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Thursday, November 21, 2024
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El Guaire: Mantenimiento del canal “debería” hacerse cada cinco años

Esta semana, la quebrada que pasa por el bulevar Panteón se desbordó y afectó viviendas y avenidas.

El tramo más antiguo se
levantó hace 66 años

 

Caracas sólo cuenta con seis diques de contención de sedimentos, que no reciben mantenimiento.

El ministro de Transporte Terrestre aseguró que en la autopista se restablecerá totalmente el paso en cuatro o cinco días.

Obras de canalización como las del río Guaire deberían ser revisadas cada 5 o, máximo, 10 años para asegurar su correcto mantenimiento, indicó el decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica Andrés Bello, José Ochoa Iturbe.

“La canalización del Guaire comenzó en 1945, a la altura de la urbanización Las Mercedes. Eso quiere decir que el tramo más antiguo que tiene la construcción se levantó hace 66 años. Que nosotros sepamos, nunca ha habido un verdadero plan de mantenimiento constante”, explicó Ochoa Iturbe.

De acuerdo con el experto, las curvas del río generan una complicación adicional.

“El cauce del Guaire no transcurre en línea recta, lo cual complica el tránsito de vehículos. Para solucionar este problema, cuando se planificó la construcción de la autopista Francisco Fajardo se trazaron líneas rectas a los lados del río, se colocó una base de relleno y se cubrió con concreto”.

Cuando llueve con intensidad, la fuerza del agua puede erosionar el concreto y abrir agujeros. “Muchas veces pueden parecer pequeños e inofensivos por fuera, pero el agua penetra y va extrayendo el material de relleno, que por lo general es tierra de excavación compactada. Eso deja la estructura de concreto sin un soporte sobre el cual apoyarse. Las precipitaciones constantes la debilitan y, finalmente, colapsan en muchos casos, lo que afecta también la estabilidad de las autopistas y aceras”, apuntó Ochoa Iturbe.

Los huecos que se abrieron el martes en Antímano y Mamera no son los únicos. En Ruiz Pineda, a la altura de la estación del Metro del mismo nombre, una placa de concreto de al menos 8 metros de largo por 5 metros de alto localizada en el cauce del Guaire, también se desplomó sin generar consecuencias inmediatas para los habitantes de la zona, aunque los vecinos están preocupados porque la falla avance si no es atendida a tiempo.

“Justo en frente hay una placa de concreto sobre la que reposa un arbolito que tampoco mantiene la posición que debería. Hemos hecho varias llamadas para reportarlo, pero no hemos logrado nada”, afirmó Juan Giménez, quien trabaja como obrero en la zona.

200 metros más adelante del En un comunicado emitido por el despacho de García Toussaint se asegura que el ministerio ha desplegado un equipo de trabajo de cerca de 500 personas, “constituido por técnicos, obreros e ingenieros del Gobierno del Distrito Capital y la Alcaldía de Libertador”.

La comunicación también asegura que el ministerio dispone de maquinaria pesada para las emergencias viales suscitadas por las fuertes lluvias que cayeron sobre Caracas. Entre los equipos hay retroexcavadoras, minicargadores, succionadores y camiones.

En un contacto telefónico con VTV, el ministro pidió calma a los conductores. Recomendó que tomen vías alternas y tengan paciencia.

Colegio Tiuna, en dirección a la autopista, otra falla de borde ha comenzado a comprometer la acera. “Tenemos miedo porque aquí hay varios colegios y liceos y los niños caminan por ahí a veces, porque está muy cerca de la entrada del barrio San Pablito.

Espero que vengan a resolver esto antes de que ocurra una tragedia”, señaló Gladys Moncada, habitante del sector.

El alcalde Carlos Ocariz aseguró que se mantienen alerta para atender las emergencias por las precipitaciones.

Construidas hace cuatro años:

Pero varias presas de contención de sedimentos de las quebradas Anauco, Cotiza y Catuche no funcionan. José Luis López, investigador del Instituto de Mecánica de Fluidos de la Universidad Central de Venezuela y autor del libro Lecciones aprendidas del desastre de Vargas, hace la advertencia, que cobra dramatismo con la actual crisis por lluvias.

“Más temprano este año, visitamos la presa de control de residuos de la quebrada Cotiza y estaba completamente sedimentada, por lo que no cumple ya la función para la que fue construida. Cada vez que llueve, el material que baja de la montaña pasa por encima de la presa y afecta a las poblaciones que viven cerca de la cañada”, apuntó el experto.

López añadió que las fallas del sistema responden a falta de inversión en mantenimiento y recordó que luego del desastre de Vargas, ocurrido en 1999, el Gobierno construyó 63 presas de retención de sedimentos que nunca más fueron revisadas: “Es necesario hacer un recorrido general, sacar el material que las lluvias arrastraron hasta la estructura y dejarla limpia para que puedan funcionar correctamente con las próximas precipitaciones. Pero todo eso cuesta dinero. Desde la Universidad se han hecho las recomendaciones que hemos creído necesarias, y nada ha cambiado”.

El desbordamiento de quebradas y la afectación de las comunidades aledañas no obedecen sólo a la falta de mantenimiento de las construcciones para control de sedimentos. También es un asunto de inversión en sistemas de alerta temprana, que incluye la instalación de estaciones de medición y pronóstico de lluvia.

“Por ejemplo, en el Guaire no existe ni un solo medidor del nivel del agua. Los hubo en su oportunidad, pero hace más de 20 años que no funcionan y no han sido reemplazados.

Además, es necesario contar con estaciones que midan los niveles de precipitación en la parte alta de la cuenca del río, en las zonas de San Antonio y Caricuao; y un sistema de lectura que nos diga cuántos litros por metro cuadrado; las lluvias representan un riesgo para la crecida de los cursos de agua. Esto es importante porque ríos como el Guaire ofrecen un tiempo de respuesta muy corto después de superar su nivel seguro, una hora como máximo”.

Aunado a eso, los sistemas de drenaje de la ciudad son muy pequeños para la demanda de sus ciudadanos. “Fueron construidos cuando las condiciones eran diferentes: había más espacios abiertos, mucha menos gente y el desarrollo podía ser considerado rural. Son sistemas obsoletos”, aseguró.

A juicio de Arnoldo Gabaldón, profesor de la Facultad de Ingeniería de la UCV y ex ministro del Ambiente, la situación de riesgo que representa la obsolescencia del sistema de drenaje es prueba de la falta de voluntad política: “La prioridad debe ser un sistema de alerta temprana que incluya edificaciones apropiadas para ser utilizadas como refugio en caso de emergencia. La improvisación es algo que no resulta en situaciones como las que vivimos este año y el pasado”.

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Sin esperanza:

La primera fase del Proyecto de Saneamiento del Río Guaire iniciada en 2006 incluía la inversión de 80 millones de bolívares para terminar la canalización de 2,5 kilómetros de río, desde el puente Baloa hasta El Encantado, en El Hatillo. El período para realización de la obra era de 14 meses, entre junio de 2006 y agosto de 2007.

El entonces director del proyecto, Alexis García, indicó que la obra evitaría que el Guaire volviera a desbordarse, pero no ha sido así. Cuatro años después la canalización no ha concluido y varias inundaciones han afectado el barrio La Línea de Petare.

El coordinador de Intervención Urbana del Proyecto de Saneamiento del Río Guaire, Nelson Camacho, informó del avance de las obras a los consejos comunales caraqueños y admitió que se encuentran retrasadas por falta de recursos.

El proyecto tiene a su cargo la culminación de la canalización del río y de varias quebradas que lo surten.

“En el Foro Libertador hay todavía un canal natural. No hay canalización. Los márgenes están ocupados por viviendas. Para que podamos hacer algo desde el punto de vista técnico tenemos que desplazar a las familias y eso está fuera de nuestro alcance”, dijo.

Justo en esa zona el desbordamiento de la quebrada Punceres afectó a los habitantes del sector Terraplén. El aguacero también socavó el estacionamiento del Ministerio de la Cultura.

Este año el río Guaire, cuya canalización tiene 32,5 kilómetros, se ha salido de su cauce al menos un par de veces. En mayo pasado, por ejemplo, inundó el sector Jovita en Paulo VI.

La crecida más reciente fue el pasado martes y dejó a 200 familias damnificadas. También se han registrado 5 desbordamientos de quebradas con daños a personas y viviendas.

Se desbordó el Guaire en Caricuao, debido a la falta de mantenimiento colapso en varios tramos.

Tránsito y reparaciones:

La situación de emergencia ocasionada por el desplome de dos tramos de la autopista Francisco Fajardo a la altura de Mamera y Antímano, produjo ayer fuertes colas durante todo el día. Ir de Los Cortijos a Antímano tomó a muchos conductores cerca de 3 horas, según reportes recogidos en las redes sociales.

“Y eso que hoy no hay colegio. Vengo de Altamira y esta cola es como para quedarse dormido dentro del carro”, expresó Pedro Pablo Almeida, uno de los tantos conductores que se bajó de su vehículo en plena vía para intentar dilucidar la razón del retraso.

El ministro de Transporte Terrestre, Juan García Toussaint, señaló ayer que en cuatro o cinco días la autopista Francisco Fajardo recuperará su normalidad, reseñó la Agencia Venezolana de Noticias.


Por: Lissette Cardona
Andrea Small Carmona
small@el-nacional.com