Pactos buscan evitar implosión en
las filas del Gran Polo Patriótico
■ Eterno sectarismo de la izquierda.
■ Tres nuevos partidos se disputan, por ahora, los votos de los “patriotas frustrados” que rechazan al Partido Socialista Unido de Venezuela
■ Con la instalación del Consejo Patriótico de Partidos, el oficialismo se propone darle dirección colectiva al proceso político y tratar de mantener a Hugo Chávez en el poder.
La meta de unirse en el Gran Polo Patriótico no ha sido fácil. Transcurrió un año para lograr congregarse en el teatro Teresa Carreño, luego de pugnas con los 32.400 movimientos sociales creados con las nóminas de beneficiados por los ministerios y la Vicepresidencia.
La enfermedad del Presidente también retrasó el nacimiento del GPP y ha conllevado al PCV a proponer un debate sobre el impacto de una eventual desaparición física de Chávez. “Nunca antes habíamos mantenido la cohesión como ahora”, aseguró el 22 de mayo el coordinador del Comando Carabobo, Jorge Rodríguez, en un intento por señalar que las peleas están en la Mesa de la Unidad Democrática y no en el oficialismo.
Implosión contenida:
La reali- dad indica que por ahora no habido una implosión en grupos seguidores de Chávez porque él y la meta de conservar la silla de Miraflores, así como unos pactos entre dirigentes del PSUV, han servido de muro de contención. “La procesión va por dentro”, señalan fuentes del partido oficial. “El rompecabezas se está desarmando”, consideran otros.
El coordinador de los Círculos Bolivarianos, Wolten Rivero, emplazó a la dirigencia del movimiento, por ejemplo, a dejar de lado las críticas al PSUV mientras dure la campaña presidencial. “Los círculos no deben ir contra los gobernadores, los alcaldes y el PSUV. No debemos enfrentarnos en el partido, sino trabajar por la victoria. Guardemos las críticas. Después del 7-O veremos”, aconsejó Rivero, en reunión efectuada el 26 de mayo a puertas cerradas en la sala plenaria de Parque Central, Caracas, a la que asistió la ministra de Comercio Edmeé Betancourt.
Erosiones:
Por ser el partido oficial, y por ende el mayoritario, presenta erosiones en sus cuadros, que, ante el sectarismo, han optado, unos por renunciar como pasó con Reinaldo Quijada, coordinador ahora de la Unión del Poder (que aglutina a 24 grupos sociales en Caracas); otros, por callarse por temor a sanciones, como es el caso de Rubén Mendoza (de la Red Nacional de Círculos Bolivarianos); otros, por formar y legalizar nuevos partidos.
El diputado Ramsés Reyes creó Corrientes Revolucionarias Venezolanas, junto con el ex alcalde Juan Barreto y “la asesoría honoraria” del ex presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Soto Rojas.
“Vamos por los descontentos del PSUV, de PPT, de Podemos y hasta de la oposición que se han reunido con nosotros”, afirmó Reyes, lo que confirma que el piso del PSUV se afectaría en los comicios presidenciales, a pesar de registrar una intención de votos de 32%.
Un grupo de ex dirigentes del PSUV registró también el Partido Revolucionario de Trabajadores y ahora Vanguardia Bicentenaria Republicana, que están legales ante el Consejo Nacional Electoral. La VBR está liderada por el comandante del 4-F Yoel Acosta Chirinos y el constituyente Eustoquio Contreras, entre otros disidentes del chavismo.
La meta de los nuevos partidos es evitar que los excluidos del PSUV voten por la oposición, pero en el fondo le quitan militancia. “Vanguardia se propone organizar a los bolivarianos que se han quedado sin partido, excluidos por las contradicciones en las organizaciones de la Alianza Bolivariana, en la que observamos una errada política sectaria y de exclusiones que ha liquidado toda posibilidad de debates democráticos y esclarecedores. Se ha optado por satanizar el ejercicio de la crítica. Si no organizamos a esos compatriotas frustrados, la revolución bolivariana habrá perdido un importante activo político que terminará por debilitarla. En términos electorales, ello podría estimular una conducta abstencionista que operaría a favor de la opción opositora”, alertó Acosta Chirinos en una declaratoria pública del VBR.
El Frente Fabricio Ojeda capítulo Trujillo anunció la renuncia a la militancia en el PSUV y oficialmente pertenecerán al VBR. Alegan que en el partido de gobierno no permiten primarias y la dirigencia ha incurrido en hechos de corrupción.
“Eterno sectarismo de la izquierda”:
A la cohesión que menciona Jorge Rodríguez la afecta, además, la exclusión de la alianza de los partidos Joven y ORA por el supuesto apoyo ofrecido a los hermanos Makled. La militancia de esas organizaciones solicitó al PSUV el 28 de mayo una revisión de los casos y que se les permita incorporarse al Gran Polo Patriótico.
La coalición acogió en su seno a fracciones de PPT y Podemos que aún no han definido su situación legal y han trasladado los problemas y las divisiones al seno del oficialismo. El Movimiento Alfredo Maneiro y Podemos con Chávez anunciaron el apoyo al Presidente, pero no pueden inscribirlo como candidato presidencial porque tienen limitaciones legales.
MAM, dirigido por Luis Tellerías, no puede hacer un trámite si no tiene el visto bueno de las otras dos tendencias (PPT-Legal, representado por el secretario general, Simón Calzadilla, y PPT-Originario, encabezado por el secretario de organización, Rafael Uzcátegui). Si la Sala Electoral del TSJ no decide en las próximas horas, los pepetistas tendrán que llamar a votar en otras tarjetas por los candidatos de su preferencia, Capriles o Chávez. La eventualidad de Uzcátegui como candidato extra partido dependerá de si les favorece un fallo del TSJ.
Las peleas internas en el MEP son otra piedra en el zapato, aunque César Oviol, miembro de la dirección nacional, aseguró que el conflicto entre la Fundación Luis Beltrán Prieto Figueroa y la organización fue resuelto por el TSJ cuando permitió a las autoridades dirigidas por el secretario general Wilmer Nolasco seguir al frente del partido. Sin embargo, un elemento de discordia en la alianza son los gobernadores y alcaldes del PSUV, que no serían avalados por el MEP.
Oviol mencionó las gobernaciones de Bolívar, Yaracuy y Mérida. “Si no reúnen las condiciones de transparencia y de apoyo popular, no tendrán la tarjeta del MEP; eso pasa también en la Alcaldía de Valencia, que presenta una gestión desastrosa”, dijo Oviol, al referirse al alcalde Edgardo Parra, del PSUV.
En el GPP no todo es división:
El Partido Comunista de Venezuela, Independientes por la Comunidad Nacional, el Movimiento Revolucionario Tupamaros y la Unión Patriótica Venezolana se muestran sólidos, sin peleas internas visibles, enfocados en la Misión 7-O y en la escogencia de los candidatos regionales. El PCV decidirá en un pleno el 23 y 24 de junio quiénes serán sus fichas en los estados. El MRT lo hará entre el 8 y 9 de junio.
“Hay sectarismo, pero esa es la eterna discusión de los revolucionarios y ahora de la oposición”, afirmó el secretario general de Tupamaros, José Pinto, quien admite la diferencia de criterios, mas destacó que en el GPP todas las últimas resoluciones han sido en consenso. “No hay pugnas en el Polo”, aseveró.
El PCV aboga por mantener esa sinergia y que la fusión transcienda lo electoral, dada la enfermedad de Chávez. Urge la “unidad patriótica, popular y revolucionaria”, advirtió Tribuna Popular en el editorial del número de mayo. “Es imprescindible lograr la unidad, la construcción del Polo, especialmente por la coyuntura de salud del presidente Chávez, que pone sobre el tapete quiérase o no el impacto que tendría su desaparición física en la actual fase del proceso de cambio”, expresó el PCV.
¿Temen los comunistas una implosión en el oficialismo si no está Chávez? Tribuna Popular agrega: “Han sido el sectarismo y las visiones limitadas en las fuerzas del progreso las que han entorpecido la posibilidad de lograr un espacio de unidad; lo que de alguna manera le hace el juego a la contrarrevolución”.
Por:HERNÁN LUGO-GALICIA
hlugo@el-nacional.com
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DOMINGO 03 DE JUNIO DE 2012