Policías cerca del Palacio
de Gobierno de La Paz
■ Se extiende sublevación policial en Bolivia.
■ Cientos de policías bolivianos, acompañados por sus mujeres, están saqueando y destrozando la sede de la Inteligencia de su institución y quemando los archivos, cerca del Palacio de Gobierno de La Paz.
■ El motín policial que comenzó con la toma violenta de un cuartel ubicado a pocos pasos del palacio presidencial de Bolivia se extendió el viernes en la madrugada a cuarteles de las principales ciudades del país.
Los agentes salieron del cuartel de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP), que tomaron por la fuerza el jueves, desfilaron ante el Palacio Quemado, donde tiene sus oficinas el presidente Evo Morales, y luego atacaron las oficinas de la Inteligencia de la Policía Nacional.
Decenas de agentes armados y encapuchados están en el techo, mientras otros queman en la calle documentos, rompen ordenadores y destrozan el edificio.
En el mismo lugar tienen oficinas la Policía Internacional (Interpol), el Tribunal Disciplinario de la institución y la sección de investigaciones internas, que también están siendo saqueadas y sus documentos quemados.
El Gobierno de Morales y los mandos de la Policía Nacional han pedido calma y diálogo a los agentes de bajo rango, que exigen mejoras salariales y laborales, pero siguen los incidentes tanto en La Paz como en otras ciudades.
Varios oficiales han resultado heridos al tratar de frenar a los agentes, según fuentes oficiales.
Las protestas de los policías comenzaron el miércoles en La Paz, Oruro, Potosí y Sucre, donde bloquearon el acceso a comandos y cuarteles, y llamaron a suspender actividades, mientras sus esposas iniciaron huelgas de hambre.
Dirigentes de los agentes de bajo rango de Cochabamba y Santa Cruz confirmaron a medios locales que también están “acuartelados”, en solidaridad con sus compañeros movilizados en La Paz.
Se extiende sublevación:
El motín policial que comenzó con la toma violenta de un cuartel ubicado a pocos pasos del palacio presidencial de Bolivia se extendió el viernes en la madrugada a cuarteles de las principales ciudades del país.
Los policías de base demandan al gobierno un aumento salarial y la derogación de una reciente norma disciplinaria y exigen negociar únicamente con el presidente Evo Morales, quien tuvo que anticipar su regreso de Brasil para atender la emergencia.
“La confrontación no es el camino adecuado para lograr reivindicaciones. Pido a mis camaradas reflexionar y deponer medidas de presión para sentarse a negociar con el alto mando”, dijo el viernes el Comandante General de la Policía coronel Víctor Maldonado en rueda de prensa.
La protesta comenzó la semana pasada con un campamento de las esposas frente a algunas unidades policiales en La Paz reclamando un salario para sus maridos similar al de los militares y una jubilación con 100% del salario.
El jueves un grupo de policías de base tomó por la fuerza un cuartel de una unidad antidisturbios ubicado a cien metros del palacio presidencial.
En Santa Cruz, Cochambamba, Oruro, Sucre y Tarija la policía se replegó a sus cuarteles y dejó a las ciudades sin patrullaje en las calles, según informes de medios locales y de dirigentes policiales.
El movimiento no es secundado por los oficiales de la policía, que tiene 33.000 efectivos.
Las puertas del palacio presidencial permanecían cerradas el viernes y soldados de la policía militar resguardaban el edificio con armas largas.