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Mendoza: No puedo permitir que el chavismo tome Miranda

Enrique Mendoza asegura que los éxitos de Carlos Ocariz, en el municipio Sucre, o de Henrique Capriles, en Miranda, "los considero míos".

Enrique Mendoza, precandidato
a la Gobernación de Miranda

 

■ “Soy el único que puede frenar al chavismo en Miranda”

■ El ex gobernador de Miranda resalta que “el Presidente nos manda a su segundo hombre para ver cómo le pone la mano al estado. Yo voy a hacerle frente” y estima que el precandidato de Primero Justicia en Miranda, Carlos Ocariz, “debe completar su período y esperar su momento. Él tiene mucho futuro”. Yo voy a hacerle frente.

Quizás Enrique Mendoza no se imaginó nunca que ese joven de 23 años a quien le confió la responsabilidad de llevar adelante las políticas sociales siendo gobernador de Miranda, en un gesto de audacia mutuo, tres lustros después le iba a disputar la posibilidad de aspirar a ese mismo cargo.

– Carlos Ocariz, alcalde de Sucre y precandidato a la Gobernación de Miranda (PJ), ha señalado que siente gran respeto por ti, que su carrera política comenzó contigo en la gobernación de Miranda, pero que tu momento ya pasó porque eres parte del pasado.

-Quien no conoce la historia está condenado a padecerla. La Venezuela del siglo XXI, por la que nos estamos jugando el todo por el todo, no puede ser gobernada por quien representa el siglo XIX. Y no hay otro debate sino ese. El caudillismo, el militarismo, el totalitarismo deben ser derrotados para superar esta etapa de persecuciones, exilio, encarcelamientos y muerte. Debemos entender que esta lucha trasciende el criterio, de algunas personas y partidos, según el cual se está repartiendo una piñata y se lucha por posiciones. En este momento cada quien debe cumplir el rol que le corresponde.

– ¿Y cuál es tu rol?

-No me meto en esto por apetencias personales. Ya fui gobernador y alcalde, pero Miranda está siendo amenazada como nunca. A mi me tocó derrotar dos veces a los enviados de Miraflores para apoderarse del Estado. Hoy el presidente nos manda al segundo hombre de su gobierno para ver cómo le pone la mano a Miranda. Con el agravante de que, no siendo del Estado las personas que derroté en el pasado, hoy nos vamos a enfrentar a una que sí los es. Entonces debo salirle al frente porque sí conozco la realidad de los barrios, de los caseríos, de las urbanizaciones y no puedo permitir que caigamos en manos del chavismo.

– Con eso estás diciendo que Ocariz no sería capaz de derrotar a Jaua.

-Yo no califico ni descalifico, pero estuve seis años como alcalde de Sucre y culminé una acción de gobierno para después aspirar a la Gobernación. Todo tiene su tiempo. Creo que (Ocariz) debe completar su período y esperar su momento porque es un muchacho con mucho futuro. No se puede enfocar el problema desde el punto de vista generacional. Cuando usted va a un hospital busca al médico con mayor experiencia y mejor capacitado, pero no pregunta quién es el más joven. Estoy convencido de que soy la única persona capaz de impedir que el chavismo se apodere de Miranda. Y esto debe ser tan cierto que 25 organizaciones me están respaldando, incluso con apoyos a distintos precandidatos presidenciales. Entonces, cuando hablo de ser factor importante en la unidad, se lo que estoy diciendo.

– Carlos Andrés Pérez rompió con Betancourt y Eduardo Fernández con Caldera. ¿No es un fatalidad, (Saturno devoró a casi todos sus hijos, aunque uno de ellos lo derrocó) que se presenten parricidios o filicidios, según sea el caso? ¿Piensas devorar a Ocariz?

-En absoluto. Carlos y muchos como él tienen el futuro por delante. Este no es un problema de devorarnos. Los éxitos de Capriles o de Carlos los considero míos. No he tenido ninguna mezquindad con ellos. Cuando se me acercaron los dirigentes de Primero Justicia y me pidieron que les abriera las puertas para ser diputados por primera vez, en Miranda, lo hice. Y de ahí nacieron liderazgos como el de Gerardo Blyde o del mismo Julio Borges. Nunca les coloqué obstáculos, todo lo contrario. Hay cosas, sí, que deberíamos haber estudiado.

– ¿Cómo cuáles?

-El problema que tenemos con la elección de los alcaldes del área metropolitana. Debía haberse reflexionado con mayor detenimiento la situación que viven alcaldes como el de Chacao y Baruta. Me preocupa que se estén sometiendo a una suerte de referéndum revocatorio. Pero en Miranda estamos ante la perspectiva de una escalada sin precedentes. Nuestro gobernador ha decidido, con todo derecho, aspirar a un cargo superior, dejando un vacío y eso no se endosa. Hay que conquistar el futuro con paso firme. Aquí no estamos para experimentar o lanzar ideas de carácter emocional. Hay que darle un parao a las pretensiones del chavismo y rescatar la seguridad de Miranda a como de lugar. Eso lo tengo metido entre ceja y ceja.

– Si dices que debes rescatar la seguridad es porque piensas que se ha perdido.

-No. Aquí ha habido una conspiración. El gobierno ha jugado a destruir el sistema de seguridad en el Estado. Podría pensarse que trato de poner en duda el ejercicio de poder que, en materia de seguridad, ha desarrollado el actual gobernador, pero en Miranda se ha hecho todo lo posible y lo imposible para minar el sistema de seguridad y de mermar la capacidad de respuesta. Se ha saboteado la compra de vehículos, armas y dotaciones. También se anuncia la llegada de la Policía Nacional. Tratan de perjudicar, a través de normas, no solamente al de Miranda, sino a todos los gobernadores y alcaldes de la oposición.

– ¿Qué piensas hacer en materia de seguridad?

-Yo, de seguridad, sé. Apenas al asumir la Alcaldía de Sucre creé la primera policía municipal de este país. Y eso fue, quizás, lo que marcó el establecimiento de todos los cuerpos de policía. Después, en la gobernación, echamos a andar el Instituto Autónomo de Policía. Levantamos una institución que era modelo en el país. Vengo ahora a repotenciar esas iniciativas con un ambicioso plan de seguridad porque al lado de las canchas deportivas, aceras, caminerías y parques, se debe garantizar a la gente el disfrute de los espacios públicos.

– Ocariz señala que gane quien gane no volverá el pasado. ¿No expresa esa frase las diferencias notables que hay en el seno de la MUD?

-Es que el pasado nunca volverá porque lo que existe es el presente y el futuro vendrá. No podemos caer en el juego de quienes pretenden destruir los logros obtenidos en democracia. Yo no me siento aludido por ese comentario porque, si a eso vamos, habría que descalificar la totalidad de quienes aspiran y que en el pasado ostentaron cargos y responsabilidades de gobierno. Aquí la realidad del presente es que se quiere destruir a la democracia con las reglas de la democracia para instaurar un régimen comunista.

– El hecho de que la mayoría de los precandidatos estén frisando los 40 años ¿no le da la razón a Ocariz?

-Este no es un problema de edad, sino de experiencia, de dedicación y de demostración de lo que uno ha hecho. Yo llevo doce años trabajando sin descanso para quitarnos de encima este gobierno que quiere apoderarse de la sociedad y cuando se está librando esa batalla a nadie le preguntan la edad. Yo soy el coordinador de organización nacional (de la MUD) y trabajamos intensamente en todas las mesas regionales. Por ahora suspendimos las marchas para dedicarnos a la organización por debajo y tratar de que la brecha, cuando ganemos las elecciones, sea suficientemente grande. Yo pongo como aval lo que hice, hago y seguiré haciendo.

– ¿Cuál es, entonces, el precandidato con mayor y mejor experiencia?

-Yo los podría clasificar de acuerdo a los cargos que han venido ocupando, desde antes de Chávez y ahora. Pero no los quiero nombrar porque frente a ese tema he guardado un gran respeto que, al parecer, no goza de buen ambiente entre quienes apoyan las otras opciones.

– Por disciplina partidista, ¿no estás obligado a apoyar la candidatura de Pablo Pérez?

-Respeto lo que ha hecho Copei, donde milito por convicción ideológica y no por un símbolo, una bandera o una persona. Y mientras se me respete esa posición, no hay problema. Pero no puede ser una falta que no ande diciendo con quien estoy o no estoy. Respeto que para los copeyanos la vía sea Pablo Pérez y ellos sabrán cuál es la seña del partido.

– ¿Se va a mantener ese apoyo tomando en cuenta la decisión del TSJ?

-Lo que ha sucedido en Copei debe ser el comienzo de la búsqueda de la unidad del partido.

– Hay quienes atribuyen el fracaso electoral de Irene Sáez, quien despuntaba como la gran favorita en el 97 -98, al apoyo que le brindó Copei. ¿No le puede pasar lo mismo a Pablo Pérez con el respaldo de los partidos históricos?

-Esa es una apreciación equivocada. Mientras el mensaje de Irene era de unificación, de unidad y convivencia, la opinión pública esperaba un vengador, alguien que se desquitara por todos los males que venían dejando los gobiernos de la Cuarta República. Eso se expresó en la figura de Hugo Chávez. Y ya sabemos cuál es el resultado de esa “venganza”. Corrupción, aumento desproporcionado de la entonces tan criticada burocracia, incremento de la pobreza, deterioro galopante de la calidad de vida. Ahora este gobierno está viendo el final de lo que fue un principio de promesas incumplidas. No importa que el presidente esté o no enfermo. El sabe que sus días están contados.

Ganamos con quien sea:

“El debate es el hecho más importante ocurrido hasta ahora en la justa electoral de oposición. Ahí está el meollo. Y de allí saldrá el hombre o la mujer que va a conducir a este país”.
-Pero, los planteamientos son muy parecidos.

-No. Ya hicieron la primera ronda. Cada quien entendió de qué se trata y a medida que se repitan (habrá dos o tres más) irá surgiendo el perfil que mejor se amolde a lo que la gente esté esperando del próximo presidente (a). Recuerdo como una embajadora que ya no está en el país me manifestó su extrañeza de que mientras todo el continente salía del militarismo y del estatismo, Venezuela estaba transitando un camino por el cual los otros se devolvían. Ese fenómeno de vuelta ya comenzó a verse y vamos a ganar las elecciones, cualquiera que sea el candidato.

-¿Tienes mejor perfil que Ocariz para conseguir votos chavistas?

-Cuando fui gobernador llegué con el 30% de votos chavistas. Después del 11A lo perdí todo porque me colocaron como el enemigo público número uno de su comandante. Al inhabilitarme para optar a la gobernación ya había subido del 13 al 17%. Para esta oportunidad arranqué con el 13%. Habría que preguntarle a los chavistas por qué creen que debo ser gobernador. Quizás porque he venido respetado el concepto pluralista. Cuando creamos en Miranda las asociaciones civiles, no le preguntamos a nadie de qué partido era. Ese es un elemento para comprender cómo se construye la gobernabilidad.


Por: ROBERTO GIUSTI
Política | Opinión
EL UNIVERSAL
lunes 21 de noviembre de 2011