Pdvsa una generadora de
problemas ambientales
■ La falta de controles convierte a Pdvsa una productora de problemas ambientales.
■ El residuo del proceso de refinación del petróleo causa afecciones respiratorias y cutáneas e irritación ocular.
Llegar a Paraguaná y observar las dos refinerías de petróleo más importantes de Latinoamérica es para muchos señal de progreso, economía pujante y bienestar. Pero más allá del procesamiento del crudo se esconde una serie de problemas en Petróleos de Venezuela que generan daños ambientales y que, además, perjudican a los habitantes de la zona.
“Lo peor que podría ocurrir es que se desencadene una catástrofe. La situación dentro es grave, porque no hay normas de seguridad, y las ambientales tampoco se cumplen. No hay forma de medir las posibles consecuencias de lo que pasa hoy en Paraguaná”, advirtió Iván Freites, secretario general del sindicato petrolero y gasífero en la zona.
Informó que todo ocurre debido a la politización e ideologización a la que fue sometida Pdvsa.
Contaminación de Amuay. A principios de julio y durante dos semanas, los habitantes del sector Barrio Nuevo, municipio Las Piedras, protestaron contra la contaminación generada por la frecuente emisión de partículas de coque que emergían del Complejo Refinador de Paraguaná -específicamente de la planta de Amuay-, que se combinaban con la arena de la laguna de La Salineta, que se secó por la ineficiencia de la gerencia del CRP, aseguraron vecinos afectados. Alrededor de 276 familias presentan irritaciones oculares, enfermedades respiratorias y problemas cutáneos, entre otros padecimientos.
En el sector La Salineta, se originan remolinos que con la brisa dispersan las partículas de residuos de hidrocarburos que contaminan las comunidades cercanas y afectan la rutina laboral y personal de sus habitantes.
Los niños de la zona no realizan actividades en espacios abiertos. “Yo no los dejo jugar ni en el porche de la casa”, dijo Jenny Chirino, quien ha acudido al pediatra en varias ocasiones por las afecciones cutáneas y respiratorias que padecen sus dos hijos pequeños.
Los habitantes colocan en las ventanas de sus casas cartones y otros materiales para impedir que el fino polvillo -que atraviesa cualquier rendija- entre en los hogares. “No se puede lavar la ropa, porque cuando uno la tiende se pone negra por el coque”, explicó.
En el Centro de Educación Inicial, donde estudian 75 niños y niñas, ver el polvillo en el piso, en los escritorios de los docentes, en las mesas y sillas de los pequeños se ha hecho cotidiano. Esto trae perjuicios a la salud de al menos la mitad de los alumnos, quienes sufren de afecciones respiratorias y presentan erupciones labiales.
Bajo coacción:
Iván Freites manifestó que el problema se agravó porque no se ha logrado poner operativa la planta de Flexicoquer -afectada por el apagón que sufrió el CRP el 12 de mayo-, en la que se utiliza el coque para producir componentes de gasolina, diesel, destilados, gas combustible y olefinas.
Puntualizó que anteriormente los controles a la principal industria del país se hacían con más rigurosidad. “El Comité de Higiene y de Investigación debería implementar un plan para contrarrestar algunos males que padecen los habitantes en Paraguaná, pero están bajo coacción y nunca pueden revelar ni dar un resultado de lo que realmente sucede”, afirmó.
Otra fuente reveló que para solventar la situación generada por el coque -que no es reciente-, Pdvsa construyó en 1996 una planta llamada Lafay, que tenía por objeto limpiar los gases que iban a la atmósfera, y los depuraba en 80%.
Después de 2003, la industria deshizo el equipo y abandonó los controles, aseguró la fuente consultada, que tiene más de 20 años de experiencia en las labores petroleras.
El temor en la zona es permanente. Incendios, emisión de gases y de partículas de coque es casi la constante.
No hay denuncias. El ingeniero Francisco Medina, director regional de Ambiente en Falcón, informó que su despacho no ha recibido denuncias de contaminación de los vecinos que residen en las inmediaciones de la planta Amuay. Tampoco tienen reportes remitidos por la gerencia. Sin embargo, el ministerio ha solicitado al CRP una actuación urgente en casos puntuales, como el de Amuay.
Cuando se le consultó si funcionarios se desplazaron al lugar para evaluar lo que ocurre, aclaró que el complejo refinador debe otorgar un permiso o autorización para el resguardo y seguridad del personal que acuda al lugar.
Por: ALEJANDRO SALAS CORO
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