“La finquita bananera del Psuv, está
dando muestras de crisis…”
¿Hacia dónde va Venezuela con Tío Plátano asumiendo la Presidencia del país en medio de una circunstancia tan controversial, que copa de dudas su victoria electoral? -se preguntan hasta los cambures verdes que no terminan de estar a punto-.
Debemos estar claros que la finquita bananera del PSUV, está dando muestras de una crisis que se acentúa a la hora de mantener el control del gobierno. Tío Plátano da pasos hacia delante y hacia atrás en las decisiones “…que si cuenten los votos”-dijo, primero- y luego “que no cuenten nada”-dijo después- y además con un nerviosismo tan incontrolable, que parece un personaje de programa cómico de televisión, con características de indeciso, sobreactuando, inmediatista, y cometiendo errores políticos que no se quedan debajo de la alfombra. Entonces, la gente se desconcierta…y crece la incertidumbre, que aparece en este libro de Historia contemporánea, perjudicando la estabilidad del país.
Extrañamente, amenaza a España en el acto de su proclamación frente al CNE y ante los diplomáticos invitados; con un verbo encendido, atropellado, violento y nada amigable. Uno se queda como en el vacío al ver a este Tío, con esos términos agresivos y desconcertantes.
Es evidente, que los comunistas han perdido centenares de miles de votos, fácilmente visibles al comparar los resultados obtenidos en las dos últimas elecciones presidenciales. O sea, que gente del mismo PSUV, hasta hace poco tiempo, cuestiona a un candidato que no llena las aspiraciones de la población para ser Presidente. Entonces, Tío Plátano no está sentado sobre un lecho de rosas, precisamente en esa luna de miel que da los primeros días de gobierno, en cualquier parte del mundo. Más bien se ve como un sujeto gastado y de mal aspecto como un plátano piche y con mal sabor.
Tío plátano pierde el control de su verbo, cuando señala que no permitirá una marcha cívica y entonces “un cambur vulgar, como uno” se imagina una masacre como si fuera una guerra de guardias nacionales pasando por encima de una multitud ensangrentada y en desiguales condiciones. Afortunadamente, Tío Capriles suspendió la marcha evitando el desmadre y poniendo en evidencia una forma de gobernar de un Plátano, fuera de sí, que no consigue su personalidad en el mando o no puede canalizar el Poder, que tiene sobre sus hombros.
Luego, amenaza con poner presos a sus contendores inmediatos, sin medir las consecuencias en la opinión internacional por sus comentarios autoritarios , que alejan las inversiones, su reconocimiento como presidente y crea un clima alejado a la convivencia sana de dos sectores equiparados en proporciones y que alejan el diálogo, el respeto y la conciliación, cosa que se ve coronada con las gestiones trogloditas del Presidente de la Asamblea Nacional, quien termina escupiendo sobre el estrado del parlamento, evitando que los diputados se expresen y asuman sus responsabilidades como si estuviera en un cuartel.
En mi humilde opinión, Tío Plátano por más grandote que se vea, no tiene estatura de estadista y ello afectará la vida de todos, como si una plaga no dejara que las plantas estén sanas, en medio de un calor muy peligroso y para colmo, nos quieren gobernar como si fuésemos cabras en un corral.
Por: Luis Alfredo Rapozo
luisrapozo@yahoo.es
@luisrapozo
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