Cuatro cortes promedio registran
en los estados cada semana
■ Pdvsa pone en riesgo plantas de Caracas por falla en gas natural.
■ El interior del país es el más afectado por la falta de suministro de electricidad, al punto de que en cada estado ocurren semanalmente un promedio de cuatro interrupciones prolongadas del servicio, reportan trabajadores de la Corporación Eléctrica Nacional.
Alexis Rodríguez, directivo de la Federación Nacional de Trabajadores Eléctricos y del sindicato del estado Miranda, indicó que la provincia está sujeta a racionamientos rotativos de energía durante las horas pico de la demanda para evitar la sobrecarga en las redes de transmisión, especialmente la troncal que viene de Guri. La sobrecarga puede causar apagones grandes y de larga duración.
El sindicalista refirió que otro problema es la falta de mantenimiento preventivo y predictivo a las instalaciones, lo cual ocasiona que Corpoelec atienda los incidentes cuando se producen. Explicó que es muy difícil llevar una estadística de los eventos, pero los trabajadores del interior reportan constantemente un mínimo de tres, cuatro o más interrupciones prolongadas del servicio cada semana.
De acuerdo con la información de los empleados, entre las regiones más afectadas está el oriente del país, especialmente Monagas y Anzoátegui; le siguen Carabobo (centro), los Andes y Falcón (occidente) y Bolívar en el sur de Venezuela.
El dirigente sindical anotó que las interrupciones con intensidad menor a 100 megavatios no son registradas con fines estadísticos y, precisamente, muchas de las que se dan en el interior están en ese estadio e igualmente afectan la calidad de vida de los usuarios.
Rodríguez y el ex vicepresidente de La Electricidad de Caracas, Iñaki Rousse, señalaron que hay falta de mantenimiento en el sector eléctrico y citaron la disminución en las labores de medición térmica a las redes eléctricas.
La exploración se hace por aire y tierra con aparatos que registran los incrementos de temperatura en los sistemas de alta, mediana y baja tensión dentro de las labores normales de mantenimiento preventivo y predictivo para detectar un problema con un cable o un componente y atacarlo a tiempo.
Rousse agregó que la falla del lunes pasado pudo evitarse con la aplicación de un programa ininterrumpido de medición térmica. Rodríguez indicó que si bien Corpoelec carece de vehículos y helicópteros, los alquila. No obstante, hace tiempo la empresa alega que por razones de costo no puede hacer la revisión térmica con la periodicidad adecuada.
Sin transparencia:
A principios de julio, el ministro de Energía Eléctrica, Jesse Chacón, se comprometió a restituir la información sobre el sistema eléctrico nacional que hasta noviembre de 2010 suministro el Centro Nacional de Despacho en su página de Internet.
“Estamos trabajando en la reactivación de la página porque estamos convencidos de que lo mejor es mantener a la gente informada”, dijo Chacón a un grupo de periodistas. A cinco meses del anuncio aún no se concreta la promesa. “La antigua Opsis, como antes se llamó el Centro Nacional de Despacho, emitía un boletín sobre las causas que ocasionaba la interrupción del servicio y había credibilidad”, recordó el ingeniero Miguel Lara, que fue director de la oficina.
Plantas de Caracas:
Las plantas térmicas que el Ejecutivo instaló entre 2009 y 2012 para garantizar lo que se llamó el blindaje eléctrico de Caracas, de acuerdo con los reportes de la Corporación Eléctrica Nacional, se activaron en el apagón ocurrido el lunes y permitió la restitución del servicio en un promedio de entre 30 y 50 minutos en la capital. No obstante, el déficit de gas natural debido a los retrasos en los planes de Petróleos de Venezuela, el uso de combustibles líquidos y la calidad del diesel están deteriorando las instalaciones.
“Esas son unas plantas de respuesta rápida que si estuvieran operando con gas natural su mantenimiento pudiera darse a las 25.000 horas de uso, que eso sería un promedio de 3 años. Sin embargo, están operando con diesel y eso obliga a un mantenimiento cada año y medio que se no se está realizando”, agregó el ingeniero José Aguilar, consultor en materia eléctrica. “Esas plantas no sólo tienen el problema de la carencia de gas, sino que dependen de que el presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, envíe el diesel, lo que genera enormes costos y complicaciones logísticas de transporte que demoran la distribución”, afirmó.
Los equipos de las plantas Picure, Guarenas, La Raisa, El Sitio y EDC Sur -junto con los instalados en las barcazas Rufina y Margarita- deberían operar en los horarios de demanda máxima de la región capital. Fueron adquiridas durante la emergencia que se decretó a finales de 2009 cuando se delegó la instalación a las empresas GTME y Derwick Associates, de capital nacional, y a las extrajeras Duro Falguera, Elecnor y Waller Marine.
Los reportes del Centro Nacional de Despacho señalan que en esos picos de demanda no siempre se ponen en funcionamiento debido a los retrasos en los suministros de combustible en los que incurre Pdvsa. A la situación se suma que actualmente Corpoelec está en mora en el cambio de filtros y revisión de turbinas debido a los problemas financieros que tiene la compañía.
El gobierno asegura que 2013 podría concluir con récord de capacidad de generación instalada por encima de 30.000 megavatios y, por primera vez, con la fuente térmica superando a la hídrica, pero casi un tercio de ese nivel de potencia no puede operar.
De un total de 189 unidades térmicas, que aportan 6.800 megavatios, por lo menos 89 requieren de un mantenimiento crítico por los residuos que deja el diesel, y por esta razón buena parte de estos equipos no está en funcionamiento y los que se cuentan muestran un desempeño contrario a normas ambientales.
“El gobierno de Hugo Chávez y ahora el de Nicolás Maduro lo que han hecho es tener una política eléctrica altamente contaminante y carente de incentivos para reducir el uso de combustibles líquidos como sí la hubo en el pasado”, dijo Armando Meleán, ex director de Electricidad del otrora Ministerio de Energía y Minas. “En el pasado Caracas tenía como energía alterna lo que suministraba el Guri, pero en este momento es todo lo contrario y las plantas que se instalaron sólo se prenden para momentos del día de alto consumo y cuando ocurre una emergencia”, añadió.
Rezago en planes. Uno de las críticas que hacen los expertos a la gestión del gobierno se refiere a la excesiva concentración de inversión en plantas de generación en comparación con transmisión. “Si en este momento se pusiera en marcha la planta de Tacoma no habría manera de sacar esos megavatios”, expresó Víctor Poleo, ex viceministro de Electricidad del Ministerio de Energía. “Aparte del mantenimiento que requiere la red existente, hace falta que se instale una nueva línea de transmisión incluso para sacar parte de la energía que se genera en Guri”, indicó.
Actualmente el sistema eléctrico cuenta con 3 líneas de transmisión de 765 kilovoltios, otras 3 de 400 kilovoltios y dos de 230 kilovoltios con un tiempo de instaladas que está entre 20 y 40 años. A criterio del ingeniero José Aguilar, se requiere una línea adicional 765 con una extensión de 750 kilómetros.
Por: Ana Díaz
adiaz@el-nacional.com
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El Nacional
viérnes 06 de diciembre de 2013
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