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Edit.TalCual: Cada vez más forajidos



Tal Cual cada vez mas forajidos

“El retiro de la CIDH..”

 

La vergonzosa deserción de la instancia más inmediata geopolíticamente del sistema planetario de defensa de los derechos humanos, uno de los grandes logros civilizatorios del mundo globalizado, merma la protección de nuestros conciudadanos, librados a un sistema judicial envilecido como pocos.

Es una obviedad decir que los regímenes de vocación totalitaria y represiva repelen todo aquello que pueda fiscalizar o penar la violación de los derechos humanos fundamentales.

Incluso hasta algún gobierno básicamente democrático suele incomodarse y no estar a la altura de su condición cuando esos ojos cuestionadores lo escudriñan. Pero en regímenes como el nuestro, que ha prostituido la justicia interna privándola de toda autonomía, que suele violar sistemáticamente las normas constitucionales y legales adaptándolas a sus circunstancias y caprichos y practica una política internacional muy oscura, es una verdadera necesidad enfrentar a quienes ejercen esos controles, dentro y fuera del país.

En eso ha sido muy consecuente nuestro chavismo, por ejemplo, ha perseguido con saña a todas las ONG, locales e internacionales, que tratan de proteger derechos de los ciudadanos, infamándolas, tratando de ahogarlas financieramente y reprimiéndolas pura y simplemente.

O ha desoído todos los mandatos y recomendaciones de las instancias especializadas de la OEA en ese ámbito, hasta el punto de no dejar ni siquiera visitar el país a funcionarios de esas instancias y ha desacatado todos sus dictámenes, cuando no las ha maldecido e injuriado con la ferocidad que acostumbra frente a cualquiera que lo contradice.

Como lo ha hecho con otras organizaciones internacionales, hasta la ONU misma.

Todo ello culmina con el retiro de Venezuela de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, tal como lo había dispuesto el Jefe sempiterno y ha sido ratificado por sus descendientes.

Tamaña y vergonzosa deserción de la instancia más inmediata geopolíticamente del sistema planetario de defensa de los derechos humanos que es, sin duda, uno de los grandes logros civilizatorios del mundo globalizado, ciertamente merma la protección de nuestros conciudadanos, librados a un sistema judicial envilecido como pocos. Pero también deteriora aún más la imagen internacional del régimen, poniéndola a la altura de los más siniestros autócratas de la región que en el pasado actuaron de manera similar.

Desmán amparado en una supuesta defensa de la soberanía nacional, que no es otra cosa que una manera de encubrir sus felonías y desconocer una de las formas, con todos sus límites e impotencias, más egregias de búsqueda de una justicia y un humanismo universales.

Tal decisión es, por supuesto, cónsona con una política exterior que se ha caracterizado, entre otras cosas, por mantener estrechos y amorosos vínculos con todos los gobiernos forajidos del mundo, que practican las más diversas formas de dictaduras, a veces las más aberrantes imaginables. De manera que no habría que sorprenderse demasiado.

Y, digamos, por último, que creemos que lejos de robustecer al régimen tal medida lo debilita en un mundo donde existen otras instancias capaces de suplir a la CIDH, una opinión pública internacional particularmente sensible a ese tema primordial de nuestros días que son los derechos humanos y donde estos gestos cavernarios siempre han tenido un triste final. Consultar al respecto con fujimoristas, pinochetistas y otros bribones.

Por: Fernando Rodríguez
Politica | Opinión
Diario TalCual