Es frecuente observar escaleras en mal
estado en todas las estaciones del Metro
■ Piden rescate de la cultura Metro.
■ Es común ver a los usuarios comer o escuchar música a todo volumen.
■ Reclaman campañas educativas y mejoras en el servicio para cambiar la situación
Los usuarios emplean las redes sociales para expresar su descontento con el servicio y entre las quejas más comunes están:
Un joven escucha reguetón sin audífonos y atormenta al resto de los pasajeros. Una mujer ingiere un trozo de pizza mientras espera el vagón. Una muchacha se prepara para dar codazos y entrar en el tren en medio de empujones. Esas son algunas de las violaciones más frecuentes de las normas del Metro de Caracas. Quejas por tales conductas, muchas veces con fotos incluidas, fluyen a diario en la cuenta de Twitter @CaracasMetro.
“Hemos visto gente con un jojoto con mantequilla en la mano, o con hamburguesas o pizzas. Hasta tenemos una foto de un hombre comiéndose un muslo de pollo”, asegura Carlos Becerra, administrador de la cuenta en la red social.
Advirtió que muchos usuarios han avisado de la presencia de insectos en los vagones a causa de las migas y desperdicios.
Luis Aguana, de la Asociación Civil Familia Metro, recuerda que cuando el sistema empezó a funcionar, hace 28 años, los usuarios cambiaban el caos y el ruido de las calles por un entorno tranquilo en el que se prestaba un excelente servicio. En ese ambiente decidían seguir las normas promovidas por la innovadora campaña educativa desarrollada entonces.
En opinión del administrador de @CaracasMetro, la razón del incumplimiento actual de algunas normas se debe principalmente a la falta de una campaña de educación efectiva.
Aseguró que han desaparecido iniciativas como el Plan Despliegue que, entre otras actividades, recordaba a los usuarios las normas del subterráneo.
Peor servicio, peor conducta:
A juicio de Ramón González, presidente del Comité de Usuarios del Metro de Caracas, el mal servicio que se presta en ese medio de transporte ha originado el comportamiento anárquico de la gente.
“Las personas piensan: ¿Para qué voy a cumplir las normas si hay un mal servicio?”.
Los problemas en el subterráneo que González y Becerra enumeran pueden observarse en varios puntos del recorrido.
Para comprar un ticket se debe hacer cola cuando las máquinas que los expenden están dañadas o cuando no hay operadores en las taquillas. No todos los torniquetes de las entradas funcionan, y para bajar y subir al andén no siempre se cuenta con el servicio de las escaleras mecánicas.
En estaciones como Plaza Venezuela o El Silencio las aglomeraciones son comunes.
En otras, como Chacaíto, falta ventilación; según González, esa es la estación más caliente del sistema. De hecho, la principal queja de los usuarios en @CaracasMetro es la falta de aire en vagones y estaciones.
“Los retrasos se han solucionado”, reconoce González, aunque es común la espera en trenes y vagones. En cuanto a la inseguridad -señala Becerra-, diariamente se reportan robos de Blackberry y carteras. Sin embargo, desde que se implantó un operativo de seguridad hace un año, los delitos en el subterráneo han disminuido 80%, informó el Metro.
“Los usuarios proponemos el rescate de la cultura metro para mejorar la convivencia”, afirmó Becerra, que tiene más de 80.000 seguidores en Twitter.
Por: GEORGELY MORÍN
CIUDADANOS | CONVIVENCIA
Ciudad | Educación
EL NACIONAL
