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Thursday, November 21, 2024
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NICOLAS PEREZ DIAZ-ARGÜELLES: Teoría general del embargo


Un oficialista lleva un pin de lectura "YPF es argentina" ante la presidente de Argentina, en momentos que Cristina Kirchner promulga la expropiación de YPF en el Palacio de Gobierno en Buenos Aires el 04 de mayo 2012.

El embargo hoy en día una de las más
dislocadas entelequias políticas

 

Las expropiaciones se discuten en distintos foros mundiales y sobre todo en este Miami de mis amores.

Es un gran campo de batalla, una guerra sucia, donde lo que prima es la nota musical forzada y el dogma. Es decir, tengo razón y tú estás equivocado.

Pero si se discutiera el tema desapasionadamente, habría que aceptar que tiene más aristas que el diamante Cullinan descubierto en Sudáfrica.

El engendro tiene verdes y maduras, filo, contrafilo y punta. A mí me da la ligera sospecha, que es parecido al cuento japonés Rashomon de Ryonosuke Akugatawa, que trata sobre la descripción de un crimen visto desde ángulos radicalmente diferentes. El tema es una farsa, Cuba juega con él a los escondidos y es el único punto ciego donde se logra una total reconciliación nacional de los extremos cubanos.

Es una farsa porque el embargo no existe. Cuba puede comerciar con el mundo y el mundo con Cuba. Incluso La Habana compra en Estados Unidos todos los alimentos y medicinas que le da su realísima gana. Algo que ignora el 99 % del pueblo de Cuba.

Cuba juega con él a los escondidos porque en la posibilidad de que Washington levantara esa libélula vaga de una vaga ilusión, pero advirtiendo que no va a dar créditos de ningún tipo al castrismo porque no pagan, porque son marugas, la gritería de los comunistas criollos denunciando el nuevo crimen del imperialismo yanqui se iba a escuchar en Marte.

Y también, hasta qué punto es multifacético, con el embargo se produce el milagro de la reconciliación nacional de los extremos, la catarsis del entendimiento, de los puntos en común entre la izquierda castrista y la derecha de este exilio, porque ninguno de ambos grupos sueña ni remotamente con levantarlo, por razones diferentes, pero en ambos casos por los motivos del lobo.

Y es que si a los comunistas cubanos le quitan al pobre e infeliz totí, que tiene la culpa de todo, y que llaman bloqueo, y estoy hablando de un castrismo que es solo pura consigna hueca, casco y mala idea, entonces, San Toribio de la Confusión Plena, ¿qué rayos les queda? ¿Con qué argumentos explican sus bisté de cáscara de toronja, el vil asesinato de la vaca Ubre Blanca, la libreta de abastecimiento, la destrucción de la industria azucarera y la repugnante represión a las Damas de Blanco?

En cuanto a la derecha exiliada liderada por nuestros políticos floridanos es el mismo perro con diferente collar. Si Estados Unidos aceptara comerciar con Cuba, ¿cómo lograr mantener al exilio sentado embobecido sobre sus piernas mientras con voz dulce y melodiosa pretenden esos tíos amables seguir durmiéndonos con sus Cuentos de Hoffman sobre sus anticastrismos de horca y cuchillo? Una pregunta capciosa, ¿cuántos de esos políticos estuvieron presentes en la misa que le dieron sus familiares para rezar por la libertad de Santiaguito Álvarez, el último de nuestros guerreros, crucificado entre la canallada de Seguridad del Estado y la insensibilidad de nuestro sistema judicial?

Sobre los políticos floridanos la candela está a un nivel de locura tal que cuando no hay anticastrismo radical que defender, pues qué demonios, lo inventan. Recientemente el gobernador Rick Scott anunció pomposamente en la Torre de la Libertad una ley que bloquearía a compañías con operaciones en Cuba y Siria a que obtengan contratos públicos en la Florida por más de $1 millón. Horas después de firmarla desestimó su propia legislación al declarar que era inaplicable hasta que recibiera la aprobación del Congreso y del presidente Barack Obama.

Algo así como si un grupo armado de exiliados anunciara solemnemente que en las próximas 24 horas van a invadir Cuba. Crispación. Alegría contenida. Un gran orgullo mezclado con amor patrio. Muchas almas conmovidas. Pero inmediatamente el líder del grupo de patriotas añade que no hay barcos para la travesía, por lo que cruzarán el Estrecho de la Florida nadando.

Finalmente, vamos a cerrar con un broche que no es precisamente de oro. El embargo se va a mantener, se seguirá jugando a la gallinita ciega, porque cuando Fidel y Raúl Castro desaparezcan, Washington va a utilizarlo como una excelente pieza de negociación. Eso es realpolitik, política internacional. Y al diablo el tiesto.


Por: Nicolás Pérez
Nicop32000@yahoo.com