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    HomeActualidadSADIO GARAVINI: "Venezuela puede perder 300 mil km2 en el Esequibo"

    SADIO GARAVINI: “Venezuela puede perder 300 mil km2 en el Esequibo”


    Sadio Garavini sostiene que el presidente debería consultar con las Fuerzas Armadas y sobre todo con la Marina el caso de la reclamación del Esequibo.

    “Si el gobierno no rectifican podrían
    ser acusados de traición a la patria”


     

    “Si no activamos la reclamación, Guyana ganaría 150 mil km2 de áreas marinas y submarinas” “El presidente Chávez dio luz verde para que las transnacionales entraran al territorio en reclamación”

    Sadio Garavini piensa que en la reclamación del Esequibo hemos retrocedido 50 años si consideramos que en los años 70, 80 y 90 Guyana ofrecía una rectificación marginal de territorio terrestre, con una proyección importante en las áreas marinas y submarinas y ahora lo niega para regresar a las decisiones del Laudo Arbitral de París (1899). Retroceso que atribuye al presidente Chávez.

    Diplomático durante la república civil, ex embajador en Guyana, autor de varios libros sobre la materia (Política Exterior de Guyana y Entre la Soberbia y la Incertidumbre), Garavini invita al presidente a consultar con las Fuerzas Armadas y en especial con la Armada una política hacia Guyana que, de no rectificarse, podría tipificarse como de traición a la patria.

    -¿Qué cantidad de territorio perdería Venezuela en caso de que no se reactive a reclamación del Esequibo?

    -La Canciller guyanesa Rodríguez solicitó ante la ONU la ampliación de la plataforma continental de 200 millas a 350, sin consultar a Venezuela, aunque sí lo hizo con otros países limítrofes (Barbados, Surinam y Trinidad y Tobago). Esa iniciativa pone en peligro no sólo reclamación venezolana sobre la Guayana Esequiba y sobre su proyección marítima, sino también la proyección sobre la fachada atlántica del Delta Amacuro. Y eso es así porque al no consultar con Venezuela puso la línea, en la solicitud, donde le dio la gana y al empujar esa línea hacia el oeste, cerró la proyección atlántica del Delta Amacuro. De manera que Venezuela podría perder 150 mil kilómetros cuadrados de áreas marinas y submarinas ricas en petróleo y gas.

    -Área que en este momento se encuentra bajo jurisdicción venezolana.

    -Claro. Los 150 mil kilómetros cuadrados comprende la proyección atlántica de l Guayana Esequiba, pero solamente la fachada atlántica del Delta es un cantidad enorme. Por eso Venezuela tiene que dar una comunicado oficial porque en Derecho Internacional Público el silencio otorga y se configura la aquiescencia.

    -Esa “aquiescencia” significaría la pérdida de unos 300 mil kilómetros cuadrados si incluimos los 150 mil del territorio en reclamación?

    -En las negociaciones, dentro del Acuerdo de Ginebra, no podemos aspirar a todo el Territorio Esequibo, ni a toda la plataforma continental o la zona económica exclusiva. Sin embargo, está en peligro la negociación sobre 300 mil kilómetros cuadrados de territorio, tanto terrestre como marítimo. Esa es la máxima aspiración venezolana, pero si no comunicamos oficialmente nuestra protesta a la solicitud de Guyana, formulada unilateralmente sin consulta a Venezuela, estamos otorgando aquiescencia.

    -¿Hay un plazo para presentar esa nota de protesta?

    -No lo creo. Eso nos ayuda porque el proceso técnico en la Comisión Sobre Derechos del Mar, en la ONU, no se resuelve rápidamente. Allí se presenta un problema geomorfolóico. Guyana debe demostrar que su plataforma continental tiene ciertas características en cuanto, por ejemplo, a la profundidad y que no esta está dentro de las 350 millas. Pero eso lo sabemos porque esa zona, por todos los sedimentos que vienen del Orinoco y otros ríos, ha formado una plataforma continental amplia y poco profunda.

    -El presidente Chávez y su canciller reivindican la amistad con Guyana y la identificación que existe entre ambos gobiernos, pero no le reclaman a su amigo, el presidente Jagdeo, la exclusión de que fue objeto Venezuela.

    -Soy un abanderado de la amistad con Guyana, además de que estamos condenados a la vecindad para siempre. Pero para mantener la amistad y evitar problemas, debemos cerrar la herida. Y el agravio que le hizo a Venezuela el imperio británico en el siglo XIX debe cerrarse amistosamente, como lo establece el Acuerdo de Ginebra. Debe haber una compensación a Venezuela que sea, como lo dice el acuerdo, “amistosamente resuelta, satisfactoria y práctica”.

    -La iniciativa de la Canciller guyanesa no es precisamente amistosa.

    -El hecho de declarar unilateralmente y de advertir por escrito que no ha consultado con Venezuela, no sólo es un acto inamistoso sino una estupidez. Desgraciadamente el Canciller Maduro no cuenta con una asesoría competente e ignorante de esos temas ha dicho que cualquier planteamiento entre ambos países se tratará con el buen oficiante y el gobierno de Guyana. Eso resulta una estupidez porque el buen oficiante no tiene competencia sobre este tema del Derecho del Mar. El ayuda a las partes a negociar. Si en la Cancillería, totalmente desmontada, no existen asesores en la materia que la Armada asuma esa responsabilidad.

    -Esas negociaciones ¿desde hace cuánto tiempo están congeladas?

    -Hay una dejadez irresponsable. Ellos pueden decir que están conversando, pero el hecho es que el buen oficiante anterior, Oliver Jackman, de Barbados, murió en el 2007 y su sucesor, el jamaiquino Norman Girvan, fue designado en el 2010. Se perdieron tres años. Ahora, el buen oficiante sirve sólo si las partes quieren negociar. Queda demostrado, entonces, que el presidente Chávez, supuesto paladín de la soberanía nacional cuando se trata de defender los intereses del país ante el supuesto ataque del imperio norteamericano, cae en gravísimas omisiones en el tema del Esequibo.

    -¿Qué tipo de omisiones?

    -Omisiones, acciones y declaraciones como la del año 2004, cuando entregó unilateralmente y cambio de nada la única herramienta de negociación que tenía Venezuela. Es decir, la no aceptación ni reconocimiento de las inversiones y concesiones otorgadas por Guyana a trasnacionales en la zona en reclamación, tanto terrestre como marítima.

    -¿Está contemplado eso en el Acuerdo de Ginebra?

    -Sí. El Acuerdo establece que la posesión del territorio está en manos de Guyana y por tanto la interesada en negociar es Venezuela. Ahora, esa potestad que el Acuerdo le concedía a Venezuela, desestimulaba las inversiones de las transnacionales en el Esequibo. Eso afectaba a Guyana, interesada en desarrollar la zona. Pero en el 2004 el presidente entrega esa arma a cambio de nada.

    -¿Desde cuándo operan las transnacionales en el territorio en reclamación? ¿Desde antes de la declaración de Chávez o después?

    -Antes de la declaración no hubo nada en materia petrolera. Después el gobierno guyanés otorgó concesiones de exploración a compañías canadienses y norteamericanas que están allí, pero todavía no hay producción.

    -¿Chávez le dio luz verde a las transnacionales para que se instalaran en el territorio en reclamación?

    -Al decir que no opone objeciones, desinhibe a las transnacionales que antes se abstuvieron de explorar en el Ese- quibo.

    -¿Por qué el gobierno de Chávez actúa de esa forma?

    -Octavio Paz decía que ceguera biológica impide ver, mientras que la ceguera ideológica impide pensar. Y la ceguera ideológica del presidente, junto con una antiyanquismo visceral, le impide pensar en los intereses permanentes del Estado venezolano. Es tan crédulo en su antiyanquismo que llegó a decir que el terremoto de Haití lo produjo un arma secreta manejada desde EE.UU.. Pero si tuvieran una cosa así y el cinismo para matar centenares de miles de personas, ¿no la probarían en Corea del Norte, en Irán o en Cuba? Pero también hay un elemento de megalomanía bonapartista.

    -A Chávez se le ha comparado con muchos personajes pero nunca con Napoleón.

    -El cree que Venezuela es una potencia capaz de regalar cosas en el mundo para obtener influencia. En este caso está la intención de congraciarse con los trece votos del Caricom, útiles en la OEA y en la ONU, aun cuando no le sirvieron para ingresar al Consejo de Seguridad, objetivo alcanzado en el pasado sin tanta regaladera. Luego está el Alba. El creyó que con Petrocaribe y sus posiciones entreguistas en el caso de la zona en reclamación, los países del Caribe iban a entrar en el Alba y sólo hicieron tres islitas. Pero los grandes como Trinidad y Tobago, Guyana, Jamaica y Barbados, quedaron por fuera porque cuando deben decidir entre el Alba y Caricom, se inclinan por este último.

    -Se puede tipificar la actitud venezolana como traición a la patria?

    -Si el presidente y el gobierno no rectifican podrían ser acusados de traición a la patria.

    CÓMO DEFIENDE CHÁVEZ A GUYANA:

    “En el año 2007 Chávez acoge la tesis más radical y minoritaria entre la clase dirigente guyanesa (tesis que ahora debe ser mayoritaria) según la cual la reactivación de la reclamación venezolana que hizo en 1962 el goberno de Rómulo Betancourt, obedecía a la presión ejercida por los EE.UU., interesados en desestabilizar el gobierno de Cheddi Jagan, quien tenía en esa época posiciones radicales de izquierda, cercanas al movimiento internacional comunista. Era ese un gobierno autónomo, pero no independiente, porque aún gobernaba en Guyana el imperio británico.

    Por tanto, pensar que EE.UU. necesitaba presionar a Venezuela para reactivar la reclamación y desestabilizar a Cheddi Jagan resultaba una falsedad histórica y una estupidez. Si los norteamericanos perseguían ese objetivo les bastaba acordarse con el gobierno conservador británico y no le daban la independencia. Y así ocurrió. No le dieron la independencia a Guayana hasta que hubo cambio de gobierno y llegó al poder el partido de oposición (PNC), mucho más moderado que el PPP de Jagan.

    Por cierto, con una reforma electoral favorable al PNC. Entonces, en el 2007, Chávez adoptó esas tesis fallida y por tanto asumió que la reclamación venezolana era espuria. Un reconocimiento que resulta gravísimo porque deslegitima la reclamación venezolana y la convierte en un episodio más de la Guerra Fría, señalando que los EE.UU. nos obligaron a reactivar la reclamación, cuando esta la iniciaron Simón Bolívar y Pedro Gual en tiempos de la Gran Colombia. A raíz de esa desafortunada declaración el entonces canciller guyanés y el embajador de Guyana en Venezuela advirtieron, a través de los medios de comunicación de ambos países, que si el presidente Chávez pensaba de esa manera tenía que dar un paso al frente y retirar la reclamación venezolana”.

    * ENTREVISTA | SADIO GARAVINI, EX-EMBAJADOR EN GUYANA


    Por: ROBERTO GIUSTI
    Política | Opinión
    EL UNIVERSAL
    domingo 25 de septiembre de 2011




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