Tiempos de cambio
Es muy significativo que José Vicente Rangel, ex vicepresidente de la República, ex candidato presidencial, ex parlamentario y ex ministro de la Defensa y, sobre todo, militante del chavismo, esté planteando públicamente una salida humanitaria para el caso del comisario Iván Simonovis, quien ya lleva largo tiempo pagando condena como consecuencia de los hechos que se le atribuyen, relacionados con el 11 de abril de 2002.
Rangel, con quien perdí contacto luego de mi salida del gobierno de Hugo Chávez, hace casi siete años, ha planteado con toda crudeza lo terrible que sería negarle al comisario Simonovis una medida humanitaria que viene siendo solicitada desde hace mucho tiempo por sus familiares y por diversos sectores del país, y que éste falleciera en una cárcel sin que los organismos del Estado encargados de la administración de justicia dieran el paso esperado desde hace mucho tiempo.
Simonovis es una especie de chivo expiatorio del 11 de abril de 2002. Los principales responsables del golpe de Estado contra el fallecido presidente Hugo Chávez pudieron eludir la justicia con gran habilidad, mientras que otros participantes fueron beneficiados con la amnistía. No soy juez para determinar la inocencia o la culpabilidad de Simonovis y de los otros dos comisarios, Henry Vivas y Lázaro Forero, ambos beneficiados con medidas humanitarias.
Todavía hay mucha humareda en torno a esos hechos y algún día se sabrá con lujo de detalles todo lo que pasó.
Pero no se puede esperar ese momento para atender el angustioso llamado que día a día hacen sus familiares, particularmente su esposa Bonny Simonovis. Estamos ante un caso de carácter humanitario y así debe asumirse la decisión de permitirle ir al encuentro de su familia y recibir tratamiento en medio del calor de su hogar. No se trata de reabrir el debate sobre el juicio en torno a lo ocurrido el 11 de abril.
Una decisión de esa naturaleza no sólo traería algo de alegría y consuelo a sus familiares. Sería un gesto muy positivo para abonar en la búsqueda de un proceso de reconciliación nacional que en estos tiempos de crispación política tal vez no tenga mucho eco. En la historia política nacional no han sido pocos los actos de esa naturaleza que han permitido a luchadores sociales y políticos, que en el pasado se alzaron en armas, salir en libertad.
De eso sabe mucho José Vicente Rangel, porque durante largos años hizo activismo a favor de los derechos de presos y perseguidos. Por eso saludo su llamado a que se adopte una medida humanitaria en este caso. Ojalá que en las instancias de poder correspondientes tomen en cuenta este planteamiento.
Elecciones municipales Ya arrancó de hecho la campaña electoral municipal para elegir alcaldes y concejales en todo el país. Una vez más, estos comicios estarán marcados por la polarización y por temas nacionales, más que por la importancia de fortalecer los gobiernos locales y dotar a la ciudadanía de un escenario de solución de los graves problemas existentes en materia de servicios públicos.
El fantasma de la abstención sigue siendo un factor que preocupa tanto a gobierno como a la oposición. En el oficialismo la imposición de candidaturas puede jugarles una mala pasada, que se traduzca en una desmovilización de su electorado, mientras que en la oposición pueden pasar factura elementos como la elección anticipada de sus candidatos y la falta de coherencia en el discurso de la dirigencia.