Informales de la
salud sin control
■ Tratamientos estéticos y odontológicos se realizan en la calle.
En la calle, sin las condiciones de asepsia necesarias y mucho menos sin los permisos reglamentarios, proliferan una serie de comercios que ponen en riesgo la salud de los ciudadanos. Ya no son solo las manicuristas que salieron de las peluquerías a trabajar en las calles y en los mercados de buhoneros, sino los mecánicos dentales y otros que sin permiso se han dedicado a comercializar y colocar ligas, alambres y brackets que solo deberían ser aplicados por ortodoncistas.
“El riesgo es bastante alto, cualquier tipo de procedimiento que se realice en la calle corre el riesgo de infección, hay una cantidad de microorganismos que ponen en peligro a las personas que se arriesgan a hacerse tratamientos al aire libre”, apunta Silvio Valero. Director de Contraloría Sanitaria y Saneamiento Ambiental de la Gobernación de Miranda.
Valero recuerda que cualquier persona que desee prestar servicios que de alguna manera estén ligados a la salud debe contar con una serie de requisitos mínimos, entre ellos presentar un anteproyecto, además de los títulos y credenciales que certifiquen su especialidad. Agrega que es responsabilidad del Ministerio de Salud inspeccionar este tipo de establecimientos.
Pero a pesar de lo que establecen las leyes la informalidad se sigue multiplicando.
Cuando los buhoneros estaban en Sabana Grande Daniela Paz vendía ropa y hacía uñas, ahora solo se dedica a atender clientas en el mercado de ubicado en el mismo sector. “A mi nunca me han dicho algo, siempre hacen inspecciones y ellos están conscientes de las cosas que se ven en la calle”, comenta la joven.
En un cubículo del mercado Gloria al Bravo Pueblo de Petare trabaja Jaime Navarro como mecánico dental. “Yo he pasado por todos los barrios de aquí de Petare, pero no se consiguen sitios adecuados para trabajar lamentablemente”, comenta.
Navarro dice que trabaja con alcohol, antisépticos y esterilizadores, pero no puede hacer mucho cuando llueve fuerte, pues los pisos de abajo suelen inundarse. A pesar de eso, comenta que no le faltan los clientes, porque además, suele cobrar por las prótesis la mitad de lo que pueden presupuestar en un consultorio.
En pleno Petare también se consiguen los combos de brackets, ligas y alambres a 100 bolívares. Las ventas son elevadas, pues según comenta Dubraska Arocha, en una sola mañana logró vender 600 bolívares. “Yo solo vendo el material, pero la muchacha que viene en la tarde si los pega ella misma”, cuenta.
Yolimar Casiari suele comprar en los buhoneros las ligas y los alambres. Comenta que comprando en la calle consigue los precios a la mitad de lo que debe pagar en una casa dental dentro de un centro comercial. “Lo más caro es la pega original, que sale en 205”, detalla.
Para el presidente Sociedad Venezolana de Ortodoncia, Omar Betancourt, lo más costoso no es el material, sino el daño causado en los dientes por que muchas veces es irreversible. “Cualquiera de esos aparatos van a producir fuerzas en los dientes. Todas esas alteraciones que se producen en los dientes son irreversibles”, advierte el especialista.
Betancourt agrega que en muchas ocasiones los buhoneros emplean pega loca o pega de uñas acrílicas. “Eso deja muchos residuos y facilita que se queden restos de comida y placa y por ende, caries”, detalla.
Además del riesgo que supone para la dentadura, Betancourt indica que las personas que se someten a estos tratamientos informales pueden sufrir infecciones o desarrollar enfermedades como Herpes, Hepatitis A, B y C, e incluso VIH, porque si existe algún tipo de lesión o sangramiento la vía de contagio está abierta.
En riesgo:
• Yuraima Presilla Brito, de 35 años, falleció el pasado 28 de noviembre tras someterse a un tratamiento estético en el centro Dani Light, ubicado en Catia.
• Carmen Beltrán, especialista en medicina estética, recuerda en el año 2005 se reportaron al Instituto de Biomedicina de la Universidad Central de Venezuela, 200 casos de infección producidas por bacterias presentes en productos usados en mesoterapia.
• El Ministerio de Salud y sus oficinas regionales tienen la obligación de realizar inspecciones en los centros de estética, que muchas veces trabajan de manera clandestina.
Por: BEATRIZ CRUZ SALAZAR
LABORAL | ECONÓMIA
EL UNIVERSAL
miércoles 28 de diciembre de 2011