HomeVenezuelaELIDES J. ROJAS: En la orilla del barranco

ELIDES J. ROJAS: En la orilla del barranco



Recuerde que primero están Fidel y Raúl, elementos esenciales para mantener la hegemonía, y a quienes no les puede faltar "nada".
Recuerde que primero están Fidel y Raúl, elementos esenciales para mantener la hegemonía, y a quienes no les puede faltar “nada”.

“El sobrecalentamiento del
consumo produce inflación”

 

Las señas están por todas partes. Maduro, o corre o se encarama. O sigue al precipicio o rectifica.

El mundo se le viene encima a Maduro y a todo el clan comandado por los cubanos. Crisis política inocultable en lo que les dejó el fallecido como caparazón partidista, enorme crisis económica en un entorno también construido por el finado y, como si fuera poco, una inseguridad jurídica al mejor estilo comunista que impide que los inversionistas arriesguen una puya más de la necesaria para mantener operaciones.

Ese es el cuadro. Lo vive todo el mundo. Colas para comprar prácticamente todos los productos necesarios para sobrevivir. Pero lo que realmente preocupa es la inacción del gobierno, atrapado entre su enorme ineficiencia ya sobradamente conocida, la necesidad de recoger velas y la presión que ejercen los Castro, más interesados en mantener sus privilegios que en el bienestar de los venezolanos.

La trampajaula en la que está metido Maduro tiene una salida muy clara. Pasa por llamar con honestidad y seriedad a todos los sectores, incluso a la oposición política, y plantearse un gobierno amplio con el solo objetivo de iniciar el rescate de una nación quebrada por un comunismo trasnochado y ruinoso. Pero, la sombra del gigante y los radicales chupadólares enquistados en el gobierno lo impedirán, pues Maduro necesita agarrar los proyectos económicos, el Plan Bolívar 2007-2013 y el Plan 2013-2019 y quemarlos en cadena nacional, admitir su fracaso, echarle toda la culpa al finado y diseñar el nuevo rumbo. De no hacer eso, en poco tiempo la economía venezolana se derretirá totalmente.

La inflación es uno de los marcadores del fracaso, también la escasez o el crimen. Pero, más de 35% de inflación anualizada unida a 10% de aumento en los precios de alimentos en apenas un mes o el incremento de los productos agrícolas hasta 20,4% sólo en mayo, por mencionar algunos aspectos, sí que tumba gobiernos. No hay que hacer un recuento muy severo de la historia para encontrar cómo la población explota si los precios y la falta de comida se convierten en su forma de vida. Salvo Cuba.

No obstante, a pesar de que no hay claras señales de cambio por parte del gobierno heredero de los males del finado, sí se destacan declaraciones que pudieran marcar el paso adelante en la orilla del barranco. Más sensación de loquetera en grado de delirio genera afirmaciones como esta, también obra de Nicolás Maduro: “Hay un sobrecalentamiento del consumo. Eso ha afectado la inflación. Eso lo vamos a corregir, a resolver con más producción. Bueno, también estamos trayendo algunos productos”.

Esto lo acompañó ordenando el uso de las reservas alimentarias para enfrentar la coyuntura, aunque las tales reservas no existen. Pura pantalla.

Esto apenas comienza.

miércoles 12 de junio de 2013