Se suspendió la huelga de hambre.
Ahora nos vamos a la calle..
El viernes pasado se levantó la huelga de hambre universitaria. La Iglesia tuvo su importante papel como madre y maestra de las juventudes. Tanto el excelentísimo señor Nuncio del Papa Francisco, en Caracas, Monseñor Parolin, como otros prelados de la Iglesia en Venezuela, hicimos un llamado a la sensatez humana y a la sabiduría espiritual para que se suspendiera el ayuno extremo que decenas de universitarios estaban protagonizando desde hacía 36 días en varios núcleos estudiantiles del país.
Este gobierno ilegítimo es inmisericorde, no tiene piedad ya que adolece del espíritu de la compasión. Esta ignominia llena de la peor de las insensibilidades quedó demostrada con el caso del hoy recordado: Franklin Brito. No le vamos a dar otra vida noble, decente y patriótica a este régimen castrocomunista.
Una huelga de hambre sea de universitarios, trabajadores, como es el caso de los obreros de CEMEX; de mujeres, como fueron las “mujeres de negro”; y hasta de periodistas, como la hizo mi hijo espiritual Leocenis García; son ofrendas muy nobles de espíritu y de excelencia de conciencia como para tirarlas en saco roto o desperdiciarla en balde. Una huelga de hambre contra este gobierno, es como tirarle perlas a los cerdos.
Estos bandidos no entienden de protesta cívica, ni de acciones constitucionales. El único lenguaje que manejan estos desalmados chavistas es la violencia. No vamos a caer en provocaciones, pero tampoco nos vamos a cruzar de brazos. Se suspendió la huelga de hambre, pero sigue la lucha. Ahora nos vamos a la calle, allí nos mediremos desde la gallardía y el arrojo. Les digo a los militares que están acostumbrados a disparar a las mujeres y niños, que ahora deben prepararse, porque le van a tener que disparar a hombres con coraje y sin miedo.
Si este mensaje lo toman como una incitación al odio y quieren meterme preso, que lo hagan. Ya se acerca la hora de medirnos no en las urnas electorales, donde siempre el oficialismo bandido y corrompido nos roba los resultados; llega la hora, y ya está aquí, donde nos vamos a medir en la dignidad más sublime que tiene el ser humano, como es la explosión social a través del grito guerrero en la calle.
El lunes 15 de abril esa explosión se tradujo en un “cacerolazo” sin parangón; ahora ese estallido será con la fuerza de las ideas, la energía de los corazones y la potencia de nuestro espíritu en el asfalto caliente de nuestra patria. Maduro vamos por ti. No te tenemos miedo. Los militares se calman con cobres y ascensos, los políticos se auto anestesian con contratos y arreglos partidistas, y los países extranjeros se silencian con dólares y crudo; pero hay venezolanos a quienes el único que nos puede detener es el Padre del cielo, y para desgracia de Maduro y su horda castrocomunista, Dios está con nosotros, el diablo está con ellos.
Ave María purísima.
¡Paz y Bien!
Dios siga uniendo a los buenos, amén.
Por: Padre Palmar
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Caracas, lunes 15 Julio del 2013
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