La buena vida sexual también
incluye intimidad y contacto
■ A medida que hombres y mujeres envejecen, la actividad en la cama adquiere otros matices, no desaparece.
*Aura y Luis se salen del juego.
Dejan que otros atletas sigan en la competencia. Con carnet del club de los 60 años, estos jubilados se equivocan al considerar el sexo como un maratón dominical. Por eso su lamento, al darse cuenta de que el vecino, de 32 años de edad, acaba de pasarlos en veloz carrera.
“Es verdad, y no vamos a mentir, que en la medida que pasan los años se esfuman los encantos que hacen de la actividad sexual una película en la que se mezclan romanticismo y aventura, pero no es la edad un factor determinante para tirar la toalla”, señala el psiquiatra Luis Alfonso Benítez, al constatar que muchos matrimonios confiesan que con los años “les han borrado” la parte más emocionante de sus vidas.
El especialista, de 57 años de edad, admite que ya no es el mismo Luis Alfonso de la década de los ochenta, pero rechaza la conseja popular que habla de las crisis de parejas al pasar la frontera de los 50, por aquello de la rutina de la vida matrimonial y sus consecuencias específi cas en el terreno sexual.
En efecto, siempre se ha dicho que la vida en pareja comienza a naufragar entre los 40 y 45 años, cuando el hombre pasa por una etapa llamada “crisis de la edad media de la vida”. Luego, de los 55 a los 60 años le visitan otras “tormentas”, como el temor a envejecer y los achaques de enfermedades que se expresan a veces en impotencia y eyaculación precoz en el varón y la anorgasmia y ausencia del deseo en la mujer. Pasados los 60, llegan los años de la depresión y el adiós.
Benítez explica que el hombre de hoy está perdiendo confianza en sí mismo y ya no pisa tan fuerte como antes en el terreno sexual. Dice que tal inquietud proviene de los cambios de los papeles masculino-femenino que, en ocasiones, le hacen dudar de cómo comportarse.
Perdiendo el control. El psiquiatra entiende que con la suma de los años se producen cambios hormonales que, por supuesto, afectan la sexualidad: en el hombre la testosterona y los estrógenos en la mujer disminuyen sus niveles con el paso de los años. “Pero es un hecho cierto que algo cambia en el hombre más que en la mujer cuando llega a la edad madura, y que se refleja en el estado anímico, dificultades en el área laboral y un cambio en su aspecto exterior”. Llegado a esa edad es probable que hombres y mujeres empiecen a temer a la vejez, y si el médico les pone la mano en las rodillas y les dice: “Son los años”, se derrumba todo.
“Hay que tener presente que una buena vida sexual implica mucho más que sexo. También se trata de intimidad y contacto. Incluso si tiene problemas de salud, nadie por cuestiones de edad está vedado de participar en actos íntimos y de beneficiarse de la cercanía con su pareja”, sostiene el especialista. Insiste en que tener una vida sexual activa es una cuestión de buena salud. De allí su consejo: trate de pensar en el sexo como algo que le ayuda a mantenerse en forma, tanto física como mentalmente.
“Para la mujer, el orgasmo es un viaje, un estado alterado de conciencia”.
Por: ELIZABETH ARAUJO
SEXO SIN TABÚ
Salud | Sexo
EL NACIONAL
Miércoles 11 de Septiembre de 2014
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