“Los delincuentes atracan y encierran
en sus habitaciones a pacientes ..”

Sostenemos una vez más que este nuevo plan de seguridad -con el que el comandante presidente quiere captar votos, tardíamente tras 14 años mandando, de aquellos ingenuos que todavía creen que uno de sus objetivos “desde que llegue a la presidencia fue luchar contra la inseguridad”- es una farsa más que lo conducirá al fracaso, como todos los anteriores veinte planes, tras seguirse incrementando el número de muertos por la violencia “decretada” desde que asumió la presidencia el aspirante a una tercera reelección.

Lo que aquí les cuento me llegó a Copenhagen, donde estoy tras ser premiado por la gente de Bang&Olufsen representando a la prensa de América Latina y países emergentes, gracias a un general amigo que tiene un familiar paciente en el Hospital Militar Carlos Arvelo en la parroquia San Martin de Caracas.

El mismo nosocomio que de vez en cuando recibe al presidente Chávez para sus chequeos habituales durante el último año, tras sufrir de un cáncer algo extendido de su órgano original.

Pues ayer, los pacientes enfermos y sus familiares recibieron la visita de al menos tres hombres armados que recorrieron los cuartos haciendo caída y mesa limpia con los objetos de valor y dinero que los asaltados portaban.

Lo más grave y penoso del asunto es que a pesar de ser una instalación militar de alta seguridad los hampones se fueron sin ningún problema. “Entraron y salieron como Juan por su casa” fue lo único que atinó a decir una de las asaltadas.

El hospital militar que “ahora es de todos”, incluyendo delincuentes que allí son hospitalizados si tienen “palanca”, tiene seguridad “civil”.

“Ya no hay PM, Policias Militares, suficientes para cuidarlo, para hacer el trabajo que antes hicieron y que mantuvo alta seguridad en el recinto militar” me escribe un general activo que tiene tiempo poniendo la queja ante el rojito director médico Earle Siso, a quien se le vio la cara por última vez cuando con otros colegas suyos ofreció una rueda de prensa para negar lo que había dicho días antes el médico Salvador Navarrete.

Los delincuentes que asaltan con demasiada frecuencia el hospital se salen con las suyas pues nadie se atreve a denunciarlos en el momento que atracan y encierran en sus habitaciones a pacientes y familiares para despojarlos de sus pertenencias. Hay el caso de oficiales de alta graduación que se llevan su propia seguridad con sigilo para que no se la nieguen.

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NELSON BOCARANDA SARDI | EL UNIVERSAL
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lunes 25 de Junio 2012