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Thursday, November 21, 2024
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DIVISAS: Control cambiario a punto de aislar vía aérea a Venezuela



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American Airlines, la mayor aerolínea en Venezuela en términos de capacidad, dijo que ha dejado de vender boletos desde Venezuela en cualquier moneda hasta nuevo aviso.

Aerolíneas rehúsan vender
boletos en Venezuela

 

Aerolíneas evalúan cesar operaciones en el país.

Venezolanos no visitarán a familiares por falta de pasajes aéreos.

American Airlines, Avianca y Aeroméxico no venden pasajes en Venezuela.

Las líneas aéreas que cubren rutas internacionales no reciben desde hace algunos meses sus ingresos por ventas de boletos.

Lo comprobará cualquiera que busque adquirir ahora mismo un boleto aéreo a Venezuela o desde ese país: no hay disponibilidad. Y ya no es cuestión de la alta demanda de viajeros en la temporada navideña. Tampoco del acaparamiento de cupos por parte de los raspatarjetas, los venezolanos que viajan al exterior para obtener divisas en efectivo y aprovechar así los resquicios del diferencial cambiario.

Sucede que las líneas aéreas que cubren rutas internacionales no reciben desde hace algunos meses sus ingresos en Venezuela por concepto de ventas de boletos. Están represados por las esclusas del régimen de control de cambios impuesto por el gobierno de Hugo Chávez en 2003 y que la administración de su sucesor, Nicolás Maduro, ha hecho más engorroso. Rigidez burocrática y falta de divisas hacen que, ahora, las aerolíneas extranjeras hayan dejado de repatriar a sus cuarteles generales ingresos equivalentes a 2.600 millones de dólares que les adeuda el Estado venezolano.

Se trata de las ventas realizadas por las aerolíneas en Venezuela en bolívares, la moneda nacional, y que sólo se pueden convertir en divisas a través de las autoridades locales. Son operaciones que, además, hasta ahora se han hecho a la tasa mínima de cambio oficial, diez veces menor al precio del dólar estadounidense en el mercado negro.

Así es que, mediante el mecanismo oficioso de bloquear los cupos en rutas con origen o destino en Venezuela, las aerolíneas evitan incrementar por el momento el déficit de sus negocios en el país, a la vez que aumentan la presión sobre el gobierno chavista para que les reembolse el monto adeudado. En algunos casos autorizan la adquisición de boletos fuera de Venezuela y con moneda dura, pero a tarifas extravagantemente prohibitivas. De conseguirse, un viaje de ida y vuelta a Miami puede costar 3.500 dólares, y otro a Bogotá, alrededor de 2.700 dólares, sólo por nombrar dos de las rutas más populares.

Esta semana el Director General de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), Tom Tyler, expresó su preocupación por que el gobierno venezolano siga bloqueando “la repatriación de 2.600 millones de dólares en efectivo a la industria aérea”.

De acuerdo a una fuente del sector que exigió reserva de su nombre -publicó el lunes de esta semana el diario El Nacional de Caracas-, algunas aerolíneas ya evaluarían cesar sus operaciones en Venezuela.

El efecto de esta situación equivale a una virtual prohibición de salida del país. Muchos viajeros intentan alcanzar por estas fechas la ciudad colombiana de Cúcuta, fronteriza con Venezuela, o las vecinas islas de Curazao y Aruba, para conectar con sus itinerarios internacionales.

La semana pasada circuló la versión de que gobierno y aerolíneas se habían avenido a una fórmula de solución. No obstante, luego se supo que la administración de Maduro había ofrecido cancelar la deuda con suministros de combustible para aviación, oferta que no interesó a las empresas del sector.

Este miércoles se sumó otra variable que podría agudizar la crisis. Desde París, el Sindicato de Pilotos de Air France pidió a sus afiliados que dejen de servir la ruta a Caracas hasta que mejoren las condiciones de seguridad en el aeropuerto internacional de Maiquetía, que sirve a la capital venezolana.

El sábado pasado se produjo una alarma de bomba en el vuelo 385 de Air France, a punto de despegar desde Caracas hacia París. Las autoridades policiales venezolanas comprobaron, tras revisar la aeronave, que se trataba de una falsa alarma. Pero el incidente siguió al descubrimiento, en septiembre pasado, de 30 valijas cargadas de cocaína en la bodega de un avión de Air France que hacía la misma ruta.

Los dirigentes del gremio de pilotos temen, según expresaron en un comunicado, que los equipos de Air France hayan sido usados como señuelos de una operación antidrogas, y que ello convierta a la aerolínea francesa en blanco de represalias. Al momento de cerrar esta nota, no se conocía si el llamado sindical afectaría las frecuencias de la compañía hacia Venezuela.

Boletos de American Airlines (AAL) Inc., Grupo Aeroméxico SAB y Avianca Holdings SA (AVH) , entre otros se han convertido en los más difíciles de comprar boletos en Venezuela desde septiembre.

Rehúsan vender:

Gladys Varela no podrá salir de Venezuela esta Navidad. Tras buscar durante tres meses en agencias de viajes en Caracas por un boleto de avión para visitar a su hija en México, se encontró con que las aerolíneas no quieren saber nada de pagos en bolívares.

Los boletos de American Airlines Inc., Grupo Aeroméxico SAB y Avianca Holdings SA, entre otros, son cada vez más difíciles de comprar en Venezuela desde septiembre, ya que los controles cambiarios más estrictos dificultan que las compañías puedan convertir los bolívares en dólares. La escasez de la moneda estadounidense para financiar las importaciones de bienes y servicios ha llevado a una caída del bolívar del 73 por ciento en el mercado negro.

Las aerolíneas tienen el equivalente a $2,600 millones atrapados en el país a la tasa de cambio oficial de 6.3 bolívares por dólar, de acuerdo con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). Las compañías no quieren aumentar su exposición a una moneda que según los bancos de inversión, de Bank of America Corp. a Goldman Sachs Group Inc., será devaluada por octava ocasión en 11 años, dijo Helane Becker, analista de aerolíneas en Cowen & Co LLC.

“Fui a 10 compañías aéreas y agentes por toda la ciudad y en todos lados recibí la misma respuesta, que no hay boletos disponibles”, dijo Varela, quien trabaja en un salón de belleza en Caracas. “Parece que no veré a mi hija este año”.

Como la mujer de 59 años, un reportero de Bloomberg News intentó sin éxito seis veces, entre el 14 y el 25 de noviembre, comprar boletos de American Airlines, Aeroméxico y Avianca con moneda local.

Busqueda infructuosa:

En una oficina de Aeroméxico en Caracas, al reportero de Bloomberg le dijeron el 21 de noviembre que las ventas estaba suspendidas hasta el 7 de enero debido a una actualización en los programas de las computadoras. Ese mismo día, en Bogotá, un reportero pudo comprar un boleto cotizado en pesos colombianos para un vuelo de Aeroméxico que salía de Caracas al día siguiente.

Carlos Torres, portavoz de Aeroméxico en la Ciudad de México, declinó hacer comentarios cuando se le preguntó si la compañía estaba evitando la venta de boletos en bolívares.

El 19 de noviembre, a un reportero de Bloomberg en una oficina de Avianca en Bogotá se le ofreció reservar un boleto para un vuelo que salía de Caracas, mientras que a otro reportero en Venezuela le dijeron que no había boletos disponibles.

Avianca está restringiendo las ventas a vuelos que salgan en un período de 30 días de la fecha de compra para evitar la especulación cambiaria de los viajeros, dijo en un correo electrónico una portavoz de la empresa que pidió no ser identificada, cuando se le preguntó si la compañía estaba reduciendo sus ventas en Venezuela.

American Airlines:

American Airlines, la mayor aerolínea con operaciones internacionales en Venezuela en términos de capacidad, dijo que ha dejado de vender boletos desde Venezuela en cualquier moneda hasta nuevo aviso.

“Debido al muy limitado inventario disponible, no podemos vender o responder a las solicitudes de los pasajeros en este momento”, dijo la portavoz Martha Pantin en un correo electrónico en respuesta a la pregunta de si la compañía estaba vendiendo boletos en cualquier moneda. “Continuaremos trabajando para mejorar nuestra disponibilidad en el mercado venezolano y actualizaremos nuestro inventario con más información cuando ésta esté disponible”.

Las compañías que venden productos en Venezuela y otros países, como cupos en un vuelo, están obligadas por ley a hacerlos disponibles a todos sus clientes en monedas locales, dijo Hermann Escarra, asesor legal del gobierno del presidente Nicolás Maduro, en una entrevista telefónica desde Caracas el 17 de diciembre.

“Es como si las fronteras se estuvieran cerrando sin que nadie imponga un prohibición de viajes”, dijo Susana García, dueña de Chill Out Travel Tours, en la isla de Margarita. “Nos estamos quedando atrapados en nuestro propio país debido a las políticas del gobierno”.

Controles cambiarios:

El fallecido presidente Hugo Chávez creó en el 2003 los controles cambiarios que le permiten al banco central seleccionar a las compañías y ciudadanos que tienen acceso a los dólares a la tasa de cambio fijada por el gobierno. Mientras las reservas internacionales han caído, Maduro, su sucesor, ha reducido el suministro de dólares, afectando las importaciones y dificultando que las compañías internacionales puedan cambiar sus bolívares en dólares, dijo Francisco Rodríguez, economista para la región andina de Bank of America.

El crecimiento económico de Venezuela se desaceleró a 1.1 por ciento en el tercer trimestre, desde 5.5 por ciento en el mismo período del año anterior. La tasa de inflación se ha más que duplicado desde que Maduro asumió el poder en abril, llegando a 54 por ciento en octubre. El rendimiento del bono referencial del país en dólares, con fecha de vencimiento de 2027, subió 7 puntos base a 12.70 por ciento el martes a las 3:17 p.m. en Nueva York.

La demora en la repatriación de fondos desde Venezuela se duplicó a 12 meses en el tercer trimestre del 2013 en comparación con el año anterior, dijo Pedro Heilbron, presidente ejecutivo de la aerolínea panameña Copa Holdings SA, en una conferencia telefónica el 13 de noviembre. Copa, la segunda mayor aerolínea con operaciones internacionales en Venezuela, tiene $392 millones en el país sudamericano, de acuerdo con su reporte financiero del tercer trimestre.

Millones atrapados:

“Las aerolíneas han dejado en claro que no están pensando en salir de Venezuela”, dijo Humberto Figuera, presidente ejecutivo de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela. “Pero sin duda esto es siempre una posibilidad si el proceso de aprobación para tener acceso a la moneda extranjera se hace aún más lento”.

Avianca, con sede en Bogotá, tiene en Venezuela $270 millones, equivalentes a la mitad de sus tenencias en efectivo, de acuerdo con el reporte financiero de la empresa para el tercer trimestre. AMR Corp.. la compañía matriz de American Airlines, tenía $608 millones en el país sudamericano a fines del trimestre, de acuerdo con un reporte presentado en Estados Unidos.

“El dinero está atrapado allá y no puede ser expatriado”, dijo Becker en una entrevista telefónica desde Nueva York el 20 de noviembre. “Es mucho dinero y mucha preocupación”.

Avianca recortó sus ventas en Venezuela a $17 millones en septiembre, en comparación con un promedio de $50 millones mensuales este año, dijo la vicepresidenta de Tesorería, María Cecilia Escallón, en una conferencia telefónica el 18 de noviembre. La compañía compró oficinas en Venezuela para invertir los ingresos que no expatrió, dijo Escallón.

A madrugar:

Mientras las compañías se rehúsan a vender, los agentes de viajes se levantan a las 3 de la mañana para buscar boletos que pudieran estar disponibles tras cancelaciones, dijo García, de Chill Out Travel Tours. Dos agentes de viajes que pidieron no ser identificados dijeron que desde septiembre cada vez es más difícil conseguir boletos.

El Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis) dijo en octubre que está preparando una demanda contra las aerolíneas internacionales por supuestamente restringir la oferta de boletos. El presidente del organismo, Eduardo Samán, declinó hacer comentarios sobre la investigación cuando fue contactado el 4 de diciembre.

La demanda por boletos internacionales en Venezuela aumentará 16 por ciento este año, dijo Francisco Paz, entonces presidente del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil, el 9 de octubre. El sucesor de Paz, Pedro González, no quiso ser entrevistado.

Zulay Rosas, portavoz de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), e Ilse Valera, portavoz del Ministerio para el Transporte Acuático y Aéreo, no respondieron a llamadas y correos electrónicos con preguntas sobre las demoras en la repatriación de dólares y la escasez de boletos. Portavoces del Ministerio de Información y de la oficina de Maduro no quisieron hacer comentarios sobre la estrategia del gobierno para reducir la escasez de boletos.

Ni pañales ni harina:

La falta de dólares no sólo está restringiendo los viajes por avión. Además, está causando escasez de todo tipo de productos, desde pañales a harina, alimentando la devaluación del bolívar en el mercado negro. La brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo que opera ilegalmente, ha hecho de los viajes internacionales una oportunidad para ganar dinero.

El gobierno otorga a los venezolanos que viajan al extranjero una asignación de hasta $3,500 al año a la tasa oficial de 6.3, que pueden ser convertidos de nuevo en bolívares en las calles de Caracas a una tasa de 64 en el mercado negro.

Varela asegura que no pensaba sacar ganancias de su viaje a Ciudad del Carmen, en el sureste de México, para visitar a su hija Calina Cabrera de 33 años durante la Navidad. La operación para ganar dinero mediante los viajes, conocida como “raspao”, funciona cuando los turistas ahorran parte de los dólares comprados al gobierno para revenderlos a su vuelta al país.

“Esto no es justo”, dijo Varela. “Quiero viajar para ver a mi hija, no para ganar dinero”.

Con la colaboración de Caroline Chen en Nueva York, Brendan Case en la Ciudad de México, Andrea Rothman en Toulouse, Richard Weiss en Fráncfort, Mary Schlangenstein en Dallas y Oscar Medina en Bogotá.


Por: Ewald Scharfenberg
Anatoly Kurmanaev
Christine Jenkins
Corresponsal en Miami
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jueves 19 de diciembre, 2013