La finca “resalta” por
su belleza y cuidado
■ La Tula, una escondida hacienda en Mata Negra, se erige y resalta entre las demás edificaciones en esta zona de Carlos Arvelo, no solo por el amplio terreno, sino por la belleza, bienes y el cuidado que al parecer brindaba su propietario, el ex alcalde de Valencia, Edgardo Parra.
Desolada y con rastros de una salida abrupta de personas quedó la hacienda La Tula, en Mata Negra, sector Cuatro Alambres. Escondida, pero con muchos metros de extensión, la propiedad es señalada por los pocos moradores como un inmueble del exalcalde de Valencia, Edgardo Parra.
La Tula se erige y resalta entre las demás edificaciones en esta zona de Carlos Arvelo, no solo por el amplio terreno, sino por la belleza, bienes y el cuidado que al parecer brindaban sus propietarios. De la noche a la mañana el movimiento de personas, caballos y ganado cesó.
Aunque los lugareños no recuerdan con exactitud cuándo fue la última vez que vieron a trabajadores o dueños, afirmaron que desde que se realizaron las acusaciones a Parra, el lugar fue abandonado y los animales desaparecieron. También recordaron que con frecuencia en la finca se realizaban grandes fiestas y reuniones.
La reja del portón no tiene candado, pero dos perros custodian el lugar. Desde la caminería de piedras blancas y de perfecta ubicación, hasta la puerta y el letrero con el nombre de la finca, solo hay rasgos de soledad.
Según los rumores, los habitantes salieron de inmediato de la casa principal y de las cercanas, que forman parte de la propiedad resguardada entre cercas de alfajor y alambre de púas. Se presume que en esas viviendas residían los empleados. Zapatos incrustados en el barro y plantas tiradas como si hubiesen sido un tropiezo a la hora de correr, elevan las sospechas de que todos salieron apresurados del lugar por un motivo mayor.
De los animales no se sabe nada. Al parecer una yegua se quedó pero nadie volvió por ella y se adentró en el monte.
Entre el fin de semana y el lunes, al parecer una comisión del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) visitó el lugar. En la noche se confirmó el allanamiento en la finca, del cual se desconocen más detalles.
Rasgos de Parra:
Después del largo camino y el difícil acceso, por donde solo circulan vehículos rústicos luego de una fuerte lluvia, a simple vista se contabiliza una caballeriza para seis potros, el establo del ganado, una laguna con varios patos, además de otras viviendas, lo que deja entrever que el propietario es alguien importante.
El establo está pintado de rojo, lo que sería un primer indicio para ligarlo con el ex mandatario. Dentro de él y entre el excremento de los animales, que todavía permanece fresco, siete termos rojos llaman la atención. Tirados sobre la tierra y las heces resaltan por su color y por su escrito: PSUV, Edgardo Parra alcalde.
Cerca de las caballerizas afiches del fallecido presidente Hugo Chávez acompañan el sitio donde estuvieron finos caballos, como los calificaron los vecinos. En esta área todavía el pasto está en su lugar.
En el techo de uno de los depósitos, donde todavía hay materiales para trabajar la tierra, hay varios afiches de Chávez envueltos, que probablemente iban a ser colgados en los postes de la ciudad durante la campaña para las elecciones del 7 de octubre. En el interior de una de las viviendas los objetos quedaron como si los usaron por última vez y no hubo tiempo para recoger.
Comunidad dio testimonio:
Para llegar a la finca hay que atravesar numerosos obstáculos: barro, árboles caídos e incertidumbre sobre cuál camino escoger, pues no hay ninguna señalización que haga referencia a La Tula, pero desde Boquerón hasta Mata Negra la comunidad indica con señas la ruta. Sin titubeo admiten que “la hacienda de Parra” está a varios kilómetros de las vías en buen estado.
A pesar de las afirmaciones sobre la propiedad del inmueble, las personas son recelosas y no ofrecen mayor información del tiempo que probablemente pasó el mandatario en el sitio o desde cuándo frecuentaba La Tula, que habría adquirido hace pocos años.
Por temor a ser atacados o recibir represalias, solo sentencian con la cabeza y unas pocas palabras que en efecto la finca pertenecía a Parra. También comentaron que desde que se enteraron que el exalcalde adquirió la finca le construyeron nuevos espacios, como la caballeriza.
Por: Ana Rodríguez Brazón
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Carabobo, miércoles 16 de octubre, 2013
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