Venezuela le habría ofrecido
u$ 300 millones a las FARC
■ Rangel Silva ha fungido como eje de la conexión con las FARC.
■ La revista colombiana Semana publicó correos de Raúl Reyes que ponen en evidencia la relación.
■ Las reuniones entre ambos datan de 2005, cuando Henry Rangel Silva era coronel. En Colombia existe preocupación por su nombramiento, especialmente cuando se sospecha que Timochenko puede estar en territorio nacional.
■ La publicación colombiana presenta documentos que ponen en evidencia la amistad entre Timochenko, el reemplazo de Alfonso Cano en la conducción de la guerrilla, y el actual ministro de la Defensa venezolano, a quien consideran “el eje central de la conexión FARC-Chávez”.
■ Las investigaciones que se han llevado a cabo desde que se divulgó esa noticia han sacado a flote detalles, algunos olvidados y otros desconocidos, sobre su trayectoria.Se sabía que Henry Rangel Silva había sido la mancorna de Chávez en el fallido golpe de Estado de 1992 y que los dos habían acabado encarcelados.
El ministro de Defensa Henry Rangel Silva, “buen soldado” designado por el presidente Hugo Chávez el 6 de enero, y conocido en Estados Unidos por su vinculación con el narcotráfico o por ser pieza clave en el envío del maletín con 800.000 dólares a Argentina, sirvió de “eje central de la conexión entre el jefe del Estado y las FARC”, reveló la revista colombiana Semana, que publicó una serie de correos de los hallados en los computadores de Raúl Reyes que ponen la relación en evidencia.
“Esa alianza tuvo su origen en una reunión clandestina entre Rangel Silva y Timochenko en marzo de 2005. En ese momento, el primero era apenas coronel y viceministro de Vivienda y el segundo, un miembro del Secretariado de esa guerrilla.
Para entonces, si bien había convivencia entre las FARC y el Gobierno venezolano, no había una gran cercanía entre ambos”, afirma el semanario a partir de documentos no publicados.
Un enfrentamiento entre la guerrilla y el Ejército venezolano, que las FARC llama “el incidente de Apure”, por el que resultaron muertos cinco soldados y una ingeniera, todos venezolanos, fue lo que habría dado pie según la información de Semana a que Timochenko le hiciera la invitación al ahora ministro de Defensa.
“La masacre causó gran consternación en Venezuela y Chávez se indignó. Seis días después, en un primer correo, Raúl Reyes le comentó al Mono Jojoy que los militares venezolanos tenían suficientes pruebas de que las FARC eran las culpables y que era mejor reconocer la responsabilidad”. “Fue en ese contexto en el que Timochenko accedió a Rangel.
Y éste, a pesar de ser apenas un viceministro, aceptó sin consultar a Chávez”, destacó.
Lo hablado:
Timochenko informó al Secretariado que en la reunión Rangel Silva “quería empaparse de cómo estamos en general” y éste le expresó al guerrillero preocupación porque Chávez “ha ido implementando un discurso público contra las FARC y a la par se han ido congelando las relaciones”. Aunque el entonces coronel le explicó “que lo del discurso público lo hace (Chávez) para tratar de quitarse los perros de encima, pero lo del congelamiento sí lo tiene muy preocupado, pues no quiere creer que se trate de una posición definida contra las FARC”.
El jefe guerrillero le dijo a Rangel que, “como señal de reconciliación con Chávez, se comprometían a nunca secuestrar en territorio venezolano”, refirió Semana.
Gran amigo:
A finales de 2007, cuando Chávez recibió en el Palacio de Miraflores a Iván Márquez y a Rodrigo Granda, el ya general Rangel Silva estuvo presente en todo momento.
Es “gran amigo de Timochenko, a quien quiere visitar después del 2 de diciembre”, comentaron Márquez y Granda en un informe que enviaron al entonces comandante de las FARC, Manuel Marulanda.
Semana también reseñó que de la próspera relación que Rangel Silva se encargó de sembrar, surgen otros correos en los que se revelan “cosas aún más graves”, aunque no se menciona al general: “Un correo electrónico de Iván Márquez anota que ante el tema del préstamo a 4 y 6 años (de 300 millones de dólares de Venezuela a las Farc) es necesario una coordinación de esfuerzos”.
La revista también acotó que “Márquez registra con agradecimiento el ofrecimiento que le hicieron los generales venezolanos de aprovechar las compras de armas de Venezuela a Rusia para incluir algunos contenedores con destino a las FARC”.
Acto desafiante:
Semana analizó las reacciones que ha generado el nombramiento del general Henry Rangel Silva. “En Venezuela ha sido visto como un acto electoral por dos motivos: Rangel ha manifestado que no va a permitir la llegada de la oposición al gobierno. Por lo que se ha entendido que, ahora bajo su mando, las Fuerzas Armadas no estarían dispuestas a reconocer un triunfo de la oposición el 7 de octubre.
Por otro lado, como Rangel fue incluido en la Lista Clinton en 2008 y a Chávez le gusta enarbolar la bandera antiyanqui, se ha pensado que el mandatario espera que retar al Tío Sam le siga dando dividendos políticos”, explica. “Pero en Colombia la lectura es otra. Se esperaba que Chávez, que tenía a la opinión pública internacional encima, iba a tener que demostrar algún tipo de distanciamiento con las FARC.
Darle el Ministerio de Defensa al amigo de Timochenko, cuando se sospecha que éste puede estar aún en territorio venezolano, es casi un acto desafiante”.
Los reveladores “emails”:
“Rangel está convencido de la necesidad de cultivar la relación con las Farc”
En este correo, enviado el 14 de marzo de 2005, Timochenko informa al Secretariado de una reunión que sostuvo con el entonces coronel Henry Rangel Silva, en ese entonces viceministro de Vivienda. Esta cumbre es el comienzo de lo que luego se convirtió en una alianza entre las Farc y el gobierno de Venezuela. Rangel se reunió sin el permiso de Chávez y mostró, según el reporte que dio Timochenko, un compromiso total con la guerrilla.
“Camaradas del Secretariado, fraternal saludo.
Conversé con el coronel Rangel (próximo a ascender a general), actualmente es viceministro de la vivienda. Está acompañando a Chávez desde cuando en la academia comenzó a organizarse el primer grupo de bolivarianos, en el golpe, en la cárcel, bastante tiempo de edecán, etc. (…)
Ahora vino por su cuenta a raíz de una invitación que le hice. Quería empaparse de cómo estamos en general, lo del Plan Patriota, etc. Y a expresar su preocupación en el sentido de que en la medida que el presidente ha ido implementando un discurso público contra nosotros, a la par se han ido congelando las relaciones. Él dice que lo del discurso público se puede explicar, pues se trata de quitarse los perros de encima, pero lo del congelamiento sí lo tiene muy preocupado, pues no quiere creer, por lo que conoce del jefe y lo que han conversado, de que se trate de una posición definida en contra de nosotros. Le dije que exactamente era la preocupación de la dirección de las Farc y en especial de nuestro comandante y de ahí también el interés de hablar con él a sabiendas que tiene fácil acceso al Presidente.
Le comenté que nuestra posición frente al proceso seguía siendo la misma, se mantenía nuestra solidaridad incondicional y que los compromisos adquiridos seguían vigentes incluida la decisión de no secuestrar en territorio venezolano, y que de llegarse a dar hechos contrarios a ese compromiso estuvieran seguros que no estaban orientados por la dirección (…).
Se fue con el compromiso de abordar el tema con el jefe (Chávez), no asegura en qué momento lo haga.
Quedamos de que en lo que más hay que insistir es en la designación de alguien que de forma oficial y con acceso directo al jefe mantenga la relación con nosotros, pero además esté convencido de la necesidad de cultivar y mantener esa relación. Él es de la opinión que la gente que han nombrado para eso nunca ha jugado su papel por falta de interés y falta de comprensión de lo que significamos nosotros como aliados estratégicos.
Recomienda sí que tomemos medias en nuestros desplazamientos en el transporte de cosas delicadas (me echó el cuento de unos computadores que cogieron en una alcabala) y en las relaciones con mandos fronterizos porque no ha sido posible ubicar en esos puestos a cuatros de verdad comprometidos (…)”.
“Rangel dice que cuando necesitemos cruzar a Venezuela lo hagamos sin dar visaje”
En este correo del 13 de marzo de 2006 Timochenko le cuenta a Raúl Reyes sobre una nueva reunión con el general Rangel, quien ya había sido nombrado jefe de la Disip (la policía política de Venezuela). Rangel les dio un parte de tranquilidad sobre las reuniones de su gobierno con el de Colombia y les dijo que los acuerdos a los que llegaban no se cumplían.
“(…) acá llegó (Rangel). Le di la información que por acá se maneja y que le puede ser útil. Me aseguró que habló con el jefe (Chávez) sobre las preocupaciones que la vez pasada le expresé, él manifiesta que no ha cambiado de opinión sobre nosotros, que es claro que falta organizar un mecanismo que se encargue de esa relación pero que no ha podido, que entendamos que los gringos lo tienen asediado por los cuatro costados, que nos mantengamos del otro lado y cuando se necesite cruzar lo hagamos sin dar visaje y con todo el cuidado del caso, que la opinión dada por el ministro del Interior (Jesse Chacón) sobre nosotros en días pasados no fue una orientación, que le tocó llamarle la atención y que eso es resultado del enamoramiento que Peñate (el del DAS) está ejerciendo sobre él. Que no nos preocupemos por lo de las reuniones que ha habido con el DAS, para ellos es claro que se trata de una estrategia electoral de Uribe, allí ellos les mostraron las fotos nuestras para que en caso de que nos encontraran, nos entregaran, ellos igualmente les mostraron las fotos de Mancuso y compañía para que se los entregaran, en conclusión, dice él que estuvo en esa reunión, son acuerdos que cada uno sabe que no van a cumplir (…)”.
“El general Rangel quiere visitar a su gran amigo Timochenko”
En el informe sobre la reunión que tuvieron en el Palacio de Miraflores los jefes guerrilleros Iván Márquez y Rodrigo Granda con el presidente Hugo Chávez se habló de la estrecha relación entre el hoy ministro de Defensa de Venezuela y el jefe supremo de las Farc. El correo es del 12 de noviembre de 2007.
“8. Ya de salida hacia acá hablamos un poco con el general Rangel Silva, jefe de la Disip, gran amigo de Timo a quien quiere visitar después del 2 de diciembre. Él participó en el almuerzo donde nos reunimos Chávez, elenos y Farc. Está encargado de la seguridad de los elenos.
Las relaciones con el ejército están muy próximas a lo que plantea el Plan Estratégico. Tenemos amistad y buena empatía por lo menos con 5 generales. Es más, Chávez impartió delante de mí la instrucción de crear en la frontera sitios de descanso y atención de enfermos y designó una especie de estado mayor para estas relaciones. Chávez dio a entender que ayudarían sin importar que se diera una situación de confrontación”.
“Estamos en la misma lucha”
En el mismo marzo de 2006, después de visitar a Timochenko, el hoy ministro Henry Rangel Silva se reúne con Iván Márquez. Este le escribe al entonces comandante de las Farc, Manuel Marulanda, y le dice que según lo dicho por Rangel había sintonía entre las Farc y el presidente Hugo Chávez.
“(…)
Luego de su visita a Timo recibimos por aquí al general Rangel Silva, jefe de la Disip, y al parlamentario Oréstedes Leal (Quico). Manifestó que su visita estaba debidamente autorizada por Chávez. En Miraflores hay algo de preocupación con la información de que entre el sur del Lago y el Perijá habría una gran concentración de paras entre cuyos objetivos estaría el asesinato del Presidente. Fue reiterativo al afirmar que éste no ve con malos ojos a la insurgencia colombiana. “Es la misma lucha”, habría expresado, y le entendimos que solicitan ayuda (información) para contrarrestar la amenaza paramilitar. Al respecto le trasmitimos nuestra percepción de cómo están las cosas en ese campo desde el límite con el Magdalena Medio hasta el extremo norte de La Guajira.
Se mostró muy interesado en trabajar más en llave con los indígenas de la frontera, para lo cual también nos pide ayuda.
(…)
En cuanto al acuerdo entre los ministerios del Interior y Justicia de ambos países, manifestó textualmente: “nos dejamos utilizar en un momento electoral”. Dice que los compromisos son formales: usted me informa, yo le informo. Que está seguro que de ahí no pasa. “Chávez no confía en Uribe”, nos dijo (…).
Aprovechamos para insinuar la importancia de las relaciones (secretas, reservadas) o el establecimiento canal directo de comunicación. A través del general enviamos un saludo fraternal al Presidente. Atte. Iván.”.
Por: Mundo/Redacción
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