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Thursday, November 21, 2024
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ELIZABETH FUENTES: Por un puñado de dólares



Chávez seleccionó a un genuflexo, cuyos únicos méritos han sido el nivel de docilidad y de compromiso para con el proceso.
Chávez seleccionó a un genuflexo, cuyos únicos méritos han sido el nivel de docilidad con los cubanos.

No utilicen más a JVR para lo
del magnicidio, por caridad
..

 

La cosa está tan mal (o Maduro está tan devaluado), que el precio por el último magnicidio anunciado bajó nada menos que 50%.

Porque si mal no recordamos, la cifra que se pagaría por uno de los 22 atentados que se anunciaron contra Hugo Chávez a lo largo de diez años -desde 2002 hasta 2012 estuvieron en eso- ascendía a cuatro millones de dólares.

Pero pareciera que la inflación nos ha castigado a todos, magnicidas incluidos y, según el ministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, por la vida de Maduro hasta los interesados pidieron una rebajita ya que sólo estarían pagando dos millones, lo que en el fondo resulta casi ofensivo porque sugiere que Nicolás es medio Hugo o que Hugo son dos nicolases.

Óyeme tu -defendería su billetera el cubano bandido, encargado de contratar al magnicida de este año- , este tipo es grandote, gordo, le puedes ver más fácil. Además, dos millones de dólares de ahora son como seis millones de dólares de los de antes, según la Lechuga Verde…

Para nada -diría el asesino a sueldo. Ese tipo es igualito a cualquiera, me puedo equivocar. Necesito una foto grande para identificarlo…

Y aquí cabría el siguiente paréntesis porque en octubre de 2002, el entonces director de la Disip, casualmente Miguel Rodríguez Torres, fue quien aseveró que en las pesquisas realizadas para apresar a aquellos primeros magnicidas, que por cierto nunca aparecieron, “se detectaron blancos de tiro de práctica en los que se veía la cara del presidente Chávez”, lo que permitiría inferir que en el área de la seguridad antimagnicidas, la cosa sigue tan mal como hace añales. Y ni mencionar que para planificar los atentados ­uno de los 22 contra Hugo y ahora éste contra Nicolás- contactaron otra vez al anciano Luis Posadas Carriles, quien a estas alturas seguramente no debe recordar ni siquiera quién carrizo es Fidel Castro. Y viceversa.

En fin, que la cosa está tan mal en todos los sentidos, que me voy a permitir categorizar los distintos tipos de magnicidios anunciados hasta ahora, para ver si desde el alto gobierno se les ocurre implementar un tipo de mentira más verosímil, valga la paradoja, pero que al menos nos permita a los ciudadanos no hacernos sentir tan bolsas como en Miraflores creen que somos. Se la pongo facilito: no utilicen más a José Vicente Rangel para lo del magnicidio, por caridad. Ya lo dijo en mayo de 2002 (“Sé de las mejores fuentes que se está manejando la posibilidad…”), también en diciembre (“Francotiradores expertos, habrá asesinato a dirigentes del Gobierno…”).

Repitió la coba en 2005 -esta vez se trataba de un grupo colombiano atrincherado en las Torres de Parque Central-, y volvió con la cantaleta en 2007, cuando aseveró que “ocurrirían sorpresas…”.

No metan más al gobierno colombiano o a Uribe en esta comiquita porque es barajita repetida.

Lo dijeron en enero de 2005, en 2008 y cuando presuntamente Maduro ganó las elecciones y protagonizó uno de sus momentos inolvidables, cuando alertó sobre la posibilidad de que le inocularan una enfermedad mediante una vacuna que provenía de Colombia.

Por supuesto, inventen otra distinta a que el imperialismo gringo planifica un magnicidio para quedarse con nuestro petróleo, como repitió nueve veces el presidente Chávez en menos de tres años.

Primero, porque el imperialismo ya tiene sus manos bien metidas en nuestro petróleo vía contrato con la Chevron.

Y segundo, porque si seguimos como vamos no habrá ni Pdvsa, ni taladros, ni obreros ni refinerías que seduzcan a gobierno alguno para poner su planta insolente en suelo patrio.

En fin señores, usen la imaginación para que justifiquen el sueldazo, que la maldad da para mucho. Fíjense en esa banda de mujeres maracuchas que andan asaltando a otras para cortarles el cabello y venderlo a los fabricantes de extensiones. Así de mal está la cosa.


Por: ELIZABETH FUENTES
POLÍTICA | OPINIÓN
03 de Agosto de 2013
Caracas, Venezuela