El domingo 14 de abril de
2013 pasará a la historia
■ Ese día será recordado por todos los venezolanos, y por el mundo entero, como el día en el que el Consejo Nacional Electoral, presidido por Tibisay Lucena, cometió el “fraude electoral más grande del mundo”.
El fraude electoral en Venezuela no es nuevo. Desde el año 2003, como ha sido suficientemente documentado, y como lo expusimos en una columna anterior, las autoridades electorales de nuestro país han venido cometiendo un fraude continuado, violentando de manera persistente la voluntad de todos los venezolanos.
Pero lo que ocurrió el domingo 14 de abril fue tan burdo y tan descarado que a partir de ese día, ya no queda un solo venezolano en este país que no se haya dado cuenta que en estas autoridades electorales no se puede confiar, y lo que es peor: que hemos estado en presencia de elecciones trucadas, amañadas y manipuladas para favorecer la permanencia en el poder del PSUV y de quienes dicen estar con la revolución.
Semanas antes de la elección las autoridades de la MUD denunciaron un hecho gravísimo: un dirigente del PSUV tenía en su poder las claves para activar las máquinas de votación. El rector del CNE, Vicente Díaz, declaró que si bien es cierto las claves no servían para determinar por quién podía votar un elector, no era menos cierto que esas claves no podían estar en manos de personas ajenas al CNE, y subrayó que ningún otro partido político tenía esas claves, lo cual quería decir, simple y llanamente, que el único partido que las tenía era precisamente el PSUV.
Antes de esa denuncia ocurrieron hechos que demostraban claramente que el CNE no estaba actuando de manera imparcial. El cierre del Consulado de Venezuela en Miami, por ejemplo, ordenado mucho antes de las elecciones del 7 de octubre de 2012, impidió que más de 20 mil venezolanos residentes en esa ciudad pudieran ejercer su derecho al voto con toda normalidad, y obligó a los electores a viajar hasta Nueva Orleans, 18 horas por tierra, para poder ejercer su derecho.
Otro hecho irregular fue la decisión de usar el mismo Registro Electoral utilizado para las elecciones del 7 de octubre de 2012, el cual había sido cerrado 90 días antes, es decir, en julio de 2012. Eso quiere decir, que el CNE decidió utilizar un RE que estaba cerrado 9 meses antes del proceso electoral del 14 de abril, con lo cual dejó por fuera a más de 250 mil nuevos electores que bien podrían haber cambiado el resultado electoral del 14 de abril.
Por si todo eso fuera poco, por primera vez en la historia de la democracia venezolana, la frontera entre Venezuela y Colombia fue cerrada 5 días antes de las elecciones del 14 de abril, con lo cual se quedaron sin votar más de 30 mil venezolanos que viven en Venezuela, pero que trabajan en Colombia. La medida buscaba evitar que esos venezolanos votaran por Henrique Capriles tal como ocurrió en las elecciones del 7 de octubre de 2012.
Pero eso no es lo peor. Lo más grave ocurrió el mismo día de las elecciones, es decir, el propio 14 de abril. Sin que nadie pudiera dar una explicación convincente, el gobierno suspendió por poco más de una hora la plataforma tecnológica de la Compañía Anónima Nacional de Teléfonos de Venezuela, CANTV, empresa que facilita el soporte tecnológico para transmitir los datos de cada una de las máquinas que son utilizadas para la elección presidencial.
La excusa ofrecida por el gobierno fue que unos supuestos Hackers estaban intentando ingresar ilegalmente al sistema de la CANTV. Y para evitar que eso sucediera, suspendieron la plataforma, dejando sin servicio de internet a todo el país. ¿Qué pasó durante todo el tiempo que la plataforma de CANTV quedó suspendida? He allí el gran misterio.
Si todo eso no fuera suficiente para entender la magnitud del Gran Fraude Electoral cometido en Venezuela el 14 de abril, habría que mencionar las constantes y permanentes violaciones a las leyes electorales cometidas por el candidato oficialista Nicolás Maduro, comenzando por el hecho cierto de que constitucionalmente hablando, su juramentación como Presidente encargado de la República Bolivariana de Venezuela constituyó una ilegalidad y que por lo tanto, él no podía ser Presidente y candidato al mismo tiempo.
A eso agréguenle el ventajismo, las amenazas a los empleados públicos, el uso descarado de bienes y servicios del estado para hacer campaña electoral y el manejo ilegal de los dineros de todos los venezolanos para apoyar la campaña presidencial del oficialismo.
Y eso no es todo: el mismo día de las elecciones, antes y después de los resultados ofrecidos por el CNE, en estados como Barinas fueron quemadas actas y cajas llenas de comprobantes de votación para intentar borrar las huellas del grave delito cometido.
Por todo esto y mucho más, es que decimos que el 14 de abril de 2013 en Venezuela hubo un Gran Fraude Electoral, y la única manera de reponer el grave daño causado a la democracia es realizando una AUDITORIA COMPLETA y un RECONTEO de todos los Votos. Mientras esa auditoría y ese reconteo no se hagan, Nicolás Maduro será un Presidente Ilegítimo y fraudulento.
Por: GUSTAVO AZÓCAR A.
elnegroazocar@gmail.com
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