Los asaltantes se hicieron
pasar por alumnos
■ Para subir a las unidades de transporte los estudiantes deberán presentar obligatoriamente el carnet de esta casa de estudios.
■ Exigieron a los organismos de seguridad la reactivación del punto de control que había en las afueras del campus y que hace un año fue instalado por algunas semanas, después de la desaparición y hallazgo de los cuerpos de dos estudiantes de la institución.
Con un monto millonario cargaron tres hampones, armados de revólveres, que haciéndose pasar por estudiantes subieron a un bus de la ruta Unet, y en la primera oportunidad encañonaron a unos 60 universitarios que iban en la unidad, a los que bajo amenaza de muerte, despojaron de todas sus pertenencias, agrediendo físicamente a dos de ellos, los cuales tuvieron que ser trasladados a una clínica privada de la ciudad.
El insólito hecho ocurrió este martes, entre las 8:30 y 8:40 de la mañana, en una de las unidades de la ruta Unet que transporta a diario a los estudiantes desde el municipio Guásimos y aledaños, hasta esa casa de estudios superiores.
En diálogo con las víctimas en la clínica donde permanecían los dos jóvenes que sufrieron heridas abiertas en sus cabezas, los estudiantes manifestaron que portando libros y haciéndose pasar como alumnos, primero uno de ellos abordó el autobús en una de las paradas dispuestas a lo largo del trayecto, que inicia en Copa de Oro. Los otros dos subieron más adelante.
Dijeron que frente al restaurante conocido como El Viajero hasta las inmediaciones del Sambil, se desarrolló el atraco, cuando los hampones se levantaron de sus asientos, esgrimieron sus armas de fuego y advirtieron a los sorprendidos ocupantes y al chofer del autobús, que se trataba de un asalto.
Inmediatamente ordenaron al conductor que no detuviera la marcha, solo que continuara despacio o los mataban; y acto seguido comenzaron a exigirles a los universitarios todas sus pertenencias. Carteras, teléfonos inteligentes, dinero en efectivo, laptops y calculadoras científicas programables HP, equipos costosísimos, por los que preguntaron insistentemente los delincuentes; e incluso un fagó, un instrumento musical de viento, que le era subsidiado a uno de los muchachos por la Orquesta Sinfónica de Venezuela, cuyo precio está por el orden de los 200 mil bolívares, fue parte del botín que se llevaron los desadaptados.
Fidel Córdoba, de 22 años, y Ronald Arrieta, de 25, ambos estudiantes de Ingeniería Mecánica, fueron los jóvenes agredidos por los antisociales. A Fidel, lo sorprendieron cuando intentaba guardar su teléfono de alta tecnología y bajo engaño entregarles uno más sencillo. Por tratar de burlarlos, lo golpearon fuertemente en la cabeza con la cacha del revólver, provocándole una herida abierta, que ameritó varios puntos de sutura.
Del ataque a Arrieta, se desconoce el motivo, pero igualmente fue víctima del trío, que también lo atacó a cachazos en la cabeza, pese a que no se resistió al asalto y entregó todas sus pertenencias.
Logrado su cometido, los criminales, que coincidieron las víctimas en que eran muy jóvenes, y al menos uno de ellos podría ser menor de edad, antes de llegar al centro comercial Sambil le indicaron al conductor que se detuviera, porque ellos allí se bajaban, y que continuara su camino; por lo que infieren que los asaltantes conocían muy bien la ruta que día a día toman los autobuses.
No obstante, sometieron y robaron a los 60 estudiantes, los delincuentes cuando bajaron de la unidad se mofaron y burlaron de sus víctimas, para luego huir hacia Barrancas.
Dijeron que inútilmente trataron de alertar a las autoridades, e incluso al pasar por el Faro de la Marina buscaron a los efectivos de la Policía Nacional que allí se instalan, pero este martes en la mañana no estaban.
El conductor fue el único al que no lo despojaron del teléfono, por lo que se comunicó con el conductor del otro autobús, que se supone que iba detrás de él, y le informó sobre lo ocurrido. Acudieron entonces al hospital del Seguro Social, en Santa Teresa, para que les brindaran auxilio a Córdoba y a Arrieta, “pero allí nos dijeron que no los podían atender, porque no tenían insumos, por lo que tuvimos que traerlos a esta clínica, utilizando el Seguro Universitario”, contó una joven.
A una sola voz, los muchachos exigieron mayor seguridad a las autoridades, mayor vigilancia en las vías, “pues en el trayecto, desde que se bajaron los tres ladrones hasta el centro asistencial, no conseguimos ni un solo punto de control policial. Los tres ladrones se bajaron del autobús y huyeron sin ningún problema. Hay tantos operativos y planes de seguridad, tantos puntos de control y nosotros no encontramos ni uno”, agregaron.
Añadieron que este mismo martes en la tarde, en la sede de la Unet se reunirían los estudiantes, con el propósito de acordar qué medidas tomarán para evitar que se vuelva a repetir una situación semejante a la que vivieron ayer en la mañana.
Por: Miriam Bustos
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Viernes 20 de Septiembre de 2013
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