Sólo a Bs. 200 se consigue el
saco de cemento regulado
■ Industrias estatizadas registran pérdidas.
■ La mayoría de las ferreterías y locales que ofertan cemento lo ofrecen desde 90 hasta 100 bolívares, pues el producto está escaso.
■ Desde 2008 el Gobierno arreció un proceso de nacionalizaciones en Venezuela que no necesariamente se ha traducido en un repunte productivo.
■ Complicada es la situación de la industria de la construcción, porque cada día que pasa es más difícil conseguir los insumos, declaró el ingeniero Omar Montero, expresidente de la Cámara de la Construcción del estado Lara.
■ Las empresas Invepal, Inveval, Rialca, Fábrica Nacional de Cementos y Sidor, en manos del Estado, solamente utilizaban entre 16 y 66% de su capacidad productiva al cierre del año pasado.
Desde hace mucho tiempo hemos venido alertando sobre las dificultades que se presentarían por la falta de una política destinada a garantizar los materiales necesarios, expuso. Pero, las cosas se tornan peores en cuanto a la disponibilidad del cemento y de la cabilla, que son básicos para la construcción.
Es imposible conseguirlos a los precios que establece la regulación oficial, tampoco a través de los canales de comercialización tradicionales, como son las ferreterías y las compañías que se dedican a la venta de estos insumos.
Dijo el profesional de la ingeniería que las dos principales razones esgrimidas por el Ejecutivo Nacional para tomar las medidas de nacionalización y expropiación de las plantas productoras de cemento, era que había necesidad de garantizar el suministro del mencionado rubro y asegurar lo que los funcionarios consideraban un precio justo, mediante la regulación, aduciendo además que de esa forma podría incrementarse la construcción de viviendas, a fin de ir reduciendo progresivamente el déficit habitacional.
Pero, la realidad ha sido muy dura, ya que ninguna de esas motivaciones se lograron y ahora la situación ha empeorado.
Las plantas que en aquel momento eran administradas por capitales privados extranjeros y nacionales eran especializadas en ese tipo de actividad y, por lo tanto, eficientes.
En estos momentos, manifestó el ingeniero Montero, es difícil conseguir el cemento y la cabilla a los precios regulados. Un saco de cemento se consigue a 200 bolívares o por encima de ese monto.
Conocemos, por informaciones de prensa, que la mayor parte de la producción de cemento está destinada al levantamiento de viviendas por parte del sector oficial; sin embargo, ese número que se ha dado a conocer no se corresponde con lo que se ha ofrecido a quienes requieren de techo propio. El déficit habitacional ya ronda los tres millones de viviendas.
En cuanto al cemento, lo más grave es que si se consigue ese producto, los constructores están sujetos a decomisos por parte del Gobierno, ya que éste lo ha convertido en una especie de mercancía prohibida.
Y en cuanto a la cabilla, el precio es de 200 bolívares los seis metros. Esto quiere decir que en el mercado negro venden casi 10 veces al precio regulado.
Ferreterías:
Conseguir cemento es toda una travesía. Además, las personas deben sacar dinero de donde sea para comprarlo, porque lo venden carito.
La mayoría de las ferreterías y locales que ofertan cemento lo ofrecen desde 90 hasta 200 bolívares, pues el producto está escaso.
En la ferretería Walter C.A, ubicada en la avenida Pedro María Freites de Barcelona, se hacen colas kilométricas desde la madrugada para adquirir el material de construcción.
“Todos los días los clientes hacen colas y a veces las gandolas no llegan. La gente se va sin nada. Cada vez que llega el cemento esto se pone full”, dijo Manuel Rojas, uno de los vendedores.
La insistencia por comprar en esa ferretería (Walter C.A.) es debido al precio: 50 bolívares por cada saco.
“Cada persona puede comprar solamente cinco sacos. Esto no es una norma impuesta por el dueño de este local, sino el Indepabis, que nos supervisa y eso es lo que nos permiten vender”, agregó Rojas.
Una gandola puede cargar hasta 1.500 sacos de cemento, pero casi siempre llega con 600 y es lo que se ofrece. “Vuela en el transcurso de la mañana”.
“Para poder construir una vivienda en estos tiempos, las personas deben traer familiares para que cada quien se lleve sus cinco sacos y aprovechar el precio”, aconsejó el vendedor.
Sin denuncias:
Rafael Bastidas, habitante del sector barcelonés 29 de Marzo, asegura que las empresas y locales que venden el producto para construir a altos costos no son denunciados al Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso de los Bienes y Servicios (Indepabis).
En otras establecimientos se hace difícil conseguir el cemento, y mucho menos a precio regulado. Así que si va a construir, recuerde que tiene que hacerlo poco a poco.
Por: Redacción
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lunes 18 de noviembre, 2013
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