No hay más cupos en los
colegios privados…
■ Sube matrícula de planteles privados.
■ La contracción de la matrícula oficial no se justifica por patrones demográficos.
■ Colegios privados hacen maromas para sobrevivir. Al menos 40 planteles han sido multados por Indepabis.
■ El aumento de los inscritos en instituciones privadas contrasta con el estancamiento de los cupos en las administradas por el Estado.
■ Las escuelas públicas pierden estudiantes que ganan las particulares. Las familias buscan calidad y seguridad, pese al sacrificio económico.
Desde la llegada del año nuevo inició el drama para aquellos padres y representantes que aspiran obtener un cupo en algún colegio privado de la ciudad, donde desde el mes de enero los planteles no tienen disponibilidad para aceptar nuevos ingresos, ante la creciente demanda de solicitudes que año a año reciben las instituciones y la poca capacidad de expansión que tienen estas instituciones.
La idea de que las escuelas privadas son mejores pareciera imponerse. Son muchos los padres que, independientemente de su condición económica, deciden pagar por la formación de sus niños. Luis Bravo Jáuregui, investigador de la Escuela de Educación de la Universidad Central de Venezuela, señala que en los últimos años la matrícula de escuelas privadas ha crecido de forma sostenida mientras que la de las instituciones públicas se ha estancado.
Las cifras de las memorias y cuentas del Ministerio de Educación analizadas por Bravo Jáuregui, indican que desde 2004 hasta 2010 la atención de la educación pública, sin contar con las misiones, ha disminuido: en esos años se redujo la matrícula en 656.668 alumnos, con períodos de leve aumento. Las escuelas privadas, en cambio, incrementaron la matrícula en 323.948 estudiantes, con una tendencia de aumento progresivo cada año.
El especialista explica que entre 2005 y 2008 hubo una contracción de la matrícula de la educación oficial, pero no hay una modificación de patrones demográficos que la justifiquen: “El problema es que la educación pública no es atractiva y, por eso, la gente prefiere hacer grandes esfuerzos para pagar una escuela privada”.
Blanca Bolívar, habitante del sector Santa Rosa, tiene a sus dos nietas inscritas en una escuela privada de la avenida Andrés Bello. Aunque considera que hay instituciones públicas que son de calidad, dice que su hijo prefiere gastar 1.000 bolívares mensuales por cada niña una estudia primer nivel y la otra, sexto grado. La explicación es que allí estudió él y se graduó de ingeniero después, por lo que tiene buenas referencias. “En ese colegio están pendientes y les hacen seguimiento a los niños”, asegura.
Carmen Pino, habitante de la carretera vieja de Las Minas de Baruta, también prefiere pagar un colegio privado para su hija, que estudia tercer año de bachillerato. Ella dice que hay instituciones oficiales de calidad, pero que decidió llevarla a una privada por la cercanía, la seguridad y el horario.
Las razones:
Los padres están dispuestos a pagar por la educación privada, aun cuando represente un sacrificio. Una mensualidad en un colegio privado representa, en promedio, el equivalente a la cuarta parte de la canasta alimentaria, que cerró en 2012 en 4.073,90 bolívares.
Las escuelas privadas, sin embargo, tienen mucha demanda en sectores humildes, confirma María Elena Giarratano, presidente de la Confederación Nacional de Federaciones de Sociedades de Padres y Representantes de la Educación Católica de Venezuela. “Las instituciones públicas no tienen el mismo control que las privadas. Entre otras cosas, en esas escuelas hay inseguridad”, indica. Sucesos como la muerte de una estudiante de 16 años de edad, dentro del liceo Andrés Bello, ocurrida el 8 de enero, le dan peso a ese argumento.
“Los colegios están saturados porque hay una migración de la escuela pública a la privada causada, entre otras cosas, por la violencia en las escuelas”, señala Pedro Castro, directivo de la Cámara Venezolana de la Educación Privada.
Mabel Mundó, experta en políticas públicas educativas del Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela, explica que otro factor que impulsa esa migración es la prosecución: en los planteles privados hay garantías de cursar todos los niveles en una misma institución.
También, dice, en las escuelas privadas hay ofertas más completas con clases de inglés, por ejemplo y, entre otras cosas, mejor supervisión.
“La gente quiere que su hijo pueda defenderse en el mundo. A un padre que está convencido de la trascendencia de la educación no le importa sacrificarse para que estudie en un buen colegio”, afirma la especialista.
La odisea de encontrar cupo:
D. L. ha hecho colas, ha pedido planillas, se ha anotado en listas y hasta se ha involucrado en movimientos religiosos. Su objetivo parece sencillo, pero no lo es: encontrar un cupo en primer grado para sus gemelos, de 5 años de edad. Desde hace dos años empezó a buscar, pero desde octubre de 2012 lo hace con más ahínco. Ha ido a los colegios San Ignacio, Los Andes, Academia Merici, Santa Rosa de Lima, Don Bosco, Los Campitos, Roraima y otros. “La demanda es enorme, va muchísima gente. Las esperanzas son pocas y es un estrés”, cuenta.
Pedro Castro, directivo de la Cámara Venezolana de Educación Privada, apunta que no hay suficientes aulas para la demanda. Dice que la escasez se debe a que no ha habido incentivos para que los privados abran más planteles, y la educación pública tiene una oferta poco atractiva.
Los colegios caraqueños de prestigio como los que busca D. L. tienen valores agregados: dan tareas dirigidas, clases de música, deportes en las tardes y tienen instalaciones seguras y en buen estado. “Algunos son más competitivos porque poseen elementos tecnológicos, que son importantes actualmente”, dice Mabel Mundó, especialista del Centro de Estudios del Desarrollo de la UCV.
Maromas para sobrevivir:
Donaciones, rifas, verbenas, aumento de actividades extra cátedra… Las escuelas privadas realizan maromas para conseguir fondos adicionales y tratar de sobrevivir, tras cinco años de regulación del costo de la matrícula escolar.
Para el año escolar 2012- 2013, a las instituciones educativas privadas no les fue permitido hacer ajustes de la matrícula o las mensualidades superiores al 10%, según la resolución DM/ 046 emitida por el ministerio de Educación, medida que “escapa de la realidad del presupuesto de funcionamiento”, según consideró personal docente y padres y representantes que fueron consultados.
María Teresa Curiel, miembro de la Cámara Venezolana de Educación Privada (Cavep), aseguró que “estamos pasando por un momento fuerte por el decreto inconsulto, que no está basado en un presupuesto real del país. Solo el aumento de sueldo de maestros fue de 22%, la unidad tributaria aumentó lo que incide en el bono de alimentación, además de los gastos operativos, entonces cómo se justifica un ajuste de 10%”.
Explicó que la medida ha afectado la calidad de los planteles porque no cuentan con los ingresos para operar con el mismo ritmo. “No hay oferta de sueldo competitiva a la hora de contratar y eso deriva en que no se consigan maestros o no sea lo que realmente queremos en nuestras instituciones”.
Aunque la medida también prohibe el establecimiento de cuotas, bonificaciones o contribuciones especiales para que las instituciones perciban ingresos extras; esta es un opción a la que han tenido que recurrir los colegios con el apoyo de padres y representantes.
En el caso del colegio La Salle La Colina optaron por aumentar la cuota de padres y representantes. En el Emil Friedman el alza fue en las actividades extracurriculares; los padres manifestaron su apoyo a pagar un incremento, que “se ve reflejado en la calidad de los estudios”, señalaron.
Los sábados y domingos familiares ya son una tradición que conservan los colegios para recolectar fondos, sin embargo, el director de una institución educativa que no quiso ser identificado, señaló que “ya esa metodología de verbenas y rifas no alcanza para cubrir el déficit existente en la contabilidad de las instituciones”.
En el caso de los colegios de educación inicial de (cuatro meses en adelante) señalan que no se pueden someter a la regulación por lo que implica el cuidado de niños tan pequeños, razón por la que fijan su mensualidad de manera coordinada con la asociación de padres y representantes.
La espada de Damocles mantiene sentenciado el futuro de la educación privada. Según datos de Cavep 12% de los colegios han decido cerrar sus puertas en los últimos meses. “Tras las constantes supervisiones del Indepabis y multas han dicho que no pueden seguir adelante”, informó Curiel. Cuarenta colegios han sido multados, en todo el país, por el Indepabis por pedir aumentos. La vocera aseveró que no se puede seguir permitiendo “decretos de asfixia económica. El Estado debe invertir en la construcción de instituciones públicas para que los padres puedan elegir”.
La alta demanda:
El requerimiento de cupos que enfrentan los colegios privados de la entidad fue confirmada por el vicepresidente de Andiep en el estado Aragua, Pedro Navarro, quien aseguró que no hay cupos desde enero de este año y en algunos planteles la oferta académica para el nuevo año escolar se agotó durante el cierre del proceso de inscripción del año pasado.
Aseguró que la calidad educativa, prosecución académica y seguridad que ofrecen estas instituciones a los padres y representantes, ha contribuido al incremento de la demanda de cupos que enfrentan los planteles privados.
Destacó que la situación se ha agravado porque los propietarios de estos planteles no cuentan con las condiciones económicas ni de infraestructura para extenderse.
Realidad nacional:
A través de un contacto telefónico, la presidenta de la Asociación Nacional de Instituciones Educativas Privadas (Andiep), Yanet Márquez, informó que la poca disponibilidad de cupos que enfrentan los planteles en la entidad no es una realidad exclusiva de Aragua, sino que se repite en todos los estados del país.
Precisó que este año, por ejemplo, la demanda de cupos para colegios privados se ha incrementado entre un 20 y un 50% aproximadamente, al tiempo que aseguró que sólo el 5% de los colegios que hacen vida en el sector privado han tenido la posibilidad de ampliar sus instalaciones, lo que evidentemente agudiza el déficit de cupos que enfrenta la entidad y otras regiones.
Márquez atribuyó el inminente crecimiento de la demanda de cupos a la seguridad que ofrecen las escuelas privadas y calidad educativa. A su juicio, a ello se suma la poca disponibilidad de infraestructura que enfrenta el país en materia de liceos, pues considera que hay muchos colegios y pocas instituciones de educación media.
Por: ARIANA GUEVARA GÓMEZ
arguevara@el-na cional.com
DALYLA DENNERY
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DOMINGO 24 DE FEBRERO DE 2013
