20.7 C
Caracas
Wednesday, November 20, 2024
HomeMundo & America LatinaGINA MONTANER: Venezuela: de mal en peor

GINA MONTANER: Venezuela: de mal en peor



con chavez todo sin chavez nada

El nefasto “legado” de Chávez…

 

La última etapa del gobierno de Hugo Chávez ya vaticinaba el descalabro de un gobierno unipersonal y centrado en la figura del fallecido dirigente venezolano. Las semanas que siguieron al anuncio de su muerte, con un país paralizado a causa del espectáculo que Nicolás Maduro, su sucesor, organizó para distraer la atención de los problemas más acuciantes, multiplicaron la impresión de que la fórmula de la revolución bolivariana había tocado fondo.

No obstante, cuando comienza a borrarse gradualmente la impronta de Chávez en la memoria colectiva, los venezolanos caen en la cuenta de que el modelo continuista posee una capacidad mucho mayor de hacer tambalear aún más una precaria situación socio-económica que está sumiendo al país en un caos que incluye la carestía del papel higiénico.

Por supuesto, no se trata de construir malsanas nostalgias con un injustificado revisionismo del legado de Chávez, quien a lo largo de catorce años hizo lo imposible por establecer el Socialismo del Siglo XXI, inspirado, en gran parte, en las enseñanzas de su admirado Fidel Castro. A fin de cuentas cuando Maduro ganó las elecciones del pasado 14 de abril en unos comicios que hasta el día de hoy la oposición califica de fraudulentos, la realidad a la que ha tenido que enfrentarse es la que construyó su predecesor con políticas estatistas, subvenciones de petrodólares a gobiernos amigos, una rampante inseguridad ciudadana y preocupantes recortes de las libertades civiles.

Es evidente que Maduro, en su empeño por emular a su mentor, está atrapado en una función abocada a un final catastrófico, pero lo que no deja de resultar sorprendente es la celeridad con que parece derrumbarse el engranaje del aparato chavista. Basta con leer las transcripciones del audio de la supuesta conversación entre Mario Silva, un portavoz del chavismo, y Aramís Palacios, un teniente coronel de la inteligencia cubana, para tener una idea de las fisuras en la cúpula que Chávez dejó al mando con la esperanza de dejarlo todo atado y bien atado.

De la jugosa conversación entre Silva y el agente del G2 se desprenden las presuntas guerras intestinas entre Maduro y el presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello, de quien, además, los dos interlocutores mencionan la cantidad de negocios lucrativos que maneja beneficiándose de su cargo. En suma, Silva y Palacios destapan los tejemanejes de un sistema corrompido y quebrado que, tal y como ha advertido el líder de la oposición Henrique Capriles, pone de manifiesto que el madurismo podría colapsar por una implosión.

Están dando mucho que hablar las grabaciones de Silva, quien, a pesar de haber acusado a la oposición de haber fabricado un montaje con las cintas, de la noche a la mañana ha dejado de aparecer en La Hojilla, el programa oficialista que presentaba y desde el cual se dedicaba a atacar a las voces críticas. Todo indica que este personaje ha caído en desgracia mientras se esperan nuevas grabaciones aún más comprometedoras para el gobierno, que podrían arrojar luz sobre la enfermedad y agonía de Chávez, un verdadero secreto de Estado hasta el día de hoy.

A medida que pasan las semanas y los meses desde la muerte del dirigente bolivariano se hace más evidente el estado de descomposición de su particular revolución, cuyo pilar era el culto a su persona. ¿Recuerdan cuando Nicolás Maduro tuvo que admitir públicamente la imposibilidad de embalsamar a su antecesor porque la putrefacción de sus restos ya era irreversible? De algún modo el gobierno que heredó también es un cadáver. Y no precisamente exquisito.


Por: Gina Montaner
@Ginamontaner
www.firmaspress.com
© Firmas Press
lunes 27 de mayo del 2013