El país se desvanece en
un fuego de corrupción
A pocos meses de los comicios municipales en nuestro país, el gobierno y la MUD se enfrentan una vez más teniendo como foco -el gobierno de Maduro- la poca evidencia de casi ningún logro, opacado por las comparaciones con el desaparecido Presidente Chávez y un CNE desprestigiado por los últimos resultados
electorales.
Lo que está en juego:
El botín electoral -hablando en términos pragmáticos absolutos- son 337 alcaldías y 2.455 concejales. El Consejo Nacional Electoral (CNE) empezó a recibir el lunes postulaciones de los aspirantes que elegiremos el 8 de diciembre donde, paradójicamente esta elección se convertirá en un plebiscito para Maduro y su equipo de gobierno que no muestra aciertos en materia alguna; su procesión de problemas como son el desabastecimiento de los productos de la canasta básica, la inseguridad, la inflación galopante, y un dólar disparado cual home run de Pablo ‘Kung FU Panda’ Sandoval, hablan por sí solos. La única iniciativa original de este gobierno que ya a un poco más de 100 días luce desgastado, es el Plan Patria Segura. Ya la figura del Presidente Chávez luce como un LP de 33 revoluciones de música de los años 70, o el famoso afiche del Che Guevara. Por más que el gobierno trate de hacer uso del recuerdo del “comandante supremo” o “galáctico” como lo llamó Capriles, el hecho es que ya no está.
La oposición tampoco las tiene todas consigo:
La oposición y su líder Henrique Capriles ha pasado casi 4 meses denunciando un fraude electoral en el extranjero y ha sido recibido por varios mandatarios. Sin
embargo, esto no ha traído pronunciamientos de organismos como la OEA ni una posición enérgica de los EEUU ni de la administración del presidente Obama, más allá de declaraciones aisladas de algunos funcionarios. Las torpezas diarias del gobierno de Maduro ayudan a debilitar su posición ante el electorado. La mayoría de las encuestasle dan a la MUD y sus candidatos la primera opción a pesar de errores como el de Maracaibo, donde se ratificó a Evelyn Trejo como la abanderada a la Alcaldía -a pesar de una triste y casi nepótica gestión- contrastada con los extraordinarios números exhibidos por el concejal Juan Pablo Guanipa de PJ. O como el caso de Antonio Ecarri, el cual fue dejado a un lado, ignorando su indiscutible liderazgo en Caracas. La MUD tiene la oportunidad de transformar esta elección en un plebiscito contra Maduro.
Las estrategias de ambos bandos:
A pesar que el Tribunal Supremo de Justicia no responde aún a la impugnación que presentó Henrique Capriles hace tres meses contra la elección presidencial del 14 de abril, argumentando que hubo fraude en su derrota por un margen de final de fotografía de 1,49 puntos porcentuales, ambos bandos disparan plomo del grueso. Maduro el pasado domingo en la noche declaró contra Capriles: “Ellos dicen que hubo fraude. Es medio esquizofrénico que te digan: ‘¡Nos robaron, nos robaron! y ¡Vamos a elecciones, vamos!’ Si no crees en el sistema electoral ¿Qué haces en las elecciones?” La estrategia de Capriles apunta esta vez a ganar por Land slide mejor conocida como avalancha electoral; es decir, ganar por una diferencia de votos tan grande que no permita ocultar, según él, la evidencia. “Hagamos del 8 de diciembre una elección nacional”, clamó el sábado pasado en la marcha de la oposición.
¿Qué veremos este 8 de diciembre?:
Capriles afincará su discurso no en el fraude electoral si no en el tema económico, el alto costo dela vida, las colas para adquirir papel sanitario y la inseguridad; es decir, en los problemas del día a día del soberano y la realización de una Asamblea Constituyente. Mientras tanto Maduro se atrincherará en su gobierno de calle con la promesa que enarboló en la marcha del fin de semana de erradicar la corrupción. Irónicamente el domingo la cadena Univisión -número 1 de la TV hispana en los Estados Unidos- transmitió un especial sobre la “Boliburguesía venezolana” donde fue señalada la camarilla que se ha enriquecido en estos 14 años de gobierno chavista destacando nombres como los de Jorge Rodríguez, alcalde Caracas y Alejandro Andrade, entre otros. Con un panorama poco alentador Maduro tratará de recuperar casi 900 mil chavistas que en abril votaron por la oposición. Como consecuencia hace uso de la farándula para tratar de ganar adeptos con candidatos como Winston Vallenilla para Baruta, el pelotero Magglio Ordoñez para la Alcadía de Puerto La cruz y el Potro Alvarez para Sucre. Adicionalmente dos comunicadores saltan a la palestra política: Ernesto Villegas para la Alcaldía Mayor y Pérez Pírela para la de Maracaibo. Sres. del gobierno y de la oposición, no se trata de quién gana el mayor número de Alcaldías, o quién gana las más importantes. Se trata de resolver los problemas del país conformado por 29 millones de habitantes y no sólo por los 19 millones que votan. Hay funcionarios que no merecen estar donde están y sin embargo, ambas maquinarias del PSUV y la MUD los protegen a pesar que son corruptos confesos que no esconden su riqueza. El pueblo venezolano tiene la oportunidad de ratificar o enterrar líderes que dejaron de serlo o que nunca lo fueron. Venezuela clama por un cambio donde exista empleo para todos, inflación controlada, delincuencia cero y un territorio en el que valga la pena vivir.
Lamentablemente en este momento somos un país que se desvanece en un fuego de corrupción maloliente ante la mirada cómplice de sus dirigentes.
Por: Armando Chirinos
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CARACAS, domingo 11 de agosto, 2013