejando y casi choco cuando pusieron un sonido de Maduro en el que hacía una invitación a los caraqueños para que fueran a pasear por El Calvario “porque él acababa de hacerlo con toda la seguridad y tranquilidad del mundo”. El colmo de la burla y el descaro. Claro que Nicolás va a pasear a El Calvario o a Catia o a Petare; pero, con un cerco de seguridad que le garantiza lo que no tenemos los demás: derecho a la vida y al libre tránsito.

El pasado lunes, en Toque de Queda -el programa de televisión que conduzco por www.eutv.net- tuve la oportunidad de conversar con la comisaria y asesora en materia de seguridad, Odalis Caldera. Comentó algo que debería ser motivo de análisis y discusión: “el Código Orgánico Procesal Penal hizo mucho daño porque otorgó beneficios a los victimarios y a las víctimas las dejó desamparadas. A partir de su entrada en vigencia, las víctimas ya no gozan de derechos humanos y los únicos que parecen tenerlos son los delincuentes. Es un Código que trata con mucha condescendencia al delincuente”.

Entonces, si queremos comenzar a ver salidas a este problema, lo primero que se debe hacer es revisar el COPP. Porque es urgente acabar con la impunidad y, quizá, este Código la está propiciando. Debemos escuchar a los expertos en esta materia que tienen soluciones para ponerle punto final, de una vez por todas, a este horripilante negocio en el que se ha transformado el hampa.

Dentro de las tantas historias que escucho a diario, no deja de impresionarme que sea la inseguridad la que lleva la batuta. La muerte como un asunto cotidiano que enluta cada vez más hogares y que pone en evidencia una lamentable realidad: morir en manos del hampa pende sobre nuestras cabezas como la espada de Damocles. Una “lotería” que nadie se quiere ganar. Reviso mis correos y abundan los mensajes con consejos de expertos en seguridad para salvaguardar nuestras vidas. Los mismos funcionarios de las policías estatales recomiendan no transitar ni accidentarse en las autopistas de noche porque no hay suficientes agentes para protegernos. No discutir, no reclamar, no oponer resistencia, no ofender al agresor, no reaccionar, no salir, no movernos. ¿Esto es vida?

El Gobierno profundiza; pero, sus planes de inseguridad. No le conviene que protestemos por otras cosas. Estamos enfocados en sobrevivir y no nos ocupamos de los otros problemas graves que nos afectan. La escasez de alimentos, medicinas, repuestos o la falta de dólares pasan sin pena ni gloria. No podemos prestarle atención a eso, porque el hampa nos está matando. En estos momentos Venezuela, mi país, es como un día nublado que presagia; pero, aún no llueve. En estos momentos Venezuela, mi país, cruje su tierra anunciándome la urgente necesidad de reparación. En estos momentos Venezuela, mi país, me reclama: pobres viajeros con morada y en las carreteras, sin vida. En estos momentos, Venezuela, mi país, me dice que han pasado muchos tiempos sin revisar la obra y hemos abandonado las refracciones. En estos momentos Venezuela, mi país, me suplica algún sueño de todos y apenas vamos por la entrada del despertar.


Por: JOSÉ DOMINGO BLANCO (MINGO)
mingo.blanco@gmail.com
Politica | Opinión
@mingo_1
EL UNIVERSAL
viernes 17 de enero de 2014




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