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Thursday, November 21, 2024
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FRAUDE2013CNE: Maduro admite que el voto no es secreto



“Una torpeza política de
grandes proporciones..”

 

Capriles: si Maduro sabe quien no votó por él, hubo fraude.

Maduro: “Ya tenemos identificados a los 900.000 chavistas que no fueron a votar”.

Nicolás Maduro, el heredero de Hugo Chávez acusado de gobernar ilegítimamente a Venezuela, le dio más argumentos a quienes afirman que se robó las elecciones presidenciales de abril al declarar públicamente que el voto no es secreto en el país petrolero.

El comentario es visto como una ineptitud e impericia que ya repercute a nivel mundial, ya que Maduro trata de convencer a la comunidad internacional de que ganó limpiamente unos comicios que están siendo impugnados por la oposición.

“El Dr. Maduro" está reconociendo que él maneja al CNE y que sabe por quién vota cada ciudadano.
“El Dr. Maduro” está reconociendo que él maneja al CNE y que sabe por quién vota cada ciudadano.

La admisión —hecha por Maduro como un burdo acto de coerción dirigida a los desertores del chavismo— acentúa las ya extensas dudas sobre la confiabilidad del sistema electoral venezolano, largamente denunciado por líderes de la oposición como una máquina diseñada por la Revolución Bolivariana para cometer fraude “en cámara lenta”.

Pero esos cuestionamientos no parecían estar en la mente del líder revolucionario cuando formuló la revelación el jueves por la noche durante un evento realizado en el estado Barinas.

“900,000 compatriotas, 900,000, ya los tenemos, cédula de identidad y todo”, declaró Maduro en forma de amenaza, dejando correr largos espacios de tiempo y con una sonrisa burlona para que se entendiera su mensaje.

“Y eso significó que la brecha fuera más corta”, agregó Maduro refiriéndose a la ventaja de sólo 1.5 puntos porcentuales que según el chavista Consejo Nacional Electoral le otorgó a él la victoria sobre el opositor Henrique Capriles.

La declaración de Maduro sólo tenía 20 palabras de largo, pero su significado deshace volúmenes enteros de pronunciamientos escritos y verbales del chavismo para tratar de convencer a los venezolanos de que su sistema electoral electrónico es confiable.

“Confesión de parte, relevo de pruebas”, dijo el asesor político Rafael Revilla, citando el viejo refrán de los abogados.

“Si alguien en el planeta le quedaba alguna duda de que el gobierno tiene un absoluto control antidemocrático del electorado venezolano, sólo tiene que remitirse a esta declaración donde Maduro dice que tienen identificados a 900,000 electores que migraron violentamente [hacia la oposición] en la última elección, con sus números de cédula de identidad”, explicó.

Si el voto no es secreto en Venezuela, cuando el gobierno lleva años asegurando que lo es, entonces las elecciones no son justas y mucho menos transparentes, y el sistema electrónico empleado en el sufragio es manipulable, agregó Revilla.

El voto secreto, contemplado en la Constitución venezolana, es aceptado universalmente como uno de los requisitos básicos del derecho al sufragio.

Para el asesor político Eric Ekvall, la admisión de Maduro sólo confirma lo que él y otros técnicos privados han estado denunciando desde hace años: que el sistema electoral actual fue explícitamente diseñado por el chavismo para mantenerse ilegítimamente en el poder.

“Si tu fueras un transgresor inescrupuloso y fueras omnipotente, con la capacidad de diseñar el sistema electoral a tu medida, y tienes rienda suelta para hacer lo que te da la gana, sin grandes riesgos de que lo detecten porque tienes total control del software, ¿vas a diseñar un sistema que va a proteger el secreto del voto porque quieres resguardar un principio universal? Por supuesto que no”, comentó Ekvall.

Maduro aparentemente pretendía acentuar el temor de la población venezolana en momentos en que su régimen es atacado por diferentes flancos.

Por un lado, su legitimidad es cuestionada por una oposición que asegura haber ganado los comicios, y por el otro lado el gobierno enfrenta un creciente descontento popular por el creciente desabastecimiento de productos, una de las mayores tasas de inflación del planeta y un desenfrenado índice delictivo que enluta a 20,000 familias anualmente.

Maduro, quien fue nombrado por el propio Chávez como su sucesor, ha tratado hasta el momento de demostrar que sostiene firmemente las riendas del gobierno, desencadenando la represión y constantes amenazas de encarcelar a líderes de la oposición bajo cargos de incitar una rebelión popular.

Pero el pronunciamiento del jueves aparentemente estaba dirigido al chavista que está perdiendo la fe en la “revolución bolivariana” con Maduro a la cabeza.

La intimidación y la constante amenaza de retirar los extensos beneficios gubernamentales ha sido tradicionalmente una importante arma utilizada por el chavismo para sacar votos, en una revolución que a lo largo de los últimos 14 años ha obrado para reducir al sector privado hasta su más mínima expresión a fin de aumentar la dependencia de la sociedad respecto al Estado.

Documentos chavistas obtenidos por El Nuevo Herald muestran que el chavismo duro, aquel que se ha mostrado fiel a la revolución durante los comicios, representa sólo 5.5 millones de votos, y que el oficialismo debe trabajar para empujar a más de 3 millones de electores para que se pronuncien a su favor bajo la amenaza de perder sus beneficios.

“Ellos han construido un perverso sistema para explotar al máximo los temores del elector, quien tienen la experiencia de la Lista Tascón fresca en la memoria, y hacen uso de ese miedo para volcar a su favor los resultados electorales”, dijo el analista político Antonio De La Cruz.

La llamada Lista Tascón, cuya existencia siempre fue negada por el chavismo, fue utilizada para castigar a quienes firmaron en el 2004 a favor de un referendo revocatorio del mandato del presidente Chávez. Con ella, millones fueron sometidos a una especie de apartheid económico que les cerraba las puertas a los beneficios que les correspondían como venezolanos.

El que Maduro haya reiterado ahora la amenaza es una nueva señal del grado de desesperación de la máxima cúpula del chavismo, cuando abundan frecuentes informes de descontento dentro de sus propias filas.

“Ellos están mostrando una máxima expresión de miedo y de inseguridad. Y dentro del guión que siguen, la única manera que ellos tienen para contrarrestar eso es infundir aún más miedo”, explicó Ekvall.

“Ellos tienen un guión para la represión, porque no tienen otra opción. Y ese guión, en este momento, incluye el sometimiento político, físico, emocional, psíquico de los venezolanos. Y una forma que tienen para reforzar ese miedo es decirle, nosotros sabemos por quien votaste”, agregó.


Por: Antonio Maria Delgado
adelgado@elnuevoherald.com
@DelgadoAntonioM
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El Nuevo Herald