Plomazón implacable
■ La cacería de los Meleán continúa.
■ Unas 45 personas vinculadas a la “Saga” de los meleanes han sido asesinadas.
■ Abatidos seis sicarios y cobravacunas en La Cañada en enfrentamiento con el Cicpc.
■ Familiares de Javier Meleán: “Fue una masacre la muerte de los seis hombres en la granja de La Cañada”.
Luis Javier Meleán Atencio (42). Era dueño de la hacienda Las Mercedes, situada en el sector Sabana Perdida de La Cañada. Allí vivía. Dentro de la cantidad de hectáreas que administraba tenía ganado, cría de pollos y siembra de lechosas. Dejó cuatro hijos.
Familiares Luis Javier Meleán, dueño de la granja donde a las cinco de esta mañana fuerzas especiales del CICPC y del Sebin lo abatieron junto a otros cinco presuntos sicarios y extorsionadores, aseguraron que fue una masacre lo que hicieron en ese lugar.
Dentro de la hacienda Las Mercedes se produjo la masacre. El dueño era Luis Meleán. Los abatidos por la comisión de la Policía científica y Sebín quedaron identificados como Luis Javier Meleán Atencio, Beikol Chávez Sempún, el “Gordo Cosi” y el “Gordo Álex”. Faltan dos por identificar, o saber al menos su apodo.
Sin piedad. A las 5.00 de la mañana una comisión de la Policía científica y del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebín) entró a la hacienda Las Mercedes, situada en el sector Sabana Perdida de La Cañada de Urdaneta, y dieron de baja a la banda de Tirso Meleán.
Jesús Vargas, jefe de la Policía científica de la región occidente, confirmó los rumores. “Son seis los abatidos por nuestra comisión policial”. Era una banda dedicada a la extorsión y al sicariato”.
Luis Javier Meleán Atencio, de 42 años, era el dueño de la finca, la cual heredó de su padre Víctor Meleán. El propietario fue uno de los primeros abatidos. Lo atacaron cuando aún estaba acostado sobre su cama, aseguró Nelly Meleán, tía del occiso.
A las 6.00 de la mañana avisaron a la familia Meleán lo que había ocurrido. La mujer contó que el resto de los abatidos eran obreros de la finca. Calificó a su sobrino como un hombre bueno e intachable. “Él no merecía que lo acribillaran así”.
“A todos los mataron por la espalda. A uno lo mataron sentado en el sanitario. Allí quedó. Los funcionarios derrumbaron la puerta principal y empezaron a matar a todo el que se cruzara en su camino”.
Beikol Chávez Semprún (21) es el segundo de los identificados. Su madre, Yeniré Semprún, contó frente al Hospital Concepción I de La Cañada de Urdaneta que la última vez que vio a su hijo fue el pasado miércoles, al mediodía.
“Me dijo: ‘Mama, ya vengo, voy a dejar una comida y unas poncheras’. Nunca me dijo a dónde. No sé qué hacía allí. Nosotros vivimos en el sector La Polar de San Francisco. Él tenía tiempo sin trabajo”.
La Policía aun no tiene la identidad de los otros cuatro muertos. Solo conocen el apodo de dos: el “Gordo Cosi” y el “Gordo Álex”. Sus nombres completos se están investigando. Sus parientes aún no se aparecen.
Los funcionarios luego de haber dado de baja a los seis integrantes de la banda de los Meleán trasladaron sus cuerpos sin vida al Hospital Concepción I, situado en La Cañada de Urdaneta. A las 7.00 de la mañana de ayer, desde Caracas dieron órdenes a la Guardia Nacional para que custodiara la entrada del centro hospitalario, donde se encontraban los cadáveres. Lo cerraron por más de una hora.
4 de los occisos permanecen sin identificar en la morgue forense.
Quejas:
Egli García (19), vecina de La Cañada, presentó ayer, en horas de la mañana, dolores de parto. Tiene nueve meses de embarazo y adolorida no la dejaron ingresar al Hospital Concepción I para ser atendida, porque tenían allí a los abatidos.
“No sé por qué tanto alboroto si ya están muertos”, protestó la muchacha mientras sus acompañantes buscaban como trasladarla a otro centro de salud, porque había comenzado su labor de parto.
La misma molestia la expresaron decenas de pacientes, a quienes ni siquiera se les permitió llegar a las inmediaciones del centro asistencial por una supuesta orden dada a la Policía desde Caracas.
Los familiares de los asesinados claman por un procedimiento policial más justo. Alegaron que la forma como se desarrollaron los hechos no fue la idónea y se violaron los derechos humanos de al menos una mujer, dos niños y un adolescente. Temen que en los próximos días corra más sangre.
Un familiar, que prefirió permanecer bajo el anonimato por represalias, dijo que la “matanza” fue ejecutada en unos escasos 15 minutos, desde el momento en que uno a uno de los abatidos salía arrastrado de la vivienda, propiedad de Luis Javier Meleán a entregarse a las autoridades policiales, hecho que para los parientes no sirvió de nada porque los masacraron.
Relatan que el procedimiento duró casi ocho horas en la hacienda y otras 10 horas más mientras trasladaban los cuerpos al Hospital Concepción I, situado en La Cañada de Urdaneta. Inició a las 5.00 de la mañana. El estruendo de los vidrios que eran hechos pedazos por los funcionarios y el humo que se desprendía de las bombas lacrimógenas lanzadas a las partes internas de la vivienda, alertaron a los ocupantes de las viviendas de lo que estaba por suceder en segundos.
El primer anzuelo en búsqueda de una entrega pacífica y sin derramar sangre fue la salida de la única mujer que pernoctaba en el lugar junto a sus dos hijos, y de quien se conoce que era pareja de Edwin José Castillo (33), el “Cosi”.
Los efectivos tomaron a la dama por los cabellos, la metieron en una patrulla y luego a los dos niños que salieron junto a su padre el “Cosi” y un adolescente, de 14 años e iniciaron la balacera contra los miembros de la banda que yacían en el suelo.
Los familiares:
Nelly Meleán, tía de Javier, como solían llamar a Luis Javier Meleán, dijo que su sobrino era una persona tranquila y no un delincuente. Aseguró que los funcionarios irrumpieron violentamente, tumbaron la puerta y los acribillaron. “Javier siempre ha tenido esa granja donde criaba ganado, gallinas y sembraba.
Comentó que este se dedicaba a sus labores en el campo y que ya le han matado a varios miembros de su familia. El 22 de octubre de 2009 asesinaron a su padre Victor Meleán Luzardo (61), el 8 de agosto a su primo Ángel Alberto Meleán Boscán (24), a su tío Sixto Segundo Meleán Luzardo, hermano de Victor y padre de Ángel Alberto, el 31 de agosto de ese año. Nelly Melean dijo que al hermano de Luis Javier, de nombre Víctor Hugo Meleán, igualmente lo mataron a tiros en una venta de licor en La Cañada.
Aseguró que desde hace tiempo hay un plan para acabar con todos los meleanes. Una fuente policial le reveló a NAD que unas 45 personas vinculadas a la “Saga” de los meleanes han sido asesinadas.
Más temprano, el jefe de la Región Estratégicas de Investigaciones Penales del CICPC en Occidente, Comisario general Jesús Vargas, aseguró que los seis hombres abatidos formaban parte de la banda de los meleanes, dirida por Tirso Meleán y que estos se dedicaban a extorsionar a empresarios y comerciantes en varios municipios del Zulia y a cometer sicariatos.
A las cinco de la mañana ocurrió este enfrentamiento en una apartada zona del muncipio La Cañada de Urdaneta, conocida como Sabana Perdida, exactamente en la granja “Las Mercedes”, propiedad de Luis Javier Meleán. Los seis hombres, una vez alcanzados por las balas de los funcionarios, fueron llevados al Hospital I de La Cañada. Hasta esta tarde sólo habían sido identificados plenamente el dueño de la granja y un joven de 21 años, Beikol Chávez Semprun, quien residía en el barrio La Polar. Este fue señalado como uno de los “tiradores”, así como “El gordo Alex” y “El gordo Cosi”, otros de los muertos. El resto de los abatidos aún se encuentran sin identificar, dijo el jefe policial.
Los cadáveres fueron llevados esta misma tarde a la morgue forense desde el hospital de La Cañada. Este centro asistencial tuvo que ser parcialmente cerrado porque familiares de Meleán irrumpieron violentamente y se quisieron enfrentar a los funcionarios.
Hasta ahora los jefes del CICPC en Occidente y Zulia no se han pronunciado oficialmente sobre este caso dejando que corran especulaciones sobre la forma como se produjo el procedimiento.
Más temprano:
Abatidos sicarios y cobravacunas:
Durante un enfrentamiento con funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) resultaron abatidos, la madrugada de este viernes, seis integrantes de una banda dedicada al secuestro, sicariato, extorsión y cobro de vacuna.
Así lo manifestaron funcionarios policiales ligados al procedimiento, practicado en el sector Sabana Perdida, del municipio La Cañada.
Funcionarios del Cicpc se encuentran en el sitio realizando las experticias de rigor. El Min-Interior conoce el caso.
Trascendió, por fuentes policiales, que los abatidos son Javier Meleán, “El Gordo Alex”, “El Gordo Cosi” y otros tres hampones indocumentados.
Se colectaron seis armas de fuego, entre otras evidencias.
En una entrevista a este rotativo, el comisario Heberto Alfonso, había asegurado a comienzos de esta semana, luego de asumir el despacho del Cicpc Zulia: “Declaro la guerra frontal a sicarios y contrabandistas”.
Los abatidos en La Cañada:
Los cadáveres de los seis integrantes de una banda dedicada al secuestro, sicariato, extorsión, secuestro y cobro de vacuna, abatidos durante un enfrentamiento con funcionarios del Cuerpo de Investigacioens, Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) fueron trasladados al Hospital I Concepción, en la Cañada de Urdaneta.
Trascendió, por fuentes policiales, que los abatidos son Javier Meleán, “El Gordo Alex”, “El Gordo Cosi” y otros tres hampones indocumentados.
A las afueras del centro asistencial hay presencia militar y abundante tráfico —inusual— en la zona. Familiares de Meleán, quienes se encuentran en los alrededores, indicaron que era el dueño de la hacienda donde ocurrió el hecho y que los otros cinco abatidos trabajaban para él.
En el sitio de suceso, se colectaron seis armas de fuego, entre otras evidencias.
Por: Luisana González
noticias@laverdad.com
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Zulia, 22 de Agosto de 2013
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