Los “Chulitos” se vanaglorian
de las fortunas que poseen
Los venezolanos están necesitados de los más elementales productos cotidianos para la subsistencia humana. No hay salarios reales para adquirir los bienes de la dieta familiar, las medicinas necesarias para una vida sana, como tampoco lograr obtener los elementales servicios comunitarios.
A pesar de la danza de millones de dólares, que sí hay, otorgados directamente por el gobierno para la banda de “Los chulitos” junto a la rosca “los enchufados”, casi nada o muy poco otorgan por el Sistema Complementario de Administración de Divisas –SICAD– a los comerciantes de tradición e industriales, esos quienes por decenas de años y generaciones familiares se han dedicado alimentar al pueblo con insumos balanceados de nutrientes requeridos por las normas dietéticas a nivel mundial. Ese distorsionado proceder demuestra el más absoluto desprecio por el venezolano.
Nada les importa ni conmueve, la meta es llegar al gobierno para enriquecerse, con convicción de ser cobijados por un manto de impunidad, como en efecto.
En reiteradas oportunidades he manifestado que solo el empresariado aporta las posiciones de labor permanente, única y verdadera fuente de riqueza. Quien escoge militar económicamente aporta su ingenio, capacitación profesional, experiencia y creatividad en beneficio de muchos. Sin duda su iniciativa merece un justo reconocimiento representado este en la rentabilidad.
Ese quien decide incorporarse a las posiciones técnicas del estado dando su formación y ventajas utilitarias con pleno conocimiento de las limitaciones legales que el desempeño de sus responsabilidades les significa. Asume la carrera administrativa como un posible servicio igualitario para sus conciudadanos.
Aquellos que deciden ser empresarios al ponerle precio a sus influencias como burócratas, merecen la repulsa ciudadana.
Los medios de comunicación impresos en Venezuela han dado a conocer la existencia de venezolanos de trayectoria burocrática por más de 20 años convertidos hoy en súbitos millonarios.
En publicaciones de red o papel, hemos observado casi a diario nombres como los de Diosdado Cabello y Jorge Arreaza, señalados como supuestos responsables del tráfico de influencia, hecho este tipificado como delito de salvaguarda de bienes nacionales.
Alejandro Andrade Cedeño, militar en disponibilidad y retiro, ejerció el Fondo Único Social, el Viceministerio de Finanzas y la Tesorería General de la nación durante el gobierno de Hugo Chávez, entre otras posiciones. Conforme al referido legajo hoy su fortuna se estima cuantiosa.
Leonardo González, abogado. Bajo su administración aconteció la quiebra del Banco Industrial de Venezuela. Su gestión llamó la atención de las autoridades financieras, las cuales luego de una evaluación de gestión procedieron a la sustitución del profesional en leyes. El canje con moneda extranjera por vías no cambistas como al igual colocaciones muy poco ortodoxas estiman ubicarlos con un súbito y abultado capital.
María de Los Ángeles González. En un caso sin precedentes resultó presa la vicepresidenta de Finanzas del Bandes, María González, por cambio de bonos de deuda y soborno por valor de cinco millones de dólares.
Entre los detenidos están los brokers Tomás Alberto Clarke Bethancourt y José Alejandro Hurtado, arrestados en Miami acusados de sobornar a González, informó el FBI.
Como involucrado figura Iuri Rodolfo Betancourt, sospechoso de apropiarse más de 20 millones de dólares.
También esta Haydeé Leticia Pabón, esposa de Hurtado, que habría recibido 8 millones de dólares de las operaciones con bonos. Para Andrew Calamari, autoridad financiera, los involucrados intentaron cubrir las pistas con transacciones con cuentas en el extranjero y un sistema de contabilidad paralelo.
Esta operación en Estados Unidos es solo la punta del iceberg, ya que administradores a la luz de los funcionarios nombrados o simplemente allegados al chavismo temen se han beneficiado groseramente.
Nombres como el de Wilmer Rupertti, Euro Enrique Carrillo, Baldo Sansón, Armando Capriles, Samar López Bello, Raúl Gorrina Belisario, Leo Castillo, Miguel Moquead, están siendo investigados o ya les han anulado las visas de ingreso a EEUU.
Los allegados a la familia de Hugo Chávez se preguntan acerca de la influencia que sus herederos ejercen en el mandato de Maduro para lograr que a personas de su afecto y pasiones les coloquen órdenes de compras sin licitación.
Mientras el pueblo pasa hambre y los empresarios carecen de parques industriales para producir alimentos, en Wellington, Florida, se reúnen los denominados “los chulitos” a vanagloriarse de la fortuna que poseen, sustraída a los sueños de los niños venezolanos.
*Manuel Corao, Director de Venenoticias.
Por: Manuel Corao
Politica | Opinión
El Nuevo Herald
lunes 22 de julio, 2013
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